"Meridian" de Amber Kizer

Meridian, Amber Kizer, ed. Versatil, 2010

Lei Meridian hace unos seis meses. En concreto en dos noches de finales de junio en las que A. trabajaba y yo me absurdizaba en casa (es lo que me pasa cuando ella no está). La lei con calma, en mi butaca preferida y con el sonido de los petardos de Sant Joan de fondo. Y al acabarla me di cuenta que podía resumir esta novela en una sola frase:

Meridian es un rollo.

Es una novela como todas, con la misma estructura de todas, con los mismos personajes de todas, pero con una ventaja:  es unas cien páginas más corta que las otras. Mientrás la leía no podía evitar que por mi cerebro correria, bueno, trotara un pequeño Homer Simpson diciendo aquello de "me abuuurro". Como hace tiempo que la leí, pongo el argumento que la editorial colocó en la contraportada.

Meridian siempre ha sido una marginada. Dondequiera que va, la muerte y el dolor la acompañan. El día de su decimosexto cumpleaños, un coche se estrella frente a su casa y, aunque ella no sufre ni un rasguño, un dolor insoportable invade su cuerpo. Sin apenas tiempo para recuperarse, Meridian descubre que es un peligro para su familia y que debe huir a casa de su tía abuela en Revelation, Colorado. Allí conoce el secreto que sus padres le han estado ocultando toda su vida: es una Fenestra, el eslabón entre lo humano y lo divino que une el mundo de los vivos y el de los muertos.

Las veinte primeras página de Meridian me gustaron. Abrian la puerta a una historia oscura, triste, tenebrosa y que parecía acercarse a la literatura de terror. Los animales muertos, el miedo de la famila, el accidente de coche, el viaje al autobús y el encuentro con el anciano hacían que mi escepticismo hacia la novela se fuera convirtiendo en agradable sorpresa. Pero entonces la protagonista llega a un pueblo que se llama Revelation y conoce a un chico brusco de pasado atormentado y a su tía abuelita encantadora y hay un malo muy malo muy malo y todo se convierte en lo de siempre.

Quizá el problema sea mío. Recuerdo que la lectura se convirtió en algo tedioso a la espera de alguna sorpresa, algo que fuera diferente y que me hiciera decir, mira, esto no me lo esperaba. Pero no. Todas las buenas vibraciones que me dieron esas veinte primeras páginas se diluyeron en nada; la obra se vuelve tópica y previsible.

- La protagonista descubre qué es eso que la hace especial y lo acepta en un par de frases en la ya conocida escena de "anda, soy un (añádase lo que cada novela necesite), eso explica muchas cosas".
- La tensión entre el chico borde, pero muy guapo con la prota que ya podemos imaginar cómo se resuelve. Y este sí que es un muchacho que cumple a rajatabla eso de callado está más guapo. Eso sí, se agradece que no haya ningún trío amoroso. Claro que con los cuatro personajes que salen, sería raro (aunque muy interesante... realmente me hubiera sorprendido que de repente exisitera una tensión sexual entre Meridian y su abuela).
- La anciana que sabe todo, que es muy maja y más buena y con un carácter... vamos, una Obi Wan Kenobi más.
- El malo más malo que la tiña que se ve a dos mil páginas de distancia y al que sólo le faltaba colgar un cartel que dijera, "El malo de la historia".
- Las moralinas y el mensaje conservador.

Quizá como he dicho antes, el problema sea mío. Cuando me empiezo a leer una novela voy limpio de prejuicios y sólo pido que haya algo que me sorprenda. Y si no es así, que me divierta. Meridian no me proporciona ni una cosa ni otra. Los personajes son estereotipos que podemos encontrar en cuatro de cada cinco novelas, la intriga es inexistente, la narración es torpe y descuidada, el dibujo de los personajes es incexistente, las situaciones rozan en ocasiones lo absurdo (todo lo del malo huele a postizo y a previsible... y sus apariciones... es como uno de esos malos que hablan y hablan y hablan dejando que los buenos se recuperen de las heridas o ideen un plan para escapar, y mueve mucho las manos y la cara y es muy exagerado y está todo el rato dándole que te pego a que es malo y vendrá la oscuridad y os haréis caquitas de miedo y uhhhhh...). Pedir un mínimo de sorpresa y diversión no creo que sea tanto.

Y ahora iba a decir eso de que Meridian no es una mala novela, sino que no me ha interesado. Pero pensándolo bien... de la historia de la fenestra ésta he dicho que me ha parecido:
- poco original
- aburrida
- tópica
- moralista
- estereotipada
entre otras cosas.

Y eso conduce a una simple idea: Meridian es una mala novela que sólo acabarla cayó en la sección mental de libro perfectamente olvidables y prescindibles. Quizá era por esto por lo que no había escrito su reseña.

"Sukkwan Island" de David Van

Sukkwan Island, David Vann, ed. Alfabia, 2010
Sukkwan Island, David Vann, ed. Empúries, 2010

Premi llibreter 2011

- Por tu culpa y a mi edad voy a tener que ir al psicólogo. Buenísima, pero menudo rato me ha hecho pasar.

Con esta frase un cliente habitual de la librería me hizo sabe su opinión del libro que le había recomendado y que a mí me venía avalado por el comentario elogioso de un compañero en cuitas librescas. Me la llevé un fin de semana a casa y... joder... Sukkwan Island ha sido una de las lecturas más fuertes y estimulantes de este año, pero también de las más complicadas de leer. Y aviso, no es una novela juvenil y no es una novela para todos los públicos. Quien busque una novela complaciente, una novela que "enganche", que haga pasar un buen rato que miré en otra parte. Sukkwan Island es una novela dura, triste y fría. Y apasionante, hermosa, estimulante y duradera.

Un padre y su hijo de trece años. Una pequeña isla en Alaska. Un año por delante. Una oportunidad para estar solos, sobrevivir en un entorno hostil y afianzar lazos. Pero poco a poco las duras condiciones de vida, errores garrafales y estúpidos, la claustrofobia, la soledad, los silencios y tener que llenar con algo las horas convierten la convivencia en algo duro, asfixiante e insostenible.

Y hasta aquí puedo leer. Porque si yo he pasado lo que he pasado con los giros de la novela, vosotros lo pasáis igual.

Sukkwan Island habla de muchas cosas con la sutilidad de las buenas obras literarias. Un lector avispado puede rastrea en esta novela semibiográfica temas evidentes como la muerte, la soledad, la desolación y, sobre todo, la paternidad. Jim es el ejemplo perfecto de mal padre: abusivo, egoista, autocompasivo, infantil, etc. La típica persona que no debería ser padre, cuya vida está siempre en otra parta y que siempre llega tarde. Sus instintos suicidas, sus salidas de tono, sus lloros por la noche, las confesiones incómodas a su hijo Roy. Y un hijo que sabe que esta aventura irá mal y que actúa como padre de su padre. Un adolescente que no solo tiene que cargar con sus propias inseguridades, sino que tiene que aguantar a un padre que actúa sin pensar, que no sabe planificar y qué no sabe qué es ser padre.

La novela es fuerte y acerada. Con un estilo seco que lleva a David Vann a ser una especie de heredero de estilo de Dashiell Hammet, de Cormac McCarthy o del mejor Hemingway. Un uso muy inteligente de la descripción para envolver, para convertir al paisaje de la isla en otro personaje más, para que el lector sienta frío. Y, aseguro, que cuando leía esta novela sentía el mismo frío que me invadió al leer cuentos de Jack London. El paisaje se presenta como correlato perfecto para una novela fría y desoladora. Al igual que los personajes, el lector no encontrará un asidero en descripciones más o menos bubólicas o exaltaciones del paisaje. Hace frío, el viento corta y la niebla moja.

Sukkwan Island se eleva como una de las mejores y más provechosas lecturas del año y una de las más desasosegantes. Hacía tiempo que no estaba tentado de cerrar un libro como en la segunda parte de esta historia. Es una novela dura que en manos menos hábiles no se hubiese aguantado y hubiera caído en el tremendismo y en el melodrama. Un ejercicio de estilo y un viaje a los infierno. Sin esperanza y sin redención.

"Drachenfels. Una novela de Genevieve la vampira" de Jack Yeovil (seud. de Kim Newman)

Drachenfels. Una novela de Genevieve la vampira, Jack Yeovil (seud. Kim Newman), incluia en volúmen Genevieve la vampira, colección Ómnibus Warhammer, Timun Mas, 2010

Primera novela protagonizada por la fascinante figura de Genevieve Dieudonné, la fuerte y hermosa vampira de seiscientos sesenta y tres años felizmente ideada por Jack Yeovil (seudónimo del escritor y periodista inglés Kim Newman) para una serie de novelas del sello Warhammer.

Mi primer contacto con las novelas del sello Warhammer se lo debo al insigne Capitán Chistorra que me prestó un par de novelas protagonizadas por los sutiles y cariñosos Gotrek y Félix tituladas Matatrolls y Mataskavens y que iban sobre dos personajes que se dedicaban a matar trolls y skavens. Me encontré con una novelas honestas en la relación título/argumento y que daban lo que prometían:  violencia, monstruos, tortas, muertos, mata-mata, destripamientos, más muertos, sangre, mucha sangre, todavía más sangre y aún más sangre aún. Novelas que no son lo mejor que he leído en fantasía, pero me proporcionaron unas tardes de mucha diversión. Y me sirvieron para entrar en el mundo Warhammer; un universo sucio y violento donde los buenos duran quince páginas, los protagonistas o son grises oscuros o son malos malísimos y donde los enemigos son más malos todavía. Un universo poco sutil, lleno de mala leche, de tripas voladoras, mutantes asquerosos y según qué autor, con un sentido del humor más bien cafré.

Pues bien, mi última lectura pertenece a ese universo, pero como una rara avis. Me refiero a la saga  de cuatro libros de Genevieve, la vampira que escribió Kim Newman bajo el seudónimo de Jack Yeovil y que ahora Timun Mas ha recopilado en un solo volumen. Y, la verdad, me ha gustado mucho. No es una obra perfecta, pero al universo Warhammer no le pido perfección literaria, sino diversión. Y de esto, la primera aventura de Genevieve tiene mucha.


Veinticinco años atrás Genevieve derrotó junto a sus compañeros al poderoso mago Dranchefels. Ahora, Oswald ,el héroe de aquella importante batalla, la invita junto con el resto de sus compañeros supervivientes al estreno de una obra de teatro basada en aquellos sangrientos y terribles acontecimientos y que ha escrito el afamado actor y autor Detlef Sierck. El estreno se producirá en el mismo escenario de la derrota y será el acontecimiento del año y lo que otorgará la inmortalidad a los héroes. Naturalmente, unos asesinatos y una desapariciones no serán los mejores augurios para un tranquilo estreno.

Drachenfels juega a sorprender y a subvertir de forma algo gamberra el género. La novela empieza donde la mayoría de las novelas de fantasía acaban: con la derrota del mago malo. Las veinticinco primeras páginas narran con todos los elementos y tópicos la típica batalla final. Hay un malo muy malo que debe vencerse, unos personajes que buscan venganza, otros que buscan fama, y otros que buscan fortunas. Podemos encontrar un guerrero, un mago, un asesino, un enano, etc. Hay trampras mortales, monstruos horribles, muertes de los compañeros, traiciones, sangre, vísceras, locura y tortas. Todo es muy bestia, muy exagerado, sangriento y barroco. Tanto que no puedo dejar de pensar que en este estupendo prólogo hay mucho de cachondeo y de parodia. Newman consigue que en un momento entremos como lectores en ese mundo y decidamos acompañar a unos personajes que parecen sacados de una partida de rol.

Al acabar este prólogo, saltamos veinticinco años y asistimos a los actos de conmemoración de la derrota del malo malísimo. Aquí aparecen los supervivientes de aquel enfrentamiento y la novela entra en otro terreno y empieza a desplegar diferentes niveles de lectura y a utilizar elementos de distintos géneros. El propio autor explicita esto en el prólogo que acompaña la edición de Timun Mas.

"Vi el mundo de GW como un escenario (...) que podía usarse para muchos tipos de historias, e irlas tachando todas, una a una: terror, farsa, detectives, de policías, misterio, acción, musical, cómico, comedia romántica, película del oeste, de samuráis."

Así, en lo que a primera vista podría parecer una novela de fantasía más nos encontramos que en realidad se trata de una estupenda y muy divertida amalgama de diferentes géneros:

- El de la fantasía pura.
- Una novela de misterio al más puro estilo de Agatha Christie o Dorothy L. Sayer. Un lugar, unos invitados, un muerto y alguien es el asesino.
- Una novela de terror.
- Un puntito de romance.
- Y una recreación de la figura y la obra de Shakespeare en el marco del ultraviolento universo de Warhammer. Tengamos en cuenta que toda la obra se estructura en la idea de representar una obra de teatro sobre unos sucesos reales. La vida transformada en teatro y revivida. Kewman juega mucho con esta idea y, aunque quizá no la exprima en todas sus posibilidades, la convierte en algo muy atractivo y original.
- Y otros que dejo al lector.

Esta mezcla de géneros confiere a la novela una viveza y una fuerza que otras obras de Warhammer no tienen y que se limitan más a abrir la cabeza del bicho de turno. Pensemos que estamos ante una novela donde no hay grandes batallas ni continuas escenas de acción. Casi todo el peso recae en una importancia tremenda del diálogo y a la caracterización psicológica de los personajes. De todos los personajes. El ejemplo más claro sería el del enano Vargr Breughel, personaje trágico en sí mismo. Eso sí, tampoco se asusten los aficionados y crean que Kim Newman ha convertido el universo Warhammer en una comedia de Neil Coward. Hay diálogo, misterios, sutilidad, buenos personajes, muchos grises, pero tambíen mutantes, matanzas, piedra de la disformidad, casquería, acción y peleas.

Y está, claro, Genevieve. Seiscientos años de edad, pero con apariencia de muchacha de dieciséis. Con la sed roja latiendo. Con muchos grises. Con su fuerza, su violencia y su erotismo. Y eso que creo que en esta novela Genevieve no desplega todo su encanto y fuerza de personaje.

Eso sí, no todo es perfecto, claro. Quizá se entretiene un poco demasiado en los detalles y hay un momento en la novela que se produce un pequeño vacío narrativo en el que las cosas podrían haber pasado un poco más deprisa. Pero pecata minuta. Drachenfels es una entretenida novela de aventuras y fantasía. Da un par de tardes entretenidas entre una carismática vampira, monstruos, sangre, asesinatos, teatro y mutantes. No es una gran y elavada obra literaria, pero da lo que promete y entretiene al lector. Es honesta, no es pretenciosa y es divertida. Y esto, actualmente, es mucho y hay que valorarlo.

"El tributo" de Holly Black

El tributo, Holly Black, ed. Alfaguara, 2010

En una dimensión paralela tengo mucho dinero. Pero mucho. Mucho. Tanto que la gente me odia y me detesta por el dinero que tengo, pero que no puede hacer otra cosa que pelotearme y adorarme. Como tengo tanto dinero y me aburro, me dedico a gastarlo en proyectos absurdos: construir el rascacielos más bajo del mundo, amaestrar un coro de bailes de dodós (a lo que he vuelto a la vida gracias a los avances en ingeniería genética) y producir doce películas a doce directores de cine diferentes partiendo de un mismo argumento sólo para ver las diferencias de óptica, la personalidad y como con los mismos materiales se construyen historias distintas.

No, no estamos en mi otro blog y nos encontramos ante una de esas entradas que suelen catalogar como absurdas y que para mí son postrealistas. Estamos a las puertas de la reseña de El tributo, una novela que podría compartir reseña argumental con aquella nada que es Alas: la historia de una chica que se cree normal hasta que se descubre alas y que sin comerlo ni beberlo se encuentra en medio de una antiquísima lucha entre seres fantásticos. La similitud entre ambas novelas termina aquí. Porque mientras que Alas es la soseria personificada, El tributo se convierte en una de las grandes revelaciones de este año y una apasionante novela de aventuras y magia.

Y lo hace subvertiendo los tópicos a los que nos ha acostumbrado la actual novela juvenil: la protagonista tiene personalidad, es feroz, independiente, fumadora compulsiva, bebedora, angustiada, desilusionada y hace lo que le da la gana pasando de los consejos de amigos, familiares o del chico de turno. Kaye se gana la simpatía del lector desde las primeras escenas y el lector desea seguir en compañia de esta hija de una fracasada estrella de rock que descubre que el mundo mágico con el que se evadía de pequeña está tan podrido como el de los humanos. Porque otro acierto de la novela es que desde su inicio la protagonista es consciente del elemento maravilloso, en este caso el reino de las hadas. De una forma extremadamente elegante y en un par de frases bien construidas nos ahorramos todo ese rollo de la protagonista medio tonta investigando, descubriendo y preguntándose si se ha vuelto loca. En el caso de Kaye, el mundo de las hadas es algo que pertenece a su vida desde pequeña. Los secretos a descubrir son otros.

El chico de la película sí que podría entrar en la categoría del callado/misterioso, pero al menos tiene una justificación para ello. A este tipo lo han puteado mucho. La relación que se establece con Kaye entra de lleno en el juego de poder y dominación, con la gracia de que los papeles entre ellos se van alternando. El resto de los personajes también juegan a desmontar falsas impresiones en el lector: la mejora amiga traicionada, el tercero en discordia que lucha por no serlo, la familia desestructurada, etc.

Y las hadas. Holly Black se aleja de los tópicos sobre estos seres alados y dejan de ser encantadoras criaturas que revolotean por la noche. Apoyándose en la tradición de los cuentos populares, las hadas de su novelas son seres crueles, despiadados, hemosos y deformes, traicioneros, falsos, hipócritas, mentirosos violentos y crueles. Una lucha de poder se establece a tres bandas entre el Reino Oscuro, el Reino Luminoso y las hadas libres. Y ningua de estas tres facciones está libre de pecado. Todas son corruptas, pero con atisbos de humanidad (permitid este adjetivo aplicado a criaturas mágicas). La imaginación de Holly Black se manifiesta en su esplendor en el retrato de este mundo creando criaturas maravillosas y repulsivas o físicos extraños (no en vano Holly Black es coautora de esas deliciosas novelas que son las Crónicas de Spiderwick y donde encontramos este mismo nivel de imaginación).

El tributo es una novela oscura, violenta y cruel. El que espere apasionada historia de amor, saltitos por el bosque o páginas y páginas de una protagonistas indecisa entre dos amores, no es su novela. Aquí encontramos lucha por la supervivencia y momentos de sumisión y crueldad (toda la vivencia del personaje de Cornelius, por ejemplo). Y, además, con destellos y buenos momentos de humor. Con buenos personajes, con un buen argumento y con un buen mundo. Tres elementos imprescindibles para una buena novela de aventuras.

"Sueño del Fevre" de George R.R. Martin

Sueño del Fevre, George R.R. Martin, ed. Gigamesh, 2009

Esta novela de George R.R. Martin data del año 1982. Al año siguiente se publicó en España por la extinta editorial Acervo y durante muchos años estuvo descatalogada y era casi imposible encontrar un ejemplar. Pasaron días y años, como diría aquel, y la editorial Gigamesh decidió reeditar esta novela aprovechando el enorme y merecido éxito que su autor estaba teniendo con su imponente e imprescindible saga Canción de Hielo y Fuego. Para mí la llegada de esta novela a la librería fue un pequeño e íntimo acontecimiento y no pasaron muchos días hasta que me hice con un ejemplar. Lo devoré disfrutando cada palabra y me vi arrastrado a un turbador viaje por uno de los escenarios míticos de la literatura: el rio Misisipi.

Cuenca del Misisipi, 1857. El capitán Marsh recibe una extraña propuesta del misterioso caballero Joshua York. A cambio de su discreción y no hacer ninguna pregunta, Marsh se convertirá en el capitán del mejor y más grande barco que jamás haya navegado por el Misisipi. Joshu York será el dueño, viajará en el barco con unos extraños invitados, pero Marsh será el patrón y verá cumplido su sueño. Marhs acepta, pero pronto las dudas, los recelos y los miedos se impondrán y sus ojos se abrirán a una realidad mítica que parecía imposible. Y la sangre se mezclará con las aguas del rio.

Sueño del Fevre es una de las mejores novelas de vampiros que he leído este año y eso que he leído muchas. No es una novela de terror aunque tenga momentos muy terroríficos. Es una novela que trata de la amistad entre dos hombres diferentes, pero con un sueño común (un concepto de amistad y relación que me recordó mientra la leia a ciertas películas de Howard Hawks) y que recrea y reinventa un espacio mítico para la literatura como es el rio Misisipi. Como se ha dicho y redicho, en Sueño del Fevre se encuentran y se hermanan las figuras de Mark Twain y Bram Stoker bajo la pluma y el talento de George R.R. Martin, uno de los nombres fundamentales de la actual novela de ciencia ficción y fantasía (y cuya influencia es más que evidente en toda la nueva generación de escritores de fantasía épica que están aparenciendo en España). Martin recrea el viejo mito del vampiro que quiere dejar de serlo y lo lleva a nuevas cotas de profundidad psicológica y de terror. Un humano, un vampiro que no quiere serlo y un vampiro orgulloso de lo que es. Una reflexión sobre la amistad, el honor y el monstruo que el ser humano lleva dentro.

He dicho antes que Sueño del Fevre no es una novela de terror (consciente y voluntariamente porque a Martin le interesan otras cosas), pero esto no quita que en la novela nos encontremos con momentos terroríficos (la larga escena de la cena, por ejemplo), con profusión de sangre, con monstruos (donde el ser humano suele llegar a límites infinitos), con acción y con un ambiente y recreación histórica fascinantes.

Una gran novela de uno de los mejores autores contemporáneos.Y un viaje fascinante por un río plagado de historia, leyenda, mitos y el fantasma de Tom Sawyer.

Susana, Susana y Danna. Noticias y novedades

Este no es un blog de noticias ni de novedades. Otros ya se dedican a esto y lo hacen mucho mejor de lo que lo haría yo. Pero cuando en un corto espacio de tiempo se producen tres noticias relacionadas con tres personas de mi entorno (ya sea físico, ya sea virtual, ya sea dimensional, ya sea porque nos salvamos mutuamente la vida y estamos eternamente en deuda, ya sea porque cada uno sabe secretos oscuros del otro y nos controlamos y vigilamos con una fachada de falsa cordialidad, pero en verdad estamos esperando que la otra persona se despiste para ZAS saltar al cuello y bañarnos en la sangre respectiva, ya sea porque nos caemos bien, ya sea porque seamos la avanzadilla de una futura invasión de robots violentos, sexis y provocadores, ya sea por la razón que sea), y a las que aprecio no está mal dedicar una breve entrada.

1) Mis felicitaciones y enhorabuenas a Susana Vallejo por los dos premios Ictineu que le dieron el pasado sábado 27 de noviembre y que convocan las Ter-Cat (las tertulias catalanas de ciencia ficción, fantasia y terror). Los premios son: mejor novela fantástica traducida al catalán por su estupenda Collita negra (publicada en catalán y en castellano por EDB) y mejor cuento traducido al catalán por Un reflexe en la mirada, una divertida y perturbadora historia de amor que podemos encontrar en el número dos de la revista Catarsi (y que mira, me hizo pensar en un viejo corto que vi de Rick Mayall).



Como madrina de este blog (¡si es que soy un blogero con suerte!) no podemos dejar de felicitarla, jalearla, piropearla, silbarla, aplaudirla y recordarle que se ha convertido en la autora que ostenta unos cuantos records de los premios Ictineu. Así a bote pronto:

- A la autora más premiada.
- A la autora más premiada en una misma edición
- A la autora más nominada esta edición.

lo que la convierte en el simbiote perfecto de Katherine Hepburn y Meryl Streep de la narrativa fantástica española y catalana.

(Anda que no se nota que me la quiero un puñao).

 Mirala qué maja y orgullosa ella con sus dos premios. 
Al resto de los premiados mis felicitaciones y aplausos. No nos conocemos, pero seguro que sois unas bellísimas personas.
Foto: Carles Quintana

Felicidades, Susana, y a seguir comiéndose el mundo.

Más información sobre los premios: aquí.Y si alguien quiere la revista, también en el enlace.

2. Otra Susana es noticia. Susana Eevee, editoria del blog Susana escribe (toda una declaración de intenciones porque no engaña a nadie y es que Susana, escribir lo que se dice escribir, escribe) acaba de publicar su primera novela con el grupo Ajec, editorial con un cada vez más interesante catálogo de literatura fantástica y de ciencia ficción. La novela se llama Dos coronas y es un relato de aventuras épicas donde se me ha prometido buenas dosis de mata mata. Todavía no la he leído (pronto, pronto), pero la cogeré con ganas de pasarlo bien y disfrutar.


Supongo que esta semana me llegará por fin a la librería pese a que la novela ronda ya desde hace unas pocas semanas por librerías especializadas y grandes superficies (que es injusto... ¿y la librería independiente general? ¿Por qué al final de la cola?) y podré lanzarme entre sus páginas. No sé nada más del argumento que salen, por lo menos, dos coronas. Y, Susana, si un día alguien te invita y presentas la novela en Barcelona, porfa, que sea un jueves que es mi día libre y podré presentarme allí para conocernos.

3. Hace pocos días leo la estupenda noticia que Danna Gática Martínez (también conocida como Holly A. Deschanel), editoria del blog Desde Nueva York, con amor y de Calaveras en los bolsillos ha decidido soltarse la melena y lanzarse a autoeditar su primera novela Ceniza. Mi aplauso y mi admiración por esa decisión. No he leído ni una sola palabra de esa novela así que desconozco cómo será, pero de momento celebremos la valentía y deseemos el mejor de los destinos. Cuando la tenga entre mis manos, ya leeremos y valoraremos a Danna como escritora.

 Como desconozco si me dejaría colgar una foto suya, como no hay portada de libro, como ni siquiera sé de qué va, pues pongo una foto de una muchacha que comparte un apellido y un cielo gris.

Y una petición: Danna, te pido que me guardes un ejemplar de la primerísima edición que saques. Uno de esos es para mí. Con tu firma y con un dibujito.

En un par de días volvemos con las reseñas de siempre y, si todo sale como está previsto, un par de sorpresas.

"La nevada del cucut" de Blanca Busquets

La nevada del cucut, Blanca Busquets, ed. Rosa dels Vents, 2010
(Imagino que próximamente en castellano y, espero, que en otras muchas lenguas)

Premi Llibreter 2011

Lo reconozco sin vergüenza. Lo primero que me llamó la atención de la nueva novela de Blanca Busquets fue la portada. Más en concreto lo guapa que es esa mujer que aparece en ella y esa mirada serena, confiada e interrogadora y esa casi sonrisa del que sabe algo más que tú. Lo reconozco, me pudo la belleza (lo que también pasó con su anterior novela y con su anterior portada. Muestra aquí). Y es que es muy agradable abrir una caja de novedades y ver esta foto. Y más si se trata de una novela que aparece en el momento justo para romper la sequía lectora que me estaba acompañando desde hacía ya demasiados días.

La nevada del cucut es la historia de dos mujeres, la Tònia i la Lali que viven una existencia paralelas separadas por más de cien años. La Tònia escribe una hojas a la luz de las velas en un lugar perdido de Catalunya. La Lali escribe para sobrevivir en la Barcelona del siglo XXI. Entre ellas se teje un fino puente de palabras y silencios que tejeran su historia respectiva, la historia de su familia y la historia de un pueblo.

Lo primero que me viene a la mente en el momento de hablar de esta novela y de la impresión que me ha dejado es que es una novela hermosa. Y triste. El lector va entrando poco a poco en la historia de estas dos mujeres que en capítulos alternos explican su historia (en primera persona, Tònia y en una tercera muy particular, Lali) y van desgranando sus sueños, miserias, secretos, ilusiones, miedos y, sobre todo, silencios. Porque uno de los temas que estructuran esta novela es el peso del silencio tanto en la persona, como en el entorno. Todo lo que no se pueden decir o lo que no se atreven a decir irá construyendo las sensibilidades de las protagonistas y sus relaciones con los demás. Este silencio que domina toda la novela es hacia ellas mismas y hacia el exterior. Y será un silencio que encontrará eco en los secretos y silencios de los demás personajes y de un pueblo.

Y cada una de ellas encuentra un punto de salvación: escribir. La nevada del cucut es también una novela sobre la escritura, sobre la necesidad de escribir y de comunicarse con un alguien al otro lado del papel. Sobre el dolor físico que supone no escribir y sobre la salvación que es ensuciar papel. Y es especialmente emocionante en el caso de Tònia, una mujer privilegiada en su época por sabe leer y escribir y que lucha a su manera callada y paciente contra los prejuicios de una época ante una mujer mínimamente ilustrada (aclaremos que Tònia es una mujer en una pequeño pueblo perdido entre montañas y eso marca una diferencia muy grande con una mujer de ciudad de la misma época). Es una libro sobre la literatura y sobre el poder salvador de ésta.

Además de hablar de la memoria, de la recuperación de la memoria, de los malos días en un instituto, de la injusticia y, naturalmente, del amor. Pero todo esto escrito y explicado con gracia. Porque La nevada del cucut es una novela bien escrita. Con amor al lenguaje y con gracia por la palabra. Es una novela que se lee con facilidad, pero exigiendo un punto de atención al lector, invitándolo a entrar en ese juego de historia dentro de historia y de recuerdo dentro de recuerdo. Un recuerdo invita a otro recuerdo y la ascensión a una montaña lleva a recordar una conversación que conduce a una mirada. Dos narradoras para una historia y Blanca consigue individualizar a ambas voces. Historias paralelelas, pero mujeres únicas.

Y todo con la figura omnipresente de la gran Caterina Albert, autora de Solitut, una de esas obras literarias que justifican por sí solas la existencia del ser humano y una de las novelas más importantes de la narrativa europea del siglo XX. La nevada del cucut se puede leer como un gran homenaje a la figura y el genio de Caterina Albert y un homenaje a las mujeres que empuñaron plumas en épocas en que eso era cosa de hombres y para hablar de temas que una mujer no tenía que saber.

Vamos, que me ha gustado y he disfrutado con la lectura de La nevada del cucut, una buena novela de Blanca Busquets, una novela sobre el silencio y la literatura. Una novela sobre esa memoria que no es necesario recuperar, sino devolverle la voz y la fuerza.

Després baixà lentament el regatell i sense afegir altre mot, sense tombar la cara, sense res més que la roba de l’esquena, la dona, èrtica i greu, amb el cap dret i els ulls ombrívols, emprengué sola la davallada.
Les filtracions de la solitud havien cristal.litzat amargament en son destí.
Solitud, Caterina Albert, ed. 62

"El libro del día del juicio final" de Connie Willis

El libro del día del juicio final, Connie Willis, ed. La factoria, 2008
El libro del día del juicio final, Connie Willis, ed. Zeta, 2010 (edición en bolsillo)

A esta novela, como a tantas otras, llegué por medio de esa fantástica página web que es La biblioteca del Kraken; un verdadero compedio de reseñas de novelas y cuentos de ciencia ficción, fantasía y terror. Buscaba algo de viajes en el tiempo y el argumento de esta novela me prometía algo diferente. Hice caso al bibliotecario, la compré y me lei. Y... joder... qué bueno...


Oxford, 2054. Se está preparando un experimento de viaje en el tiempo al Oxford de 1320. Krivin, una joven historiadora, viajara a ese peridodo para estudiar costumbres y documentar un periodo desconocido. El experimento cuenta con la oposición de no pocos científicos por los peligros que entraña, pero de todas formas se lleva a cabo. Naturalmente, algo sale mal. Por partida doble. Una extraña enfermedad hace su aparición en el Oxford de 2054 provocando el pánico. Y Krivin sí que viaja a Oxford, pero no al esperado 1320, si no al 1348, un año que si ha pasado a la historia ha sido por ser el año en el que la Peste Negra llegó, vio y venció en Inglaterra. Atrapada en el pasado Krivin se verá obligada a convivir con sus habitantes y a asistir impotente a los estragos de la enfermedad. Krivin tendrá que dejar de lado su condición de historiadora imparcial.

El libro del dia... es una estupenda mezcla de ciencia ficción y novela histórica. Willis no carga las tintas en los detalles más técnicos y científicos y despacha de una forma extremadamente elegante el problemático tema de las paradojas temporales (es el propio tiempo el que se encarga de vigilar que no se produzcan). Se hace creíble la forma del viaje y sus intenciones. Recrea a la perfección el Oxford de 1348 y los usos y costumbres de esa época y esa gente con profusión de detalles y con conocimiento de causa. Pero no es una novela fría, técnia o demasiado histórica. Porque todo esto no es más que una excusa argumental que utiliza  Connie Willis para construir una historia de personajes y sentimientos que gira alrededor de dos temás básicos (entre otros muchos, claro): la enfermedad y la muerte.

Porque la irrupción de la enfermedad en las dos corrientes temporales lo cambia todo. Especialmente en la época de Krivin. Todos aquellos hilos argumentales que se estaban estableciendo entre los personajes desaparecen cuando la muerte negra llama a la puerta. Ésta no perdona. Y Krivin se convierte en una especie de ángel de esperanza. Krivin es el personaje mejor tratado de la novela. Uno llega a simpatizar mucho con esta pequeña arrogante historiadora y su posterior evolución. El suspense se centra en ella y en cómo sobrevivirá a la peste y si regresará a su época. La historia está bien escrita y los diálogos son interesante y amenos. Hay personajes estupendos (las integrantes del grupo de campaneras, las niñas medievales, etc.) y el lector se ve atrapado en una continua y gradual angustia. Incluso se permite algún toque de humor.

¿Algo negativo? Un par de detalles: quizá un poco larga y ese personaje del niño que me recordó a las cada vez más habituales concesiones cinematográficas. Eso sí, estos dos detalles no empañan una muy buena novela que creo que puede gustar a todo tipo de público y agradar a cualquier sensibilidad.

"Otro mundo II. Malahierba" de Maxime Chattam



Otro mundo II. Malahierba, ed. Puck, 2010
Un altre món II. Malaherba, ed. Estrella Polar, 2010

Segunda parte de la saga Otro mundo que tanta diversión me produjo en su primera entrega. La verdad es que he tardado en leermela más de lo que pretendía, pero otros asuntos (no solo lectores) han acaparado mi atención. Finalmente, ayer con el café del desayuno la empecé y, pam, ya está tragada y digerida. ¿Conclusión? Como aquella primera parte, diversión a raudales y muchas, muchas, muchas referencias a clásicos de la literatura juvenil de todos los tiempos.

La acción se sitúa justo cuando acaba el primer libro y seguimos los pasos de Matt, Tobias y Ámbar en este extraño nuevo mundo donde han desaparecido los adultos, y los que no han desaparecido se han convertido en horribles mutantes caníbales (que, desgraciadamente, no aparecen en este entraga con lo divertidos que eran y si alguien está pensando en los morlocks, premio para el caballero) o en adultos que han olvidado de donde vienen y sienten un odio irracional hacia los niños y adolescentes que sobrevivieron a la Gran Tormenta. Tres facciones enfrentadas y la presencia inquietante de la reina Malahierba.

Esta segunda parte sigue la misma línea que su antecedosa (bien escrita, divertida, entretenida) y profundiza en este otro mundo que nos propone la imaginación de Chattam. Nuevos paisajes (un mar que es un bosque o un bosque que es un mar), nuevos clanes de panes (así llamados los jóvenes que sobrevivieron), nuevos monstruos ("osos", enormes arañas, comedores de sombras, etc.), nuevos enemigos y viejos conocidos. Como en toda buena continuación, se resuelven algunos de los enigmas planteados en su primera parte y, naturalmente, se abren nuevos interrogantes. Y, claro, su final es mucho más abierto, emocionante, terrible y dramático. Hay que dejar al público con ganas de que salga ya la tercera y última parte.

Las referencias en esta continuación vuelven a estar a la orden del día auque mucho más disimuladas en la narración. Chattam se aleja un poco de sus admirados escritores y se lanza a crear sus propias criaturas. Eso sí, Tolkien está muy presente al igual que H.G.Wells, Rowling, Verne (esas máquinas, ese zeppelin...), Goldman y tantos otros. Y el rol. La verdad es que lo desconozco, pero me da la impresión de que Maxime Chattam ha sido (o sigue siendo) un gran jugador de rol. Lo digo porque parte de la estructura me recuerda mucho a esas partidas (y lo digo con conocimiento de causa que el lunes tengo que dirigir una y aún no me la he preparado).

Los personajes siguen una evolución que no por sabida, es menos efectiva. Y aunque no depara grandes sorpresas, la novela y los personajes se leen con ganas. Además, Maxime Chattam se permite algún momento realmente más duro y desagradable (especialmente en lo relacionado con ese inquietante personaje que es El bebedor de inocencia). Matt sigue su evolución de héroe, Tobias se afianza como un personaje que es algo más que el mejor amigo del héroe y Ámbar se descubre como una heroina agradable, independiente y fuerte. Ella toma sus decisiones. Aparecen muchos nuevos personajes, la acción se multiplica, todo se oscurece un poco y se prepara el camino para las tortas que nos depararan la tercera parte.

Vamos, que me lo he pasado teta. Y aunque un pero sería que tiene una estructura interna que se repite un poco demasiado (encuentro-problemas-un de fuera que salva), la verdad es que la profusión de peleas, tortas, monstruos, malos, traiciones y acción lo compensa. Otro mundo II. Malahierba es una buena segunda parte para una de las sagas de aventuras que más me están divirtiendo últimamente y que más me recuerdan a las mejores lecturas de mi infancia.

"Skyland 1. Islas en el cielo" de David Carlyle

Skyland 1. Illes en el cel, David Carlyle, ed. La Galera, Col. Lluna Roja, 2010
Skyland 1. Islas en el cielo, David Carlyle, ed. la Galera, Col. Lluna Roja, 2010

Días de ausencia. El motivo, sencillo. Un par de lecturas abandonadas a la mitad (con sus correspondientes días perdidos, claro) y poca concentración. Lectura de libros que se alejan del espíritu de este blog. Pero ya he vuelto y con una reseña de mi más reciente lectura, la primera parte de la saga Skyland.

2251. La Tierra tal como la conocemos nosotros no existe. Un desastre natural convirtió al planeta en una serie casi infinita de islas flotantes. La escasez de agua es alarmante. La sociedad vive dividida en dos grandes grupos: los que tienen el Poder, amos y señores, y los que no, ciudadanos de segunda y esclavos. Esta nueva tierra la gobierna con mano de hierro una entidad llamada La Esfera. Y Lorenzo y Valerie, dos jóvenes que no se conocen y que viven en mundos distintos se verán inmersos en una aventura cuando entre en juego un ordenador portatil con una información vital y que parece datar del lejano año 2071.

Seré sincero, no esperaba mucho de este libro. Digamos que la estética, la historia y el hecho de que el autor (o autores) real se esconda tras un seudónimo olía a producto manufacturado (como así creo que es) y que lo hermana con Ulysses Moore o Geronimo Stilton. Me la lei porque no sabía muy bien qué echarme al coleto y porque me apetecía mucho leerme algo que no llegara a las trescientas páginas. Y, la verdad, es que me ha gustado. Sin fuegos de artificio, pero lo suficiente como para hacer una valoración positiva de esta novela. Skyland es una lectura entretenida, de fácil digestión y, el algún momento, interesante.

Lo más interesante es el mundo que plantea: el planeta Tierra como un conjunto de islas flotantes donde el ciclo del agua ha desaparecido y con él, animales y plantas. Seres humanos que han desarrollado poderes especiales debido a alguna mutación. Buscadores de agua. Me ha gustado también el hecho de alternar dos líneas de narración (año 2071 y año 2251) y el personaje de Lily Carlyle, la científica que parece ser el origen de todo. La narración es fluida, los personajes son simpáticos, las ilustraciones finales son muy chulas, la edición está cuidada, la trama es interesante, pero...

... pero todo es lo de siempre. Chico y chica obligados a colaborar, un grupo que lucha contra el grupo de poder de La Esfera y que, sí, se hace llamar La Resistencia (y van...), malos muy malos, viajes por aquí y por allá, tomas de conciencia, etc. Skyland no es original en practicamente ningún momento de su desarrollo. Todo ya ha sido utilizado en otros momentos (La guerra de las galaxias, Conan el niño del futuro, Mad Max, los millones de niños calvos con poderes que corren por el cine y la literatura, Juegos del hambre y un montón de referencias más). Esto no sería del todo malo porque otras novelas que funcionan a golpe de referencia han resultado buenas novelas (ej, la saga Otro mundo de Maxime Chattam), si no fuera porque en ocasiones la narración resulta atropellada y con falta de desarrollo. Me explico.

A Skyland le faltan páginas (y que yo diga esto es casi un milagro). Todo sucede demasiado deprisa. La evolución de Valerie de hija de puta arrogante a buena tia, la amistad de esta con Leonide, los descubrimientos, etc. Es como si el autor (o autores) pensaran que el lector se aburriría si empieza a describir y desarrollar y desnuda el libro hasta casi dejarlo solo en la acción (algo que es habitual encontrarlo en la actual narrativa juvenil... un miedo para mí injustificado a la descripción, al desarrollo tranquilo, a la caracterización de personajes... Todo parece supeditado al cada vez más odioso verbo de enganchar). Los personajes secundarios están poco desarrollados y algunos son simples sombras que pupulan para rellenar diálogo. Hubiese preferido un mayor cuidado en esos aspectos y que se construyera un armazón más consistente porque Skyland tiene todos los ingredientes para ser una gran saga de aventuras. Pero parece que los responsables de ésta se conforman con haber hecho una novela entretenida, simpática, pero que no deja de ser más de lo mismo.

Si alguien no la lee, no creo que pase nada. Y si alguien la lee, pues, bueno, eso que tiene.

Eso sí, entretener, entretiene mucho. Y esto es mucho.

"Temblor" de Maggie Stiefvater

Tremolor, Maggie Stiefvater, ed. Cruïlla, 2010
Temblor, Maggie Stiefvater, ed. SM, 2010

Vale, seré sincero. Esta novela no tenía prevista leerla. Desde hace meses corría por la librería, pero en ningún momento me había planteado la posibilidad de darle una oportunidad. Se debía a que el resumen de la novela no me decía nada y que en aquellas vigilias de Sant Jordi estaba un poco harto de tanto libro (y recuerdo, además, que la editorial no me sirvió los ejemplares que había pedido y decidí que ni lectura, ni publicidad de puro rebote).

Si ahora he cambiado de opinión es sólo porque resulta que Tremolor es una de las novelas nominadas al premio Protagonista Jove de este año (ver nominado aquí) y por responsabilidad laboral decidí leerla. Y, vale, es lo que me esperaba, pero algo mejor.

Hace años a Grace la atacó una manada de lobos. Uno de ellos, un macho de ojos amarillos, la salvó. Desde ese día, Grace vive fascinada por los lobos y por ese ejemplar de ojos amarillos en concreto. Cada invierno se contemplan en silencio hasta un año en que Grace ve sorprendia como ese lobo se transforma en Sam, un guapo muchacho. A partir de ese momento aprenderán a vivir un amor lleno de dificultades... y más porque el invierno se acerca. Y vale, como resumen ya está bien.

Tremolor es una buena novela. No es la obra perfecta que he leído en algunos blogs, pero se lee con facilidad y gracia. Y tiene algunos aciertos que hacen que se me despierten no pocas simpatías.

El principal es que se trata de una novela que no narra las dificultades de una pareja para estar juntos, sino de las dificultades de esa pareja para permanecer juntos. Me explico. Antes de la página cien Grace y Sam ya se saben enamorados y sabe que quieren estar juntos para siempre jamás. No hay momentos de "quiero-y-no-puedo" ni triangulo por medio (hay uno apuntado, pero muy desaprovechado... me refiero al personaje de Shelby, aunque sea la protagonista de esa fantástica escena en que ella y Grace se enseñan los dientes en la ventana compitiendo por el macho) ni familiares con artochas, etc. Se aman, lo dicen y lo viven. El drama está en que el invierno se acerca y con el frío, a Sam le cuesta más permanecer con la piel humana.

Otro acierto sería que tanto Grace como Sam son buenos personajes. Ni ella es totalmente dependiente ni estupida, ni él es misterioso, callado y peligroso. Son dos adolescentes enamorados con sus cursiladas, sus momentos, sus peleas y sus deseos (es tan agradecido encontrarse una novela donde los personajes muestran sus deseos sexuales y donde se dejan llevar por ellos y hacen el amor y no aparece una voz que los hace sentir culpables y sucios porque no estaban casados). No diré que son el no va más en originalidad, porque sería mentira. Se alimentan de los tópicos de siempre, pero con gracia. Están bien contados. Como siempre, no importa el qué, sino el cómo.

De los secundarios, los personajes lobos son los más interesantes. Tanto Shelby, como Beck, como Lucas (en una escena y con un simple movimiento lo que se puede llegar a contar) No puedo decir lo mismo de los personajes secundarios humanos que no dejan de ser los de siempre: la rubia mala-pero-no, el chico problemático, la amiga con secreto, la amiga que uno no sabe muy bien qué pinta en la novela, los padres ausentes, etc.

Y es que ésta es la característica primordial de la novela, cada acierto tiene su réplica negativa. La historia de amor está bien llevada y bien tratada, con el ritmo que considero adecuado y con las escenas cursis en los momentos apropiados (el poema en la librería, la visita a la tienda de dulces, la importancia de las manos y sus gestos), con sus ambivalencias, su crecimiento y su final triste y emocionante.

En cambio, el marco donde se desenvuelve está historia está lleno de lagunas narrativas, algunas alarmantes (toda la subtrama de la caza de lobos que queda en un nada cuando podía ser un contrapunto emocional muy interesante par la protagonista, el personaje de Rachel, la desaparición de todos los padres para dejar el espacio libre, etc). Y no me trago lo de que son apuntes para la continuación. Estos momentos me resultan de mala construcción dramática. Pero, por suerte, los aciertos pesan más que lo que en mi opinión son sus errores.

Y el final. Emocionante, triste, frío...  perfectamente conclusivo para la historia que explica porque deja las historias cerradas y la imaginación del lector abierta. Por eso cuesta de entender la aparición de una segunda parte de la que el instinto me dice que será el reverso oscuro de Temolor. ¿Tiene sentido continuar esta historia? Sinceramente creo que no y que esto se debe a esa moda de hacer de todo trilogías o sagas. Me da la sensación que Rastro será relleno. Así que prefiero quedarme de momento con los buenos momentos que la lectura de Tremolor me ha dejado y abrigarme para el invierno que se acerca.

"La novia maldita" de Nina Blazon

La novia maldita, Nina Blazon, ed. EDB, 2010

Muy grata sorpresa. Pero mucho. Detrás de una portada que no tiene mucho que ver con el argumento, con un resumen muy poco adecuado y donde una editorial vuelve a intentar vender una novela como "otra más de lo mismo de hace unos años" nos encontramos con una novela juvenil diferente, entretenida y original. Y esto pese a que sus fuentes las encontramos hace unos tres siglos...

Serbia, 1731. El padre de Jasna la vende a un noble por un puñado de oro para que se convierta en la esposa del hijo de éste. Así que en unos pocos días, Jasna pasa de un hogar infeliz, pero donde tenía el consuelo de sus hermanas, a un hogar infeliz donde no tiene a nadie. En su nuevo hogar, lejos de su familia y de cualquier paisaje conocido, Jasna tendrá que empezar una nueva vida al lado de un marido que la ignora, un suegro cargado de secretos, una criada a la que cortaron la lengua, un leñador por el que se siente muy atraída, pero que nadie sabe de dónde ha venido y en un pueblo que le ha declarado la guerra por ser extrangera y por haber entrado en un familia a la que consideran maldita. ¿Por qué? En el pueblo se murmura la palabra vampiro...

Con estos elementos Nina Blazon ha construído una novela fascinante. Lo que la editorial promete como una novela de vampiros más, se descubre como una vuelta de tuerca muy original a toda esta moda. Porque Nina Blazon se basa en dos elementos que por anacrónicos, son originales:

1. La novela gótica clásica con un referente muy claro en aquella oscura, divertidísima e imprescindible Los misterios de Udolfo de Ann Radclife.
2. La tradición de leyendas vampíricas serbias. El imaginario vampírico pre-Polidori y pre-Stoker.La tradición de una zona llena de leyendas, historias, cuentos y supersticiones sobre el vampiro.

Y es en la unión de estas dos fuentes que La novia maldita se convierte en una novela fascinante. Jasna es una muchacha de su época, con su pequeña rebeldía, con sus miedos y con sus innumerables supersticiones contra los vampiros, criaturas que se daban por supuesto que existían y contra las que existían una cantidad infinita de medios contra los que luchar. Nina Blazon retrata y recrea muy bien esta época de miedo y superstición, de creencia profunda. Relata las diferentes formas y técnicas de protegerse del mal (un cuchillo en la ventana, coserse hierbas en la falda, tirar semillas de adormidera en la tumba de los posibles vampiros para que no puedan salir hasta que nos las cuentan todas, etc.), la forma de enterrar a los muertos (a los que se les podía llegar a cortar la cabeza y clavar una estaca), las tradiciones en los entierros y velatorios, etc. Destierra y utiliza las leyendas, las diferentes tradiciones, los miedos y los rumores. Construye un genial tratado de lo que era un vampiro antes de que Polidori, Stoker y seguidores lo romantizaran hasta su actual y risible decadencia como personaje de terror (exceptuando la absolutamente genial Acero, claro).

Pero, claro, La novia maldita no se queda en una acumulación de datos sobre el vampirismo. Todo lo que he mencionado está al servicio de una historia. La de Jasna, una muchacha atrapada en un matrimonio que no le hace feliz, enamorada de un leñador con demasidos oscuros, con visiones de su hermana, y enfrentada a un misterio que envuelve a su nueva familia y a todo el pueblo. La historia de una soledad y de una voluntad por hacerse un rincón en el mundo. La historia de un época llena de miedo, de oscuridad, de prejuicios y de supersticiones.

No digo mucho más para no desvelar nada porque una de las gracias de esta novela es ir hurgando en los misterios que plantea, como buena novela gótica (y con esto creo que ha dicho mucho para quien haya leído novela gótica clásica). Una mirada fresca y nueva sobre un mito que resiste a verse encasillado en héroe romántico. Y una novela juvenil estupenda.

"L'adorada Jenna Fox" de Mary E. Pearson

L'adorada Jenna Fox, Mary E. Pearson, Cruilla, 2010
adorada Jenna Fox, Mary E. Pearson, SM, 2010

Lecturas de ponerme al día. Tres semanas de vacaciones y la librería llena de novedades. A leer para estar informado. En un rápido paseo por las estanterias encuentro esta L'adorada Jenna Fox de la que no tenía noticia. No es larga, me da buenas vibraciones, para casa.

Y sorpresa.

Una muy interesante novela de ciencia ficción y una muy buena novela juvenil.

Jenna Fox despierta después de un año y medio en coma. No recuerda nada de su vida, no recuerda nada de sus padres, no recuerda el significado de muchas palabras. Pero se sabe de memoria el Walden de Thoreau, es una experta en historia y un día se sorprende recordando el día de su bautizo. Poco a poco y a medida que pasen los días irá recordando más cosas de su vida y descubrirá secretos que le replantearán su vida, su existencia y su identidad.

Hay más cosas en el argumento de esta novela (amor, intrigas, ideas, etc.), pero una de las gracias de la novela de Mary E. Pearson es ir descubriendo cada capa de historia al ritmo tranquilo que marca la autora.  L'adorada Jenna Fox es una novela de calado lento y tranquilo, de ritmo sosegado que va creando un ambiente y va desvelando los secretos que componen la vida de Jenna Fox, su relación con sus padres, con su abuela, con los compañeros en ese instituo especial, con su pasado. Cada secreto abre nuevos interrogantes hasta la revelación final.

Estructurada en capítulos breves y narrada en primera persona por la propia Jenna Fox se observa una sutil evolución en el estilo, de frases cortas hacia una narración más compleja que acompaña la propia evolución de la protagonista. Un estilo fluido que utiliza de forma inteligente los juegos de palabras, los sinónimos, las segundas y terceras definiciones de los diccionarios. Una buena caracterización de personajes (aunque alguno de los secundarios se queda demasiado en la sombra), especialmente con la protagonista que descubre y se descubre.

Aviso, quien espere una novela llena de acción, rápida y móvida, ésta no es su novela. Esta historia se basa en el diálogo y en la tranquilidad. Es una que plantea y busca la reflexión en el lector. Aquí no encontraremos algunos de esos manierismos que empañan la actual literatura juvenil (páginas de relleno, triángulo amoroso porque sí, secundarios contraste, futuras segundas partes, etc.). Por ejemplo, la historia de amor está muy lejos de esos momentos cursis de escaparse al bosque y mirarse a los ojos. Aquí nos encontramos con una historia de amor madura de dos adolescentes heridos y cargados de secretos. Igual que los momentos de amistad están llenos de grises.

Una buena novela, bien escrita, interesante, entretenida, reflexiva, sutil, llena de implicaciones, de segundas lecturas y gran material para la discusión (por sus implicaciones científicas, espirituales, religiosas, personales, etc.), por su reflexión sobre la identidad, sobre la familia, sobre los límites. Una novela sobre lo que implica ser padre (y lo que unos padres están dispuestos a hacer por un hijo) y lo que significa ser hijo. De descubrimiento del cuerpo y los sentimientos. De la culpa y el perdón. Una novela que se encarama a los primeros puestos de lo mejor leído en materia juvenil este año.

Fotografia de Nicole Tran Ba Vang

Nota final: por si alguien se pregunta porqué he etiquetado esta novela como Ciencia ficción... bueno... para responder a esto mejor leer la novela. No quiero chafar ninguna sorpresa.

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