La elegida de la muerte. Öiyya de Virginia Pérez de la Puente, Ediciones B, 2010
Una novela que empieza con una bella mercenaria pateándole la cabeza a un cadáver y alegrándose de verlo muerto establece un pacto con el lector y le hace una promesa: que se va a encontrar con una novela diferente, adulta y muy divertida. Y si esa misma novela presenta en el siguiente capítulo a la misma bella mercenaria pateando la cabeza de una niña de diez años que antes de morir le ha marcado en la frente un tatuaje, la diversión ya está asegurada y se ha ganado el corazoncito del lector.
Y La elegida de la muerte. Öiyya (a la que llamaremos simplemente Öiyya para ahorrarme tecleos, llamadme vago) cumple con creces esta promesa de dar al lector una aventura de fantasía épica adulta, entretenida y muy divertida.
¿Qué de qué va Öiyya? Issi es una dura y hermosa mercenaria (de la que se dice que tiene las mejores tetas de todo el continente) a la que que le cuesta encontrar trabajo por ser mujer. Asqueada por esto recorre el escenario de una batalla recién concluida y pasea entre los cadáveres que se están descomponiendo. Entre ellos encuentra a una niña de diez años agonizando. Cuando se acerca a socorrerla, o por lo menos a acompañarla en su viaje a la otra orilla, la niña le toca la frente y pronuncia una única palabra Öi. En ese momento, a Issi le estalla un universo dentro de la mente. Cuando recupera la consciencia descubre que en la frente tiene un tatuaje que la identifica como la Öiyya, la elegida de la Muerte a quien la tradición la define como demonio. A la vez dos reinos están en guerra, otros dos esperan a ver qué pasa entre estos dos reínos y los cuatro están plagados de conspiradores, puñaladas traperas y trampas.
Así que es por medio de dos acciones paralelas (que se encontrarán de forma tangencial en un par de momentos de la historia) que Virginia Pérez de la Puente (a la que llamaremos Virginia para ahorrarnos palabras) construye su historia. Corre el riesgo de la dispersión o que una de las historias tapara a la otra, pero resuelve la papeleta con acierto y facilidad. Ambas acciones se complementan, se ayudan y conforman una unidad para un fin mayor: la presentación en sociedad del continente de Ridia, verdadero protagonista de esta novela.
La novela se estructura en una serie de capítulos cortos desde su mismo inicio lo que provoca que en pocas páginas el lector reciba una cantidad enorme de información (lugares, relaciones, personajes, historia, intrigas, etc.) que si no se está atento y no se hace una lectura cariñosa y atenta puede aturullar. Es una opción delicada en beneficio de la rapidez lectora. Reconozco que ni me perdí, ni me sentí avasallado. Creo que Virginia opta por tratar al lector de tú a tú y confía que sea lo suficientemente avispado para seguir todo ese caudal de información. Igual las descripciones, las justas y adecuadas para crear la impresión del entorno y dar la información de la historia y costumbres del continente. No creo que halla descripciones demasiado largas ni pesadas. Al contrario, lo que predomina es la acción rápida y directa. Cuando Virginia describe es porque creo que es necesario para la novela en ese punto.
Lo que se debe advertir es que si alguien espera una novela de acción pura y dura, de las que se conoce como "patada a la puerta y mata al monstruo" se llevará un chasco con Öiyya. Ésta es una novela más de intrigas y de tensión que de te saco la espada y me cargo a medio ejercito. Es curioso ver como Issi desenfunda realmente muy poco la espada y, aunque los personajes se ven envueltos en peleas, son pocas las escenas de acción. Eso sí, las batallas que aparecen y, sobre todo, sus resultados están bien descritos y son realmente violentos. En verdad, existen un par de momentos de gran violencia donde la sangre brilla en todo su esplendor y donde Virginia no se corta. Porque, claro, que te claven un chuchillo duele, pero que con él hagan otras cosas que no adelanto duele mucho mas.
Y en una novela sustentada sobre la intriga, la huída y el diálogo la caracterización de los personajes es crucial. Y en este aspecto, Öiyya lo consigue. Casi. Me explico. Los protagonistas de esta novela están bien construidos y son realistas en sus acciones y pensamientos. Issi es una mercenaria malhablada y dura que arrastra una profunda herida (lo que marca alguna de sus decisiones y un más que clarmoroso error). Keyen es un carroñero y amigo de siempre de Issi (y con quien vivira una historia de amor adulta y sin esas tonterías de miraditas o dobles sentidos... cuando se encuentran es para entregarse en todo). La fascinante bruja Tije, el soldado Nern (que en su primera aparición parece uno de esos guardias prescindibles de todas las novelas épicas y contra pronóstico se convierte en fundamental), o el rey Adelfried (posiblemente el personaje donde se comprueba la enorme influencia que la obra de George R.R. Martin ha tenido sobre Virgina) son personajes bien trabados, vivos, realistas y creibles. Eso marca una contraposición con una serie de secundarios que aparecen más desdibujados, levemente apuntados en la novela y, en algún caso, no dejan de ser cais meros esbozos o caricaturas. Quizá esto se deba a la decisión de no alargar una historia ya larga (hablamos de 556 páginas), pero resulta una lástima.
Y lo mejor para el final. La historia es autoconclusiva. Pese a que creo que la intención de Virginia es seguir explorando el mundo de Ridia, si un lector decide quedarse aquí, pues aquí se queda. Vamos, que la historia de Issi se cierra bien cerrada y no nos encontramos con un capítulo final de ella con un cuchillo en el costado o una amenaza de muerte o una invasión extraterrestre en el último minuto. Y eso se agradece mucho en un mundo mal acostumbrado a trilogías, pentalogías, septalogías y infinitilogías.
Reasumiendo, que me ha gustado, divertido, entretenido, angustiado y todo lo que se le puede pedir a una novela de fantasía épica de aventuras. Lo único que se le puede pedir para un posterior libro, es el acompañamiento de unas ilustraciones para poder comprobar si de verdad Issi tiene esas tetas tan bonitas de las que tanto le gusta hablar a Keyen.
Hacía tiempo que venía viendo comentarios sobre este libro y me estaban entrando unas ganas tremendas de hacerme con él, pero desde luego tal y como lo pintas no voy a tener más remedio que hincarle el diente ya mismo. Tiene una pinta brutal.
ResponderEliminarAnónimo/a, realmente creo que es una buena novela de aventuras que hace pasar un rato estupendo. Repito lo anterior, si se busca mata mata no es la novela indicada (hay otras estupendas de mata mata que ire reseñando). Si se busca intrigas, algo de misterio y un puñado de buenos personajes, entonces es la que buscas.
ResponderEliminarYa le había echado el ojo a este libro. Lo apuntaré a mi whistlist, aunque nunca he probado la fantasía épica :)
ResponderEliminarSaludos y gracias por pasarte por mi blog!
Lánzate, aunque es una fantasia épica algo diferente. Y pasar por tu blog es un placer y un viaje muy agradable.
ResponderEliminarMe gustó mucho esta novela. Yo la leí con especial cariño por que creo es la primera novela de fantasía épica adulta escrita por una mujer que se publica en España.
ResponderEliminarLo mejor, la prosa. Virginia escribe genial, se le notan las tablas. Es su primera novela publicada, pero no es una obra primeriza. Y ese humor tan estupendo que va destilando a lo largo de toda la novela. Y Tije, qué personaje más carismático. Y Aübrei, originalísimo.
Yo sí he echado de menos un poco más de mata mata. Pero no me hagáis mucho caso: La Elegida de la Muerte es una novela que merece la pena leerla, muchísimo.
Creo sinceramente que Virginia nos dará grandes alegrías, sino al tiempo.
Susana, es que un poco de mata mata siempre se agradece aunque, ¿es impresión mía o la última tendencia en la fantasía es de ser más intrigantes que machacacraneos? Virginia nos dará unas alegrías enormes. Desde ya soy seguidor y entusiasta mientras espero la tuya.
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