Donde aparece una serie de ¿reseñas? breves sobre lo que he leído últimamente porque no tengo tiempo, entre la niña, los gatos, Forastera...

Pues eso, lo que dice el título de esta entrada, que entre la tercera temporada de Forastera, los maratones que me meto de Bubble Guppies o la Patrulla Canina, los preparativos de Sant Jordi y que prefiero ocupar el poco tiempo libre que tengo en ir al cine o en leer que a escribir, que no encuentro dos horas seguidas para ponerme y hacer una reseña de un libro en profundidad.

Ahora mismo, mientras me escribo estoy, estoy sentado incómodo en el sofá. A un lado tengo a la nena, al otro al gato, delante unos niños sirena que van a comprar a un supermercado y detrás el respaldo del sofá. A veces hay alguna variación de esto y no hay gato, o delante tengo a una cerdita y a su hermano envueltos en una absurda aventura sin conflicto, pero extrañamente efectiva, y no estoy escribiendo si no leyendo. Es toda una experiencia leer una historia de horror cósmico oyendo a voces infantiles vivir experiencias animadas.


 Mis nuevos compañeros de lectura y escritura.

Y sí, a veces para poder leer o escribir le pongo dibujos a la niña. No me juzguéis.

También leo por la noche, pero casi que no cuenta. Acabo dormido antes de acabar las veintes páginas. Así que sí, triste de mí, mis días de fiero lector de cuatro horas seguidas se han acabado hasta que la nena crezca, se haga adolescente, pase de mí y se encierre en su cuarto. Ains...

Pero leer, leo.
Y ahora quiero hacer un breve repaso a lo que he leído estos últimos días con la promesa de volver a alguna de estas novelas para hacerle la reseña / comentario que se merece. Pero, bueno, ya lo sabéis. Tampoco soy un tipo que pasará a la historia por cumplir sus promesas.

El problema de los tres cuerpos de Cixin Liu, editada por Nova y traducida por Javier Altayó. Buena novela de encuentros que no pude disfrutar como se merecía por dos motivos.

Paso totalmente de explicar argumento. Va sobre contacto extraterrestre.

Uno, el problema que tengo con la ciencia ficción hard o con una gran parte de contenido científico. Me pierdo. Fallo mío, por supuesto. No tengo base científica y hay páginas en las que sencillamente no entiendo de lo que están hablando. Y El problema... no es muy exigente en ese sentido, pero para mí es suficiente. No quiero ni pensar lo que debe ser leerse una de esas novelas en las que se necesita un doctorado en física cuántica para seguir el argumento.

Dos, el destripe. No tenía pensado leer la novela, pero un representante que vino a la librería me habló muy entusiasmado de ella y pensé que sería interesante. ¿Problema? Con lo poco que me contó, nada, cuatro frases, me había explicado toda la novela. TODA. Conflicto y desenlace. Y aunque no creo que conocer el argumento de una novela condiciones el disfrute de su lectura, en este caso, por la propia estructura de la novela en sus giros y revelaciones, conocer hacia donde conducía la trama hizo que disfrutara de una lectura menos intensa.

Por lo demás, bien. Como he dicho, una buena novela de encuentros con algunas ideas realmente interesantes y momentos de mucha brillantez. Los problemas que plantea, las imágenes (ese ordenador humano), la resolución de algunos conflictos... Y lo interesante y refrescante que es una novela de ciencia ficción desde una perspectiva ni europea ni americana siendo la mirada sociológica, histórica y política china la que define el encuentro.

De una novela de ciencia ficción hard, pero muy accesible, a una ligereza con encanto. Tocar las estrellas de Katie Khan, publicada por Montena y traducida por Gemma Rovira.

Chica y chico a la deriva en el espacio con solo noventa minutos de oxígeno. Y por esto decidí leer la novela y ver qué pasaba. Hacía mucho que no leía nada de juvenil. Quedé muy saturado por encontrarme casi siempre el mismo tipo de novelas (o drama, o chicos malos o "distopías" y casi siempre la expresión "chico guapo" en la contraportada y, la verdad, decidí tomarme un descanso de más de dos años), pero en los últimos tiempos he decidido volver y ver cómo ha evolucionado un tipo de literatura, tan amplio que no se puede hablar de género, al que le he dedicado tantas horas de mi vida.

La novela es sencilla y agradable. Por un lado, esos noventa minutos y la supervivencia de dos personas perdidas en la inmensidad del espacio. Por otro, los recuerdos de ambos y la evolución de su historia. No tira de drama ni de excesos de azúcar. Se agradecen dos personajes imperfectos que suelen equivocarse y que la historia se base en la evolución de éstos. Seguramente la olvidaré antes de que acabe el año, pero ha sido una lectura grata. Y su pirueta final (que no desvelo) hace que la aprecie más por el valor que le pone la autora para acabar así.

Ha sido bueno volver.
¿Alguna recomendación de lo que me he perdido estos años?

Y fantasía, claro.
Blackwing, primera novela Ed McDonald publicada por Minotauro y traducida por María José Díaz Pérez.

Muy bien. 
Paso de hacer cualquier apunte de argumento porque son demasiadas cosas. Lo encontraréis aquí.
Me lo he pasado en grande con esta novela. Le cuesta un poco arrancar, pero cuando lo hace no para. Sus primeras cien páginas pecan un poco de discursivas y de explicar demasiado un mundo; algo que choca con esa primera persona narradora porque explica con detalle algo que el personaje ya conoce y tiene interiorizado. Pero no pasa nada. Peccata minuta

La novela acaba siendo un disfrute importante. Una vez superado ese pequeño escollo de ritmo, la novela encuentra su tono y acaba proporcionando una más que correcta historia de fantasía oscura. La comparación con Anderson y Abercrombie que hay en la portada quizá viene un poco grande, pero creo que es un escritor que puede proporcionar bastantes alegrías. De momento me ha dado unas horas muy entretenidas y divertidas.

Y creo que tiene un mundo fantástico donde ambientar una partida de rol.

He leído más, claro, pero los comentarios sobre esas lecturas los dejaré para otro momento. Solo un apunte más.

Lucy, Jamaica Kincaid, Les hores Editorial, traducción de Carme Geronès
La edición en castellano es de Txalaparta.

Una absoluta preciosidad. 
Una reflexión sobre el género, la raza, la inmigración, la compleja relación entre madres e hijas, etc. Las peripecias de la joven Lucy como niñera de una familia acomodada de Nueva York y los numerosos contrastes y malentendidos que se producen. Una novela breve y directa que tras una historia en apariencia sencilla, esconde mucha sátira, drama y veneno. La mirada nunca inocente de Lucy disecciona los diferentes universos donde se mueve y se convierte en la historia de una mujer que quiere, busca y consigue su propia voz.
Apasionante.

2 comentarios:

  1. Yo lei el problema de los tres cuerpos y me paso eso... que a veces sentia que no llegaba a entender muchas cosas o que era muy inteligente para mi jaja pero yo creo que igual voy a seguir la saga porque ya tengo el segundo tomo :D
    PD: aún debes la reseña de acotar querido.

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  2. Le tengo muchas ganas a "Lucy" desde que me lo recomendaste. Parece muy "yo". ¡Gracias por tus reseñas y por leer tanto!

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