Primer volumen de, por el momento, siete.
(Si no me equivoco, este primer volumen está descatalogado. Se puede conseguir alguno en segunda mano con esta portada o en una edición coleccionable de RBA de horrible portada).
Lo he comentado más de una vez, tengo debilidad por el género de fantasía urbana. No leo mucho ni estoy muy al tanto de novedades o autores, pero cuando me cae una novela de estas en las manos, tiene que ser muy mal novela para que no lo pase bien con ella.
Soy consciente de que casi siempre se basan en variaciones de la misma historia: chica deslenguada y divertida que se ve metida en problema de índole paranormal donde contará con la ayuda de atractivo y misterioso tipo con el que tendrá una relación llena de discusiones e inexplicable atracción. Explican una y otra vez lo mismo (quita unos vampiros, pon demonios, quita demonios y pon cambiaformas o mezclalos todos que es más divertido), pero este subgénero tiene algo que pese a eso despierta todas mis simpatías.

Una buena novela de fantasía urbana (de las mejores que he leído) que a pesar de no ser muy original, está muy bien escrita, bien explicada, con buen ritmo, mucho sentido del humor y, atención, no focaliza todo lo que ocurre en la atracción entre los protagonistas (se acaban de conocer, hay una poquilla, pero sin de chorreos cada vez que se cruzan las miradas), si no en la aventura y en el misterio. Porque la acción empieza porque la protagonista recibe la noticia que han asesinado a su hermana y decide ponerse a investigar. Y al hacerlo se ve envuelta en la búsqueda de un libro y adentrándose en un mundo fantástico repleto de peligros. La verdad es que por muy bueno que esté el chico, no está el chocho para farolillos cuando te persigue un bicho asqueroso con muchas bocas que rezuman algo parecido a limo.
Karie Marie Moning domina el género. Es ágil, con un estilo rico, rápido y vibrante. No satura al lector con información y construye una novela sencilla done sitúa al lector, pero no lo aturde. Quizá uno de los handicaps de Fiebre oscura es que sea demasiado introductoria y casi es más un prólogo que un primer capítulo. Presenta, resuelve poco, intriga mucho y se acaba la novela. Por contra, tiene una protagonista que funciona muy bien, resuelta, inteligente, alegra, directa y que no renuncia al rosa ni que la persiga un monstruo. Al igual que el chico, ese tal Jericho, pero de él hablaremos un poco más tarde.
Buen mundo, buena intriga, buenos monstruos. No hay mucho más que decir, Fiebre oscura es una muy entretenida novela de fantasía urbana. Da lo que promete y pasas un par de tardes es muy buena compañía. Y al acabarla, provoca las ganas de seguir explorando este universo de magia, dimensiones y objetos mágicos.
Y no, no me olvido de Jericho.
Quiero aprovechar este espacio que se me brinda para agradecer a Karie Marie Moning un retrato tan acertado, preciso y conciso del trabajo de librero. Por fin en un libro podemos leer y comprobar lo terriblemente sexi y peligroso que es el oficio de estar todo el día cargando libros de arriba a abajo, repasar albaranes, hacer pedidos, buscar ese libro de la portada roja que aparecía una chica con cara de algo, matar monstruos y guardar mucho secretos.
Jericho Barrows enseña lo sexi y peligroso que es ser librero hoy en día. Lo atractivo que resulta el tipo que coloca libros en una estantería y que ocupa todo el espacio. Jericho Barrows somos todos los libreros. Y yo más que ninguno.
Otras opiniones
Gaceta del ocio
Letras y escenas
El cofre de Nebe
Demencia lectora