"El atlas de las nubes" de David Mitchell

El atlas de las nubes, David Mitchell, Duomo

He tardado mucho en hacer esta reseña. Hablamos de uno de los primeros libros que leí en el reto, pero que para su reseña no acababa de encontrar el tono.

¿Qué puedo decir de él? Que me ha gustado. Algunas de sus partes, mucho. También que ha habido otras que me han aburrido bastante. Hablar de su estructura de juego y que no es tan fiero el león como lo pintan, ni esta novela tan complicada o compleja como dicen.

¿Y por qué pasa esto? ¿Por qué me veo incapaz de hacer una reseña más o menos coherente de esta novela? ¿Qué tiene este libro que hacer una reseña sea algo tan dificultoso? No lo sé y no voy a hacer un ejercicio de introspección para descubrirlo. ¿Y entonces? ¿Qué pasa con la reseña? Que será rara. Daré algunas pinceladas de lo que más me ha gustado y tendré que conformarme con eso. Eso sí, leer esta novela es una muy buena experiencia. Y resulta mucho mejor si se lee sin saber nada de ella ni de sus juegos e ironías. Entrar a ciegas en el puzzle que propone Mitchell, como yo hice, y dejarse sorprender, divertir e irritar. Un viaje de siglos por la vida y la literatura. Lo que empieza siendo una novela de aventuras acaba como una estupenda novela de ciencia ficción.

Son seis historias que conforman una. Seis historias que en un momento de climax se verán interrumpidas y que se retomarán después. Seis historias que son vividas como ficción por los protagonistas de las siguientes. Seis historias que son homenaje / pastiche / cliché de diferentes géneros literarios; donde las convenciones y trampas se desvelan proporcionando un verdadero deleite lector.

- "El diario del Pacífico de Adam Ewing". Narrativa de aventuras del siglo XIX. Se respira Melville, Conrad y Stevenson. La colonización y el maltrato a los indígenas, la ingenuidad del narrador, el retrato de una época despiadada y codiciosa, la crueldad del hombre europeo. A esta parte le cuesta arrancar, pero su evolución es cada vez más interesante.

- "Cartas desde Zedelghem". Narrativa espistolar. Las cartas de un joven y ambicioso compositor, su relación con un músico de prestigio y las complejas relaciones que se establece con su familia. Arribismo, mentiras, manipulación y una pieza musical obsesiva titulada "El atlas de las nubes".

- "Semivida: el primer misterio de Luisa Rey". Thriller conspirativo. Un buen remedo de las novelas de misterio de los años setenta. Michael Chrichton, Robert Lundum, etc. La búsqueda de la verdad, el poder, el pequeño que se enfrenta a los gigantes...

- "El horrible calvario de Timothy Cavendish". Divertidísima parte que parece rendir homenaje a las películas de la productora Ealing. Retrato satírico del mundo editorial, de las ínfulas de autores, editores y críticos (incluye una venganza hacia estos últimos con la que imagino todos los escritores han soñado alguna vez). Es la parte donde los mecanismos de la ficción son más evidentes y más satirizados (el protagonista se sabe personaje de un relato).

- "Una oración de Sonmi-451". Impecable distopía. La toma de conciencia de Sonmi-451 sobre sí misma. La manipulación de las grandes corporaciones, sátira de las ansias consumistas. Una parte más política. Algo larga, quizá.

- "El cruce de Slusha, y todo lo que vino después". Relato post-apocalíptico que es un reflejo del primer relato del libro desde otro punto de vista con lo que se cierra el círculo.

Seis historias estrechamente relacionadas entre ellas donde cada una es eco literario y ficticio de la posterior. El protagonista de "Cartas desde..." lee "El diario del Pacífico..." como una obra de ficción. Para Somni-451, el calvario de Timothy Cavedish es solo una intrascendente película del siglo XX. Etcétera. En estos retazos de ficción los personajes encuentran un momento de paz en sus tribulaciones ya sean íntimas ("Cartas desde..."), afecten a miles de personas ("Semivida...") o a millones ("Una oración..."). El atlas de las nubes es una novela que detrás de una apariencia técnica brillante, de la inteligente utilización de la parodía o la sátira (lo que hace esta novela una experiencia muy divertida), esconde un discurso terriblemente triste y pesimista. Los poderosos vencen, pero en su victoria solo hay horror, el ser humano parece condenado a un círculo de autodestrucción y crueldad, la manipulación continua de la información, el desarraigo y la violencia y explotación de los más débiles, la arrogancia y desprecio hacia el diferente.

Y ante todo esto solo queda el arte. En cualquiera de sus manifestaciones. Música, novela de evasión, leyenda, mito, amor, sacrificio... El atlas de las nubes parece un compendio de lo terrible que puede llegar a ser humano y a la vez de su capacidad de amor y belleza. El narrador de "Cartas desde...", un personaje egoísta, malcriado y narcisista, capaz de componer una pieza de arte que habla de lo más profundo del alma humana. La eterna paradoja de como el ser humano, capaz de aniquilar a pueblos enteros por unas pocas monedas más, puede a la vez crear algo como La pietà.

Una novela sobre el arte, las consecuencias y la responsabilidad.

Y todo esto con una estructura (no tan complicada como se dice) que hace partícipe al lector retándolo y exigiendo una lectura activa y atenta. Una novela muy entretenida, divertida, algo larga, apasionante y llena de excelentes momentos. Una buena lectura de la que no digo mucho más. Que cada uno haga su viaje.

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La espada en la tinta
Lectura directa
Revista krítica

"Destrózame" de Tahereh Mafi y "Prohibido" de Tabitha Suzuma

Hoy toca doble reseña (así adelanto el reto)
Pueden contener pequeños spoiles (sobre todo con Prohibido).

Destrózame, Tahereh Mafi, Oz editorial

Sinopsis tomada de la web de la editorial. Algunas cosas que dice no pasan exactamente así, pero da una idea aproximada.

Juliette no ha tocado a nadie desde hace exactamente 264 días. La última vez que lo hizo, ocurrió un accidente. Ahora está encerrada acusada de asesinato y vigilada por un gobierno dictatorial: el Restablecimiento.

Escapar en impensable hasta que Adam entra en la celda de Juliette. Su encuentro es la chispa que enciende la esperanza de la libertad, pero Warner, el hijo del líder del gobierno, tiene otros planes para Juliette. Su obsesión por la joven alcanza límites insospechados, y por mucho que ella se esfuerce en odiarle, descubre que no es tan fácil. Juliette tendrá que decidir si convertirse en arma de Warner o unirse a la revolución.

Tengo sentimientos encontrados con esta novela. Creo que es una historia con bastantes puntos que la hacen interesante, pero en general me ha parecido
aburrida
un rollo
tirando a malilla
fallida.

El argumento no es más que la enésima falsa distopía con muchacha especial, chicos guapos en conflicto, gobierno malo que te cagas y romance almibarado donde malgastar muchas páginas. Los protagonistas son los de siempre con los conflictos de siempre y con una estructura que recuerda a tantas otras novelas. El antagonista, ese gobierno llamado Restablecimiento que no acaba de explicarse del todo, es el de tantas narraciones, reescribir la historia y gobernar por los restos. Y, claro, hay una Resistencia y la prota es un elemento clave (a parte de ser guapa, empática, maja, valiente y todo lo que ya sabemos). Vamos, lo que ya hemos leído tantas otras veces. Entonces, ¿qué diferencia esta novela de tantas otras para que se le dedicara tanto tiempo en blogs, noticias y etc.?

La forma. Un "estilo" propio con el que la autora impregna la novela. A saber, repeticiones de frases, palabras y estructuras que actúan casi como "mantras" y tachados que sirven para evidenciar el doble pensamiento de la autora. ¿Y funciona? A medias. En sus primeras páginas sí. La protagonista aparece como alguien que lleva días encerrada en una prisión y se está volviendo loca. Estos dos recursos evidencian esa posible falta de cordura y la confusión en la que vive la protagonista. ¿Es real? ¿Estoy loca enferma? Poco sutil, vale, pero curioso. El problema está en que a medida que avanza la novela y se rompe la duda sobre la cordura de la protagonista, este recurso deja de tener sentido y acaba derivando en algo artificial y algo descuidado.

Llega un momento en que la historia deja de exigirlo, pero la autora se empeña en seguir utilizándolo (imagino que para diferenciarse) lo que produce que la aparente fortaleza de la protagonista no resulte creíble (añade una heroina que en la mayor parte de la novela se deja conducir, llevar y moldear sin un asomo de iniciativa o personalidad. Eso sí, quejarse y lamentarse lo sabe hacer muy bien). Y a la vez provoca que ese estilo basado en parte en la repetición de estructuras acabe resultando pesado y repetitivo. Añade una historia que ya nos conocemos y un estilo que intenta ser poético con imágenes sorprendentes y metáforas que solo para la autora deben tener sentido.

Pero he mencionado algunos puntos de interés. Ahora recuerdo dos.
1. La utilización como símbolo de la ropa que luce la protagonista. La ropa le incomoda tanto como ella no se acepta. ¿Poco sutil y facilón? Sí, pero resulta.
2. Que la novela acabe derivando (no sé si de forma voluntaria o involuntaria) en una historia de super hérores (casi un fan-pic de la Patrulla X) despierta toda mi simpatía (pero no tanta como para acabar la trilogía).

Y una duda, ¿por qué esa tendencia de muchas protagonistas en quedarse en los momentos más inoportunos o en las situaciones más insostenibles embobadas contemplando el pecho del protagonistas de turno? ¿Por qué esa obsesión? ¿Por qué en los momentos de huida, tensión, sangre, disparos, esa mirada perdida en su duro y fuerte pecho depilado y en los abdominales? ¿Soy solo yo o hay alguien más que opina que esto se carga toda la credibilidad de una escena?


Otras opiniones
Divagando entre líneas


Prohibido, Tabitha Suzuma, Oz editorial

Esto no será una reseña porque paso de intentar un mínimo análisis (por superficial que sea) de esto que algunos llaman novela. Esto será un canto de impotencia, un grito desgarrado y una promesa al amigo SubZero de venganza.

Y la tontería se hizo libro.
Dice la leyenda urbana, que hubo dudas y temores de que este libro se llegara a publicar en España por su contenido polémico y por una historia que desafiaba todas las convenciones.

Digo que es leyenda urbana porque una vez leída la historia de Tabhita Suzuma es de una ingenuidad alarmante pensar que este "libro" puede escandalizar a alguien. Sí, trata el tema del incesto, pero lo acomete desde el pudor, la cobardía y la prudencia, aunque su intención primera sea la polémica y el atrevimiento. Un libro sin historia, con un mínimo argumento que no aguanta sus cuatrocientas y pico páginas, personajes muy irritantes y un gusto excesivo por el drama y el melodrama desatado que acaba desbocando casi en el tremendismo y la exageración.

¿De qué va? Pues de una familia desestructurada con una madre alcohólica, un hijo mayor con serios problemas emocionales y de relación, una hija mayor maja, guapa y estupenda, otro hijo que va de rebelde y dos nenes más pequeños que hacen mucho ruído. Y el hijo mayor y la hija mayor hacen lo que pueden para mantener a la familia unida, pero claro, cuanto más hermanos más te meto mano y se acaban enamorando y viviendo un amor prohibido que... ¡me aburro!

Primero, cada día odio más las historias de amor prohibido. Y más si estas vienen acompañadas en sus primeras páginas con una referencia facilona a Romeo y Julieta. Si Shakespeare hubiera imaginado lo que se haría en nombre de su obra teatral, creo que hubiera convertido la trágica historia de los amantes de Verona en una revista musical con lanzamiento de tartas y muchos stripteases para evitarlo. Pero todas las historias de amor prohibido parece que han sido escritas, así que la solución para hacer algo "diferente" es escribir exactamente la misma historia de siempre con los mismos personajes, conflictos, situaciones y estructuras, pero con el detalle de que son hermanos. No hay profundidad, estudio o análisis de la situación. Se limita a lo de siempre, pero son hermanos. Como si eso fuera suficiente para aguantar una novela´o hacerla interesante.  Como si los personajes fueran algo secundario al morbo.

¿Estilo? Frase larga, ampulosa, pedante. Intento de un estilo serio, contundente con frecuentes ramalazos de cursilería. Un final cobarde y bastante ridículo. Un...

Basta, paso de perder más tiempo escribiendo sobre esta tontería.


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La estantería de Ithil
Generación reader
Forbidden planet

Una última cosa. Si alguien quiere saber qué es tratar el tema del incesto sin corte morales y sensibilidad que se vea la obra maestra de Louis Malle, El soplo del corazón. Esto es explicar una historia.


"La corte de los espejos" de Concepción Perea

La corte de los espejos, Concepción Perea, Fantascy

Una de las mayores y más agradables sorpresas que me ha deparado el reto. Entre tanta tontería, un oasis de tranquilidad. Una buena historia, buenos personajes, buen ambiente, buena escritura. Una buena novela, vamos. Un libro que me dejó contento, satisfecho y feliz de haberme topado con esta historia, con una escritora llamada Concepción Perea y unos personajes redondos. A los que propusisteis esta novela, gracias.

¿De qué va?
Unas hadas, una conspiración.
Ya sabéis más de lo que yo sabía cuando empecé a leerla (yo sabía que salían hadas. Punto).

Y creo que es la situación lectora ideal para meterse de lleno en esta novela. Porque esta novela ofrece al lector un mundo fantástico repleto de sugerencias, diferente, original, pero creado desde el conocimiento profundo de la tradición y, como en las novelas del Félix J. Palma que mencioné hace un par de entradas, Concepción Perea sabe imbuir a su novela del concepto de la maravilla, del asombro y de hacer que el lector recupere esa punto de ilusión que caracterizan los primeros pasos lectores.

No es una novela perfecta; es demasiado larga, tiene algún momento de vacilación, hacia su parte central hay puntos muertos, cierta precipitación en su parte final, cierta confusión en la descripción de algunas escenas de acción, pero es pecata minuta y rasgos que no han entorpecido mi lectura por todo lo que esta novela te regala y todo lo bueno que tiene.

Esta será una reseña hecha desde la felicidad y el entusiasmo. Espero que me perdonéis.

Empezamos.
Personajes. Variados, complejos, complicados. No son héroes al uso ni antihéroes. A veces caen simpáticos, a veces los detestas. Como lector no tienes que aceptar todas sus decisiones, unas las aplaudes, pero otras, por más que las entiendas, no pueden gustarte. Concepción Perea no se conforma con los típicos protagonistas cuasi perfectos que buscan la compresión y la identificación (horrible trampa) con el lector. Son coherentes con ellos mismos, con el mundo donde viven y con la historia. Nicasia, por ejemplo, tiene sus motivos pasa ser la criatura huraña y malhumorada que es y la autora ni la embellece, ni la idealiza. Es como es, tiene sus motivos, y veremos su historia. Lo mismo con Dugal o Marsias, por hablar del terceto protagonista. Y las relaciones que se establecen entre ellos huyen de clichés. Relaciones complejas, duras y adultas.

Universo. Rico, variado, original. Al amparo de la tradición celta, pero sabiendo dotarlo de una personalidad propia. Hadas, pixis, goblins (¡por favor, goblins!), elfos, los inquietantes Ancestros, nigromantes, etcéteras, con una aire de la magia de siempre y un toque steampunk. Criaturas de las que sabemos y hemos leído muchas historias, pero que aquí aparecen con nuevas vidas y bríos. Concepción Perea nos demuestra que no está todo dicho en las historias de goblins y elfos y que solo es necesario acercarse a ellos con la mirada limpia. Nada en su universo suena a pastiche o a refrito. Los elementos conocidos están, pero la forma de juntarlos es propio de Perea. Con su primera novela ya consigue un universo propio y reconocible.

Forma. Concepción Perea escribe bien. Muy bien, digo. Un estilo claro, limpio, diáfano y muy trabajado donde se conjuga a la perfección la (aparente) sencillez de la prosa con un estilo de aire poético. Y todo ello al servicio de la obra; un estilo literario complejo (solo hay que ver como con las descripciones de lugares, describe a la vez a los personajes) que es totalmente natural y donde las largas horas de trabajo cincelando el lenguaje están difuminadas en una forma agradable y, repito, en apariencia sencilla. Escribir con esta claridad, elegancia, complejidad y diferentes niveles de significado es muy difícil.

Y, encima, es terriblemente entretenida. Una adictiva novela de acción y aventuras con muchas pinceladas de partida de rol (ese ligero aire de personajes multiclases que tienen algunos de los actantes), con momentos muy duros, buenas pinceladas de humor y un complejo entramado de intrigas y mentiras que pese a correr riesgo de dispersión, creo que la autora conduce bien.

Repito lo dicho más arriba, una gratísima sorpresa . Una muy buena primera novela de una autora que a los aficionados a la buena literatura nos puede dar muchas alegrías. Bien narrada, bien escrita, gran historia y con buenos personajes. Pocas novelas pueden presumir de todo esto.

Otras opiniones
Generación reader
Perdidas entre páginas
Donde acaba el infinito
La estantería de Ithil

"The host" de Stephenie Meyer y "Abrázame fuerte" de Lof Yu

Después de unos merecidos días de descanso donde no he leído todo lo que he querido, pero sí algunas cosas que no esperaba, volvemos a la rutina de ese maravilloso reto entrando en su segunda parte. Con breve reseña doble para ir adelantando. Y si este reto, como al final se le ha llamado, lo empezaba con Stephanie Meyer , ¿qué mejor que esta continuación empezarlo por el mismo sitio?

The host, Stephenie Meyer, Suma

Si con Crepúsculo, Meyer decidió que ya era hora de que alguien pillara el mito del vampiro y le arrebatara cualquier tipo de seriedad o distinción que tuviera para que a partir de ella fuera terriblemente difícil tomarse el mito en serio, en esta novela su mirada se lanza sobre los aliens y, más concretamente, sobre La invasión de los ladrones de cuerpos para intentar ridiculizar una de las ideas más sugerentes de la ciencia ficción.

Wanderer es una alienígena que ha llegado a la tierra con la misión de invadir cuerpos, como viene haciendo su raza desde hace incontables años. Pero se encuentra con la sorpresa de que su cuerpo receptor lucha contra esa invasion y la personalidad de Melanie se niega a abandonar su cuerpo. Se establece una lucha entre las dos, pero al final Wanderer empezará un camino de comprensión y asimilación de los sentimientos de Melanie y zzzzzzzzzzzzzzzzzz.

Aburrida. Ese es el problema principal de la novela. A parte de personajes inconsistentes, exceso de melodrama y azúcar, muchos sentimentalidad y, como no, centrar todo el foco de la acción en un triágulo/cuarteto amoroso en detrimento de otras tramas, otros personajes y otros intereses. La idea central puede ser interesante, pero la forma de llevarla a cabo se carga cualquier interés. Páginas y páginas de relleno, un libro hinchado de paja donde los pasajes se alargan sin explicar nada nuevo, los personajes vuelven una y otra vez a las mismas discusiones y hay las mismas escenas cambiando a los personajes de lugar. Setecientas páginas que se podrían haber resuelto con la mitad.

Y superficial. El elemento más interesante, un cuerpo, dos personalidades, se trata sin acercarse mucho a él, sin tratar las complejidades con las que se podría haber jugado quedándose como recurso no para explicar nada sobre los personajes, si no como excusa para construir un triángulo "diferente" y llenar páginas con disquisiciones sobre si ha besado un cuerpo, pero qué alma anhelaban sus labios, oh qué triste, qué bonito.

Me habían dicho que era mejor que Crepúsculo, más madura, más compleja, mejor escrita y, la verdad, creo que quien me dijo todo esto me mintió. Es exactamente la misma torpreza narrativa, las mismas trasnochadas moralinas y los mismos personajes unidimensionales. Pero más largo e igual de aburrido.



Abrázame fuerte, Lof Yu, Destino

Si la lectura de las novelas de Moccia y Blue Jeans ya fue algo duro, tener que leer una imitación formularia de estos autores ha sido terrible. Abrázame fuerte me parece uno de esos encargos editoriales de "escríbeme algo como...", en este caso Blue Jeans, para aprovechar el tirón comercial y satisfacer a esa parte de público que busque "algo como Paula".

Silvia, Bea, Estela y Ana son las Princess, un grupo de amigas que sale juntas, van de compras, hablan... bueno, amigas. Y en unos días aparecen unos chicos y el amor empieza a hacer de las suyas y dos se hacen novios, pero otra le gusta el chico y el vecino nuevo, ese amor callado y qué perras son las universitarias y... Bueno, ya os hacéis una idea.

Abrázame fuerte es una novela formularia. Un puñado de personajes poco desarrollados y mezclaros entre sí con situaciones inverosímiles donde primer la acción, el diálogo postizo y mucho lío amoroso, una narración bastante pobre (la forma en que presenta a las cuatro protagonistas es sonrojante) e ir diseminando de vez en cuando alguna escena romántica y muchas frases "bonitas" y tópicas como aforismos. Diálogos postizos y la continúa sensación de que esta novela no es más que una copia de otra; los mismos recursos, las mismas situaciones y la misma forma. Vale, no tiene la carga dramática tan exagerada de Paula, por ejemplo, pero las historias vienen a ser lo mismo.

El libro se mueve en el terreno del cliché. El tiempo en esa novela es un caos (saltos en el tiempo sin venir a cuento, desorden en la acción sin ningún motivo.) Además, Abrázame fuerte es terriblemente previsible. En el peor sentido de la palabra. La novela se conforma con ofrecer lo que se espera de ella sin nada nuevo o sin arriesgar. Los personajes se comportan como esperamos y no existe ni un solo momento de sorpresa, de originalidad o de personalidad. Y, en algunos momentos, me parecía que en verdad estaba ante una parodia de este subgénero, que los autores en verdad se estaban riendo de historias "como Paula" por la acumulación de tópicos y clichés y por la mimetización tan perfecta de la falta de estilo que caracteriza las novelas de Blue Jeans.


Trilogía victoriana de Félix J. Palma


El mapa del tiempo, ed. Algaida
El mapa del cielo, ed. Plaza y Janés
El mapa del caos, ed. Plaza y Janés
tres novelas de Félix J. Palma

Esto que viene ahora no es una reseña al uso. Es una declaración personal de aprecio de un lector a la obra de este autor.

Reconozco que soy un lector egoísta. No comparto todo lo que leo. Hay libros, ya sean ensayos o novelas, que me emocionan, sacuden, golpean y aturden de los que no hablo. Autores que guardo solo para mí y que pese a que sus obras han cambiado mi forma de ver la vida, el universo y todo, no hablo de ellos. No tienen que ser necesariamente mis autores favoritos, algunos de ellos hace años que no los leo y su obra ha dejado de interesarme. Hablo de escritores o libros que en un momento u otro, golpean y te cambian como lector.

De estos autores no hablo en el blog. Me lo guardo y atesoro. Me refiero a gente como Jane Austen (sentido del humor y creación fina de personajes), Stevenson (sentido de la aventura, la maravilla y que la literatura es algo más), John Irving (la literatura como una mezcla extraña de comedia y tragedia en un mismo momento), Terry Pratchett (sí que he hablado de él, pero la proporción de más de treinta novelas leídas y solo tres reseñadas es significativa), John Connolly (el viaje a los abismos del ser humano), Shaun Tan (un libro suyo cambió mi vida y me hace estar donde estoy ahora mismo), el puñetazo emocional y literario que supuso Knockemstiff, la absoluta y ciega adoración a cómo está escrita Madame Bobary, los juegos literarios de Georges Perec o el abismo moral que supone cada incursión en la obra de Dostoievski, el sentido del humor y la sátira posmoderna de David Foter Wallace, y muchos etcéteras. Autores que me reservo y que no quiero compartir. Y Félix J. Palma, un autor cuya obra me hace feliz.

Leí El mapa del tiempo por una recomendación directa de Susana Vallejo, madrina de este blog en una tertulia de ciencia ficción y fantasía que por el año 2009 se hizo en Igualada (y cuya pequeña crónica se menciona aquí). Al lunes siguientes me hice con el ejemplar que había en la librería y lo devoré en pocos días. La lectura de El mapa del tiempo fue una de las mayores y más felices sorpresas que me había encontrado. ¿Por qué? Por un motivo muy simple, el sentido de la maravilla.

El mapa del tiempo fue un libro que me recuperó el entusiasmo y la sorpresa con la que abría los libros en mi infancia. Las primeras lecturas de Verne, Stevenson, Salgari, Doyle y sí, Wells. El mismo espíritu de aventura, de sorpresa, de viaje con un punto irónico y cargado de humor. Las aventuras y desventuras de un puñado de personajes que orbitan alrededor de la figura de H.G. Wells (al que a lo largo de la trilogía acabas apreciando como a un amigo) y su novela La máquina del tiempo fue un mazazo literario.

La novela es sencillamente brillante y repleta de hallazgos. Desde el juego de ese narrador metomentodo y algo sabihondo, la natural y bien inclusión de personajes reales, una utilización barroca y preciosista del lenguaje que, a la vez, resulta natural y fluida. Una segunda parte sencillamente magistral y que es una de las mejores creaciones literarias basadas en la paradoja temporal. Un libro repleto de sorpresas y maravillas que no se agota en sí mismo y se expande. Y que rompe convenciones y género. Más allá de los injustos prejuicios que pueda inspirar la ciencia ficción, El mapa del tiempo es una excelente novela que puede entusiasmar a cualquier tipo de lector que busque una historia muy bien escrita y narrada.

En El mapa del cielo, Félix J. Palma sube las apuestas. De La máquina del tiempo pasa a La guerra de los mundos, y construye una apasionante historia de aventuras y romance a la vieja usanza apostando por la ciencia ficción, el homenaje a la serie B y multiplicando las referencias sin que estas sean un simple capricho de autor. El mundo victoriano de viajes en el tiempo y dimensiones paralelas crece con personajes, tramas e interrelaciones. Las dos novelas se alimentan en un juego de referencias y puentes, pero a la vez consiguiendo que ambas novelas sean independientes una de otra. Un reto por amor, un extraño que salta por el tiempo, una amenaza enterrada en el hielo. Una novela compleja, muy divertida, emocionante y quizá la más romántica de las tres que conforman la trilogía. De inicio algo lento y con un pequeño exceso de páginas, la novela acaba arrastrando al lector a una lectura entusiasta llena de acción y suspense donde acaba tocando múltiples subgéneros de la ciencia ficción y difuminando las fronteras entre ellos, todo acompañado de ese estilo adictivo al que nos ha malacostumbrado J. Palma.

Y este año por fin nos llegó la esperada conclusión de esta trilogía, El mapa del caos. Como lectores echamos de menos el factor sorpresa de la primera novela, pero el mundo que ha creado Félix J. Palma nos resulta cómodo y familiar. Tanto las tramas como los personajes de la novela ya los sentimos nuestros y reconocemos escenas, momentos y situaciones desde otro punto de vista. Ahora el centro de atención es El hombre invisible sin olvidar a otros libros y autores como Alicia en el país de las maravillas o El sabueso de los Baskerville. Quizá es la más convencional de las tres novelas y donde el narrador se muestra más tímido, pero sigue habiendo en sus páginas un alarde de imaginación y talento admirables. La novela concluya las tramas que las anteriores novelas habían dejado abiertas (aunque en la lectura de las respectivas novelas están admirablemente cerradas) y acaba de explorar a fondo el universo de universos paralelos que ha conformado esta trilogía. De nuevo el lector se ve desbordado por la inventiva y por la maravilla y se siente embargado de esa euforia que solo sabe proporcionar la buena novela de aventuras y ciencia ficción, esa capacidad de ir y ver más allá al romper los límites de nuestra realidad. Un canto de amor a la imaginación pura.

La Trilogía Victoriana es uno de los proyectos más ambiciosos y mejor conseguidos de la narrativa española, considerando género o sin hacerlo. Una obra compleja, densa, bien construida, terriblemente adictiva y entretenida. Que sabe jugar con los géneros, romperlos, ironizar y deconstruirlos y repleta de páginas, imágenes, momentos y secuencias sencillamente brillantes y admirables. Un proyecto que sirve de homenaje a toda la literatura de una época que invitaba a soñar y a llevar la imaginación más allá y que, además, es una emotiva declaración de amor a H.G. Wells, uno de los escritores fundamentales y más influyentes de finales de siglo XIX y XX. Sin su obra, la literatura de género fantástico y de ciencia ficción no sería igual (seguramente más pobre) y, por tanto, la historia de la literatura sería mucho más triste. Cuatro novelas, las tres mencionadas y La isla del doctor Moreau, absolutamente imprescindibles para cualquier lector.

Como lector, ha sido uno de los viajes más placenteros, agradables y vibrantes de estos años. En un momento en que ya llevo un bagaje como lector muy importante a la espalda y cada vez cuesta más encontrar un libro donde admirarse, la obra de Félix J. Palma, estas novelas y sus libros de cuentos, ha sido un hallazgo excelente y un viaje inolvidable. Una obra que me hace feliz como lector y que consigue eso tan difícil de hacerme querer escribir; contagiar el entusiasmo por el arte de explicar historias, de trenzar y forjar palabras con el esfuerzo del trabajo diario, la constancia y la búsqueda de la palabra justa.

Y por todo esto, por el viaje, la aventura y el sentido de la maravilla, gracias.

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