"Un saco de huesos" de Stephen King

Un saco de huesos, Stephen King, DeBolsillo

Mike Noonan, escritor en crisis y viudo reciente se muda a una cabaña junto al lago que compró con su mujer. Conoce a Mattie y a su hija Kyra, las cuales viven acosadas por la figura del abuelo de la niña que quiere su custodia. Y en la casa empiezan a pasar sucesos extraños... lloros de niños por las noches, gritos de una mujer y la presencia de su difunta mujer que intenta advertirle de algo.

Tras un argumento algo convencional (no deja de ser la típica historia de casa encantada y fantasma vengador) nos encontramos en mi opinión con una de las mejores novelas de Stephen King. O, por lo menos, con una de las que más me han gustado.


Un saco de huesos es una historia de terror, una clásica historia de fantasmas y casa encantada, un melodrama, un excelente estudio de personajes, una reflexión sobre la escritura y el oficio de escritor y la demostración de que Stephen King es uno de los grandes escritores americanos del siglo pasado y de este siglo.

¿Y por qué me ha gustado?

El ritmo. Tranquilo, en ascenso y sin prisas. Evita eso que irrita tanto en la literatura de terror de sustos a la primera de cambio y apuesta por ir poco a poco a introducir el elemento fantástico con normalidad y sutileza. Las primeras manifestaciones no son terroríficas. Al contrario, resultan casi tranquilizadoras. Esto permite ir presentando y construyendo a los personajes con calma para que resulten identificables, creíbles y complejos. Y matizar las relaciones que se establecen entre ellos. Ante todo, personajes. Un ejemplo de esto es el maravilloso capítulo donde Mike Noonan conoce a Mattie y Kyra. Desde la aparición de la niña andando por mitad de la carretera entramos en un magnífico capítulo y un ejemplo maestro de cómo presentar a actantes, la relación entre ellos y las sutilezas que se establecen entre ellos. Y todo por medio de una conversación y muchas miradas.

La aparición del terror no está basado en los sustos y las sorpresas, sino en el ambiente y en la acumulación de secretos. Mike Noonan se ve empujado a investigar qué pasa en su casa, qué ocurrió con su mujer y qué secretos oculta el pueblo. Al ir destapando estos secretos vamos acumulando horror... Y el terror que podemos sentir no es el sobrenatural, sino el más cercano y humano. Lo que da miedo no es lo que puedan o no puedan hacer los fantasmas, sino lo que hacen los seres vivos. Recuerdo ahora la escena del lago y las piedras, una tranquila comida al aire libre y un viaje al pasado lleno de dolor, desconfianza y crueldad. La sutilidad con la que va deshaciendo el misterio de los gritos de la mujer y los lloros del niño demuestra la habilidad Stephen King como el gran narrador que es. Y el gran pesimista. En novelas como esta (o Apocalipsis o Cell) es palpable esa desconfianza del escritor en el hombre y en lo fácil que le resulta la crueldad. La esperanza y la humanidad parecen reducidas a individuos y las relaciones a las cotidianas y familiares.

Claro que el terror solo es un vehículo para hablar de culpa y redención, de venganza, de muerte y segundas oportunidades. La novela es un melodrama. Personajes que se buscan, topan con dificultades y esas enormes crueldades de la vida (y de los escritores). Una historia de amor madura, tranquila y muy triste. Y en el fondo, una reflexión sobre el oficio de escribir; sus placeres, pero sobre todo el dolor y la soledad del que se sienta ante una hoja (o máquina de escribir, u ordenador, o pared...) e intenta crear vida.

Repito, Un saco de huesos es una de las novelas de Stephen King que más me han gustado (y llevo leías unas cuantas...). Su terror sutil y elegante, sus personajes bien construidos, su ritmo tranquilo, la elegancia del elemento fantástico, lo maravillosa que es Mattie, el miedo que provocan el abuelo y su ayudante por toda su inhumana crueldad... ¿Algo larga? Puede ser, pero no importa demasiado. Hay muchos elementos interesantes y fascinantes en esta novela para convertirla en una gran lectura.

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P.D. ¿Qué, se nota que me gusta el Stephen King este, eh?

Y va otra de reseñas breves

Como ya hice hace unos meses, una entrada con pinceladas de algunas de las lecturas que he estado haciendo estas semanas. Rápido y breve.

Solos, Adam Baker, Plaza y Janés, 2012

Te pille donde te pille, el fin del mundo es una putada. Pero si además te pilla en un lugar donde hace frío, pues más putada todavía. Y si es en una plataforma pretolifera en mitad del océano Ártico, pues peor. Y es lo que ocurre en Solos, una novela de ciencia ficción con unos seres infectados que se comportan como los zombies de toda la vida (aunque no sean zombies en el sentido estricto, pero lo son en comportamiento).

Novela entretenida y punto. Acción, algún susto, algún buen momento. Un par de destellos en los personajes (sobre todo en el de la doctora), pero que no acaba de arrancar. En mi opinión por cierta construcción errática en el carácter de los protagonistas y antagonistas que dificulta la empatía con ellos. Y si en una novela de terrro no se empatiza con los protagonistas o te importa un mínimo su futuro, pues algo no funciona. Y a mí, los protagonistas de esta novela como que me importan poco así que si se los comen, pues bueno. Una lectura entretenida y rápida sin muchas exigencias.

El lazo rojo, Carla Miller, Isabelle Metzen y Kathleen Weise, SM, 2012

Novelita muy ilustrada que intenta emular el espíritu de las novelas de ambientación gótica de toda la vida (la sombra de Jane Eyre es alargada) mezclada con cierto aire a lo más superficial del universo cada vez menos personal de Tim Burton y la ilustración de cómics japonesa.

Un a ratos interesante, pero en mi opinión muy fallido experimento literario al quedarse en los cuatro tópicos de la literatura gótica; un género que no va solo de personajes atormentados, sino de estilo, ambientación, construcción férrea de personajes y un argumento interesante. El lazo rojo no tiene nada de esto. Una historia que se me antojó insuficiente, un final que roza lo absurdo, personajes estereotipados y unos elementos fantásticos que no acabo de ver adonde conducen. No aburre y es corto. La edición es bonita, sí, pero no eso no basta.

Secuoya, Kirstin Vanlierde, Edelvives, 2011

Mariaan vive en una rígida sociedad bajo tierra. El exterior está contamiado y no se puede vivir allí. Ella no lo cree y emprende un viaje al exterior. Y allí encuentra, vida. Y este encuentro cambiará dos mundos.

Interesante y muy entretenida distopía que busca nuevas formas afrontar el género. Sin un gobierno malo malísimo y sin una muchacha que encabeza una revolución. Sin grandes y aparatosas escenas de lucha. Una novela tranquila y bien escrita sobre el encuentro de dos culturas y los problemas que tendrán para convivir en paz. Ambos mundos deberán superar miedos y prejuicios. Bien escrita, con personajes bien construidos y situaciones que llevan a la reflexión. Ciencia ficción entendida en el sentido clásico. Partiendo de una historia de futuro, abrir un debate sobre nuestro presente. Aire ecologista. Quizás un poco demasiado larga y en ocasiones el ritmo es demasiado lento, pero lo interesante de la propuesta y lo bien resuelta de algunas escenas hacen que lo apuntado no importe demaiado.

Primera tumba a al derecha, Darynda Jones, DeBols!llo, 2012

Primera entrega de una serie de fantasía urbana de ambiente paranormal. Charlie es detective privado y portal para permitir que los espíritus pasen al otro lado (también conocido como ángel de la muerte). Pero los últimos fantasmas que la visitan han sido asesinados y le piden que investigue y ella investiga. Y están esos sueños picantones que tiene con el macho mazas de turno. Y, claro, todo está relacionado.

Reconozco mi debilidad por estas historias de género criminal paranormal con dosis de erotismo. Me río mucho, me lo paso bien y las olvido al momento. Primera tumba... es una novela divertida, fresca, donde se investiga más bien poco y lo que se investiga no tiene mucho sentido (el trabajo se lo dan a la prota más que hecho), pero su sentido del humor y las escenas de "orgasmos devastadores" hacen que lea una página tras otra. No es una maravilla. Ni siquiera es una buena novela, pero cada uno tiene sus debilidades y este género es uno de los míos.

La pastelería Bliss, Kathryn Littlewood, Blok (ediciones B), 2012

Encantadora novela para lectores a partir de 10 años. Una pastelería mágica a cargo de unos hijos traviesos mientras los padres se ausentan unos días. Y la aparición de la maravillosa y divertida tía Lily que esconde más de lo que dice.

Mucha magia, muchos enredos, muchas risas para una novela con un aire al Roadl Dalh más luminoso y festivo. Una suerte de versión para jóvenes lectores de aquel Chocolat de Joanne Harris (pienso más en la novela que en la película). Con un punto de espíritu de Amélie. Entretenida y divertida. Una novela recomendé mucho el pasado Sant Jordi por ser una historia sin pretensiones que aspira a proporcionar un buen momento de lectura. Abre la puerta a posibles continuaciones, pero bastante cerrada en ella misma. Canto final a la familia y que los hermanos no son tan peñazos como a primera vista puede parecer.

"Cenizas" de Ilsa J. Bick

Cenizas, Ilsa J. Bick, Nocturna ediciones, 2012

Alex, una adolescente enferma que, tras haber perdido toda esperanza de recuperación, decide atravesar a solas los fríos bosques de Waucamaw. Por el camino se topa con un anciano y su nieta Ellie, una niña destrozada porque acaba de perder a su padre en Irak. Justo cuando Alex está a punto de dejarlos atrás, un zumbido empieza a extenderse por el lugar y un fuerte dolor se apodera de Alex. Entonces todo se vuelve extraño: pájaros muertos llueven del cielo, el chirrido se intensifica, los aparatos dejan de funcionar... Cuando el dolor cesa, el abuelo ha muerto y Alex está sola con Ellie. Y en el bosque se oyen disparos...

Novela apocalíptica. Historia que parece nacer de aquellas películas de terror de los setenta de supervivencia y horror físico (pienso en Las colinas tienen ojos, por ejemplo), en la imagieneria de pueblos que parecen vivir en armonía, pero esconden lo peor del ser humano, en las historia de zombis con Romero a la cabeza, la influencia muy marcada de Stephen King (con contactos muy evidentes hacia Apocalipsis y Cell), el cine gore de caníbales y a todas esas heroínas con la sargento Ripley a la cabeza que lucharan por sobrevivir y salvar a quien de verdad importa.

Aclaremos algo, Cenizas me ha gustado más de lo que esperaba y me ha entretenido bastante pese a tener más páginas de las necesarias en su tramo final y alguna decisión narrativo que no me acaba de cuadrar. Lo primero que me sorprendió de la historia, para bien, es que Cenizas es una novela violenta. Muy violenta. No se escatima sangre, vísceras y descripciones detalladas de cadáveres y canibalismo que acercan la novela al género gore (en algún momento se abraza a él). En alguna reseña critican esta violencia, pero desde mi lectura la veo justificada. Es una novela apocalíptica. Es un nuevo mundo duro y sucio. Y la exposición de esa violencia es para mostrar el horror y que las reglas que antes regían ahora ya no cuentan. Alex tendrá que crecer y sobrevivir (gran ironía teniendo en cuenta que la protagonista carga con una enfermedad terminal) y tendrá que dejar atrás valores morales y prejuicios. Es por esto que me recuerda tanto a cierto cine de terror donde la tensión está en la huida, la lucha y la supervivencia; un tipo de horror sucio y visceral que me gusta mucho.

Dos partes muy diferenciadas.

La primera, y la que más me interesó, es la pura supervivencia de Alex, Ellie y Tom en el bosque. La lucha diaria, los ataques, la huida. Buenos momentos de acción y bien explicados. Tensión, altas dosis de violencia y pequeñas muestras de ternura entre unos personajes solos, abandonados y heridos. Porque ese zumbido ha matado a la gran mayoría de las personas adultas y jóvenes... y los que no han muerto se han convertido en unos animales violentos y caníbales que luchan y pelean.

Y ese zumbido es uno de los puntos débiles de la historia... O por lo menos las explicaciones "científicas" de las que se hacen gala en la novela y que provocan como mínimo escepticismo y como máximo ataques indiscriminados hacia la credibilidad del argumento ya que todo está cogido con pinzas y choca con la buena voluntad lectora (¿un impulso electromagnético? ¿en serio? Prefiero un virus desconocido, animales con rabia o la maravillosa explicación 0 de las películas de Romero). Por suerte, un cuidado con los personajes, una caracterización no exenta de sus connotaciones negativas (las tentaciones de Alex de abandonar a la niña, el egoísmo de Ellie producto del miedo, etc.) y unas buenas dosis de acción consiguen pasar por encima de ese pequeño escollo.

La segunda parte ocurre en Rule, un pequeño pueblo que acoge a los supervivientes. No me extenderé para no destripar ninguna de las sorpresas o líneas argumentales de la novela. Una parte más tranquila, más de exposición y de tensión. Cambiamos de tercio y nos vamos a las historias de  pueblos en apariencia normales, pero que esconden víboras (para que nos entendamos, El hombre de mimbre o Muertos y enterrados). Aparecen más  personajes, pero también las debilidades más fuertes de la historia: caracteres desdibujados, dispersión argumental, una narración cada vez más lenta y con menos interés (por lo menos para mí), de la fortaleza inicial de Alex se pasa a una extraña pasividad, un chirriante elemento fantástico añadido que en mi opinión fuerza todavía más la credibilidad y un par de preguntas, ¿de verdad era buena idea y narrativamente necesario meter con calzador una especie de triángulo amoroso adolescente que no acaba de cuajar por ninguna parte ya sea por no ser necesario y por el poco carisma del tercero en cuestión? ¿Porqué toda la parte de Rule me resulta tan poco creíble y, por momento, parece sacada de otra novela?

Pese a esto, Cenizas es una entretenida novela de aventuras postapocalíptica. La novela tiene un estilo ágil y rápido (más en la primera parte del libro) y se lee en un momento (la lectura de toda la novela me llevo menos de un día laborable). Buenos momentos de acción, buenas escenas gore, y un argumento que pese a sus lagunas resulta atrayente. Lástima de toda esa segunda parte en el pueblo que me costó tanto creerme y ciertas concesiones al género romántico juvenil que no casan con una historia de terror y supervivencia. ¿Por qué esas concesiones? ¿Es que no se puede escribir hoy en día una novela juvenil sin triángulos, amores, reflexiones sobre la virginidad o tensión sexual en los momentos menos oportunos? Cuesta creer

Creo que para disfrutar Cenizas en todo lo que merece no hay que ser muy exigente con ella y verla más como una de esas películas de serie B que, pese a ver parte de sus costuras, tiene un argumento atractivo y es entretenida.

Muchas portadas para una novela.

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"Ríos de Londres" de Ben Aaronovitch

Ríos de Londres, Ben Aaronovitch, Minotauro, 2012

Peter Grant era como cualquier otro agente novato de la Policía Metropolitana de Londres hasta que recibió cierta información de un testigo ocular en un caso de homicidio. Nada digno de mención si no fuera porque dicho testigo resultó ser un fantasma. Ahora su día a día consiste en negociar treguas entre el dios y la diosa del Tamésis e intentar detener a un espíritu maligno que está sembrando el caos en Londres. Amén de aprender a dominar la magia y lidiar entre su fijación erótica por su compañera de trabajo y la atracción que siente por una joven diosa a la que le gusta jugar.

Llibreria Aqualata, Igualada. Mediados de abril. Elaborando la novedad de mayo de Planeta. Llego a la sección de Minotauro y me quedo mirando esta portada. Y algo se mueve dentro. Leo el argumento, investigo y decido que en cuanto llegue, para casa. Y llega y para casa. La leo en día y medio. ¿Conclusión? Pero qué bien me lo he pasado, qué buena que es, qué divertida, qué inglesa y qué joya más entretenida que espera al lector avispado en las librerías.

Ríos de Londres ha sido una sorpresa muy agradable. Una novela de fantasía urbana donde la ciudad es un personaje más y se muestra en esplendor y vida (me entraron unas ganas locas de ir a Londres a recorrer los escenarios de la novela y eso es buena señal) con un personaje alejado de:

- héroes involuntarios.
- tonticos a los que la aventura les va grande.
- héroes cargados de testosterona.

Peter Grant es un tipo normal que un día ve un fantasma y al siguiente lo trasladan a un departamento especializado en "cosas extrañas". No es un elegido. No tiene un marca que lo conducirá a grandes metas. Es un tipo normal y tranquilo que se despista con facilidad, tiene algo de labia, le gusta soñar con meterse en los pantalones de su compañera de trabajo (adorable) y se siente sobrepasado cuando una diosa mulata (más adorable todavía) siente un especial interés por él. Es un personaje bien trabajado, carismático, con gracia y con el que el lector se identifica rápido.

Su jefe en el nuevo departamento entra de lleno en esa raza de tipos misteriosos donde se da la mitad de información al lector y la otra mitad ira apareciendo en sucesivas entregas. No es que se aun personaje muy original, pero es efectivo y se gana la complicidad del lector. Como las chicas en danza: atractivas, inteligentes, independientes, divertidas, sexuales... y el autor consigue la gran alquimia de no crear un triángulo amoroso, de no convertir el encuentro de las dos chicas en una competición por los cariños del protagonista y sentar las bases para una amistad entre dos mujeres basada en el simple hecho de que se caen bien. El resto de secundarios funcionan a la perfección en el mecanismo de la novela y el villano es grande.

El argumento es interesante, es intenso y es original. Magia, venganza y fantasmas. Una buena mezcla de fantasía con los recursos de la novela de detectives de toda la vida. Juega muy bien con las localizaciones y los rincones secretos de la ciudad. Y consigue eso tan difícil de conseguir un mundo fantástico original partiendo de elementos conocidos. La misma idea de los diferentes dioses y diosas del Tamesis es brillante. La dualidad masculino / femenino enfrentados por cuestiones políticas. Los trolls viviendo en la ciudad como sin techos. Vampiros que absorben energía. Mortales viajes en el tiempo. Incluso una escuela de magia donde se aprende a dominar los elementos mágicos muy poco a poco. Pero, siempre hay un pero, la novela se resiente de ser en ocasiones algo confusa y querer explicar demasiadas cosas en poco espacio.

Pero lo que más me ha gustado es el tono en el que está escrita la novela. Con una estructura que la acerca a la primera temporada de una serie televisiva (presentación de un mundo, protagonista, mentor, chica, villano, trama principal, algunas secundarias que acaban enlazando con el argumento madre, etc.) tiene un tono que sin escatimar momentos de gran violencia y turbación (el segundo asesinato es muy duro) es ligero, por momentos cómico y excéntrico. Para que nos entendamos, me recuerda a ese tono pop de Los vengadores (pero sin la adorable Diana Rigg), Doctor Who (no en vano el autor fue guionista de un capítulo) y su hija Torchwood, con toques de Pratchett y Fforde y el ambiente policial de Life on Mars. Es un tono entre el sano cachondeo, la seriedad con la que lo viven los personajes, una magia exenta de prejuicios y un humor y unos personajes muy ingleses. Y enlazándolo con la tradición mitológica, histórica y teatral inglesa.

Ríos de Londres ha sido una buena y entretenida lectura. Una novela que he disfrutado y que ofrece una forma diferente de encarar la fantasía urbana. Una novela con un tono divertido, llena de regusto pop, con personajes carismáticos y una joven diosa de los ríos con la que perderse.

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PD. Si alguien busca a Harry Potter en estas páginas guiado por la frase de Diana Gabaldón en la portada, se llevará un chasco. Al niño mago no lo veo por ninguna parte... ni en personajes, ni en estilo, ni en historia o tono.

"Starters" de Lissa Price

Starters, Lissa Price, Destino, 2012

La distopía está de moda. Futuros pesimistas, sociedades controladas, antiutopías. Gran parte de la nueva literatura juvenil bebe de las fuentes de la distopía para crear sus estructuras narrativas y gran parte de ellas, o por lo menos gran parte de la que me he ido encontrando, sigue los mismos principios: sociedades totalitarias, control masivo de la sociedad, protagonista femenina que acabará erigiéndose como símbolo de una resistencia, chico guapo en bando contrario, etc. Esto acaba provocando que todo se acabe pareciendo y se bufe cuando aparece algo nuevo con el epígrafe "novela distópica".

Por suerte aparecen novelitas como Starters, que sin ser una maravilla, por lo menos busca diferenciarse de las demás distopías buscando un nuevo camino. ¿Cuál? Una guerra bacteriológica que acabó con la población entre veinte y sesenta años. A los menores y mayores se les vacunó contra ese virus por considerarse los segmentos de la población que corrían más riesgo. Y sólo sobrevivieron ellos. Ahora... una sociedad dividida entre viejos ricos y sus nietos y chavales vagabundos sin familia que abogue por ellos. Callie es una de esas muchachas que viven al margen de la sociedad con su hermano pequeño enfermo. Necesita comer, necesitan medicinas, necesitan un hogar. Y para esto, necesitan dinero. ¿Dónde? En la empresa Destinos de Plenitud ofrecen una alternativa; alquilar tu cuerpo para que las mentes de ancianos aburridos las ocupen y puedan volver a sentirse vivos. Callie acepta el negocio, pero algo sale mal.

Starters me ha gustado. No esperaba gran cosa (pocas veces espero gran cosas de las novelas que empiezo... me gusta mantener las expectativas bajas) y, oh sorpresa, una novela bien escrita, con ritmo, con gracia, que va al grano, presenta un mundo interesante y consigue que toda la historia del cambio de mentes resulte creíble. Con protagonista con agallas, hija directa de Katniss, que sabe cuáles son sus prioridades (hermano - sobrevivir - el chico si queda tiempo), momentos de acción sin ser explosivos, algún buen secundario y un aire de technotriller a lo Michael Crichton muy agradable y saludable.

La novela basa gran parte de su estructura narrativa en la sorpresa y el giro argumental. Conducir al lector por un camino y dar una vuelta y otra y una sorpresa tras sorpresa y... Es arriesgado. Y en ocasiones funciona (los desmayos de Callie y su significado, por ejemplo), pero en otras la trama chirría. Explico.

El principal problema de la novela es que tanto giro argumental acaba pasando factura a la credibilidad de la historia. No al argumento en sí, sino a algunas de sus partes. Pero, en mi opinión, el principal problema de la novela está en un final que depende demasiado del "deus ex machina" y tiene ese puntito irritante de algunas historias de "pese a todo, el sistema funciona". A partir del momento en que se sale de la Institución 37 (y lo injustificado de lo ocurrido al personaje de Sara... no era necesario), para mí la novela baja en intensidad y se entra en un final que con sus puntos de interés roza lo poco creíble. Demasiada coincidencia, demasiado rápida la solución. La sensación es de forzado... Eso sí, me quito el sombrero ante la crueldad final.

Los personajes en líneas generales funcionan. La prota, como he dicho antes, no es de las que se dedica a mojar braga cada vez que entra el guapo en escena y se muestra resuelta y decidida (aunque alguna de sus decisiones entre en contradicción con ella misma). El chico guapo es más de lo que en un primer momento parece. Y los personajes que rodean a ambos son efectivos y bien resueltos. En esto incluyo al malo malísimo... la autora consigue sortear un villano de los que hablan en demasía, son confiados o se regodean en su maldad... más que nada porque El Viejo no considera que esté haciendo nada malo... al contrario...

Lástima que no profundice en la sociedad que presenta (¿qué pintan los Renegados? ¿qué los diferencia de los Starters?) aunque de vez en cuando deja caer algún recuerdo de Callie en relación con la famosa Guerra de las Esporas que da un poco más de trasfondo a la historia, aunque el resultado general de esa guerra cueste de creer. Y lástima de ese atisbo de triángulo amoroso que se establece entre Callie, Blake (el chico) y Michael (el amigo) que no aporta mucho a la historia. ¿Concesión a la audiencia? No era necesario y la historia no lo necesitaba para nada. Lástima también de un romance que en algún momento suena artificial (toda la historia de Cenicienta), pero con un par de giros prometedores para sus continuaciones. Lástima de que en algún momento la sensación de lectura es más de ir añadiendo y lo que salga a una planificación cuidada. Lástima que el gran giro del final haga que partes de lo que ha sucedido antes se resienta y parezca inverosímil. Y lástima que en ocasiones la historia pase a ser más una versión de Cenicienta en el universo de Gossip Girl que la historia de una muchacha decidida que lucha por salvar y proteger a su hermano.

¿Y ha pesar de todos estos "lástimas" dices que Starters te ha gustado? Sí, a pesar de sus evidentes desgarrones argumentales y sus defectos, he encontrado en esta novela una lectura rápida, agradable, entretenida, extrañamente adictiva, bastante rara en su concepción e historia, por momentos innecesariamente crueles con algún personaje, su punto cursi y un final, aunque casi imposible, cínico y bastante pesimista.

A ver qué depara su continuación y, en principio, final.


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"Tú & yo aquí, ahora" de Jay Asher y Carolyn Mackler

Tú & yo aquí, ahora, Jay Asher y Carolyn Mackler, Montena, 2012
Tu & jo aquí, ara, Jay Asher i Carolyn Mackler, Estrella Polar, 2012

1996. Una pavisosa obsesionada con el físico de los tíos instala en su ordenador, símbolo del sentimiento de culpa de un padre ausente que ha empezado una nueva vida, su primer acceso a ese misterioso mundo que es internet. Nadie sabe por qué, ni cómo, aparece una ventana que le muestra su muro de facebook quince años después. ¡Oh, sorpresa! No es feliz. Así que decidirá empezar a cambiar su presenta para cambiar su futuro. Y, claro, no estará sola en la aventura. Un pavisoso que eran amigos, pero ahora es más complicado, le ayudará y discutirán y bla bla bla. Total, todo para descubrir que el futuro no está escrito y que lo que importa es el presenta. Para llegar a esta conclusión se lo digo yo de buenas a primeras y nos ahorramos trescientas y pico páginas.

Me parece que mi opinión sobre la novela que se han marcado el binomio Asher / Mackler ha quedado clara. No me ha gustado. Nada. Lo que se conoce como irritación desde la primera línea con estupor y algunos temblores. Y acentuados cuando uno se da cuenta de que el perpretador masculino de esta obrita es el mismo que escribió Por trece razones, una de las mejores novelas realistas leídas en los últimos tiempos. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde se fueron la preocupación por el estilo y la estructura? ¿Do están los personajes trabajados y la historia bien explicada? Porque Tú y yo aquí, ahora casi no tiene ni personajes, ni historia, ni estructura y lo que tiene, de convencional, clama al cielo. Es una novela que parece escrita con desgana y que se lee con una voz en la cabeza que te va repitiendo, si podrías estar mirando una pared, ¿qué haces leyendo esto?

Vayamos por partes.

La historia... un puente mágico que conecta presenta con futuro. No se sabe por qué, ni cómo, ni debido a qué. Como creo que ya dije en otra parte estos planteamientos me cuestan mucho de tragar. Chocan de forma directa con el mínimo de credibilidad que le pido a toda historia. Algunas consiguen reflotar gracias a un sano sentido del humor como en Gimme a call, otras se hunden en su no historia como Els secrets extraordinaris... Tú & y yo aquí, ahora pertenece a esta segunda categoría. El eje argumental no resulta creíble (mete por lo menos un rayo en el ordenador...) y a partir de ahí la historia se resiente. Y más cuando los dos protagonistas reciben ese destello de fantasía con un mínimo recelo y al día siguiente ya aceptan esa ventana al futuro.

A partir de aquí la ¿historia? se desenvuelve en terreno predecible, convencional y manido. Cada uno de los pasos, de las escenas, diálogos, situaciones, personajes y giros argumentales los hemos leído en un montón de novelas o visto en películas explicados con los mismos recursos. No hay un asomo de originalidad, de mirada nueva a viejos recursos, de intentar darle una vuelta al tópico. Todo se desarrolla de A a C pasando por B con un montón de bostezos por el camino.

Pero una historia convencional y manida pueden salvarla personajes bien construidos, poliédricos, complejos... Lástima que en este caso Jay Asher se olvide de la filigrana con la que construyó los personajes de su anterior novela, y el armazón de pavisosa y pavisoso (que responden a los nombres de Emma y Josh) sea tan endeble. Una, obsesionada con quién se va a casar y con el físico de los tíos. El otro, skater que pasa de popularidades, pero en cuanto ve una rendija de escalar, la aprovecha. ¿Y todo para qué? Para acabar en el mismo lugar donde empezaron, pero abrazados. Personajes que no evolucionan, que siguen anclados en los mismos sitios y cuyos únicos pasos son hacer las paces con los padres o devolver al buen camino a las amigas descarriadas. ¿Un camino a la madurez? Lo siento, no lo veo.

Secundarios conocidos... la amiga más simpática y que no engorda con nada con sus problemas de novios, el novio nuevo de mamá, la hermanastra recién nacida a la que no quiero conocer, el secreto del hermano, los populares, etc. Nada nuevo ni destacable. Nada que no nos hayan explicado antes en millares de sitios con las mismas palabras.

Puntos de vista alternos en una primera persona del presente en mi opinión mal aprovechada y algo confusa. Estilo pobretón. Repetitivo, alargado, lento...

Muchas referencias a la cultura americana de mediados de los noventa  cuando facebook no existía e internet daba sus primeros pasos masivos. Y facebook, claro. Un anuncio de trescientas páginas de facebook. Las transcripciones del muro de los protagonistas, que en principio son la pista para ver si son felices o no en el futuro, suenan falsas y forzadas. No me creí ni una sola de las actualizaciones (parecen escritas por alguien que no sabe utilizar facebook) y para ser el eje de la fantasía, creo que está muy mal aprovechado.

Resumiendo, Tú & yo aquí, ahora ha sido un chasco importante y más teniendo como referente la anterior novela de Jay Asher. Una historia sin historia. Convencional hasta la nausea y sin gracia ni estilo. Una lástima.



"Ready player one" de Ernest Cline

Ready player one, Ernest Cline, Ediciones B, 2011

Reseña para Mara Oliver, que me puso en la pista de esta novela.

Intentar resumir el argumento de esta novela es complicado y más porque puede destruir la sorpresa de adentrarse en esta historia sin saber muy bien qué se va a encontrar. Mi lectura fue la de alguien que no sabía nada del libro y que acabó entre sorpresa y maravilla. Para dar una idea, tres puntos.

1. Oasis, miles de universos virtuales en una red social que lo es todo.
2. Una búsqueda del tesoro.
3. Los años ochenta.

Ready player one no es una de las mejores novelas que he leído este año, pero sí una de las que más he disfrutado. Puro sentido lúdico de la literatura y del género. Festival de referencias / homenajes / copias / remakes y etc. a toda la subcultura geek, freaky y nerd. Vídeo juegos, rol, películas, música, libros, ilustradores, series de television, etc. Homenaje continuo a los años ochenta. Distopía diferente en un momento en el que parece que el género está reducido a chicas con más o menos personalidad luchando contra un gobierno despótico, y que demuestra todas las posibilidades que tiene un género. Novela de ciencia ficción, de aventuras, de fantasía, de thriller conspirativo, etc.

Y todo partiendo del clásico argumento de la búsqueda del tesoro. Dentro del juego, la posibilidad de hallar un "huevo de pascua" que otorgará el poder sobre el juego y convertirse en multimillonario. La competitividad, la amistad y la aparición de una oscura empresa enemiga que quiere el control y que no se detendrá ante nada. Y el amor, claro.

Con personajes bien construidos y diseñados... fracasados sociales que en el mundo virtual se convierten en héroes. Es fácil empatizar con el protagonista y sus diferentes amigos y dejarse arrastrar por el universo de guiños y complicidades que hay tras cada página. El rol de los ochenta, Godzilla y Ultramán, Juegos de guerra, Indiana Jones, los salones recreativos, los caballeros que hacen Ni...

Y sin ser gratuito. El peligro de este tipo de historias tan fuertemente referenciales, es que todo quede en la gracia de adivinar a qué se refiere y poco más. O que si no se entiende a qué película hace referencia, el lector se sienta perdido. Ni una cosa, ni otra. La novela se articula sobre la referencia, pero sin depender de esta. El argumento es lo suficientemente poderoso como para funcionar por sí mismo como una excelente novela de ciencia ficción y aventuras. Y las referencias no están para dar placer al freaky, sino como motor de la narración. No son una excusa, sino un medio para explicar una historia de amor y amistad.

¿Y si tan bien me lo he pasado, por qué digo que no es una de las mejores novelas que he leído? Porque por muy bien que lo pasara, por muy poco objetivo que pueda ser con esta novela (me crié en los ochenta, siempre he querido tener un DeLorean, he visto no se cuantas veces Juegos de guerra, recuerdo cargas cintas para jugar en el ordenador, amo a Godzilla, etc), reconozco que la novela no tiene un estilo literario que destaque en demasía, pero resulta efectivo y directo y no aburre en ningún momento. Es un poco demasiado larga y la descripción de las escenas de acción son... bueno... algo "patilleras" y no están muy trabajadas.

Pero da igual... porque el disfrute de sus hallazgos, de su sentido de la aventura, de sus referencias es mucho mayor que un estilo demasiado átono o alguna página de más. Para las criaturas de los ochenta y lectores sin prejuicios que busquen unas páginas para pasarlo bien, reírse y disfrutar.

Ready player one... Insert coin.



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