Reseñas breves de cuatro novelas muy poderosas

Apropiación indebida, Lena Andersson, Alfaguara
Apropiació indeguda, Lena Andersson, Angle editorial

No esperaba nada de esta novela. Ni siquiera sabía en el momento de empezar a leerla de qué iba. ¿Qué me encuentro?

La historia de ¿amor? entre Ester Nilsson, poeta de 31 años, y Hugo Task, el artista de moda. La conferencia que sobre este pronuncia aquella será el punto de unión de dos personajes y el inicio de una ¿relación? que se prolongará durante un año.

Pero, aunque lo pueda parecer, Apropiación indebida no es una historia de amor aunque todas sus páginas hablen de él. Con las armas de un corrosivo y ácido sentido del humor, Lena Andersson nos narra la historia de una obsesión amorosa y desmenuza de forma despiadada a su protagonista femenina en todas la procesión de mentiras, autoengaños y justificaciones con las que intenta convencerse de las bondades de una relación amorosa que no existe.

Una novela no de amor si no que trata sobre el amor, sus mentiras y contradicciones. La mirada de Lena es inmisericorde con sus personajes y afilada en el retrato de sus personalidades. Tanto de Ester y su sinvivir en una contradicción constante, el egoísmo que proporciona el enamoramiento, como con Hugo y su pasotismo, su condición de artista de moda y la vacuidad en la que vive tanto hombre como obra.

Una novela muy interesante, cruelmente divertida y que me recordó mucho a esas comedias truffartianas tan aceradas y crueles donde el amor y el universo de la pareja quedaban finamente retratados.


Joc i distracció, James Salter, L'altra editorial
Juego y distracción, James Salter, Salamandra

Otra historia de amor.
En este caso entre Philip Dean, un universitario americano en un periplo por Europa, y la joven francesa Anne-Marie Costallat. Un romance como tantos otros, bastante cotidiano y casi vulgar, donde el sexo, las promesas, las palabras bonitas, la cotidianidad son los protagonistas.
Pero...
y en ese pero reside todo el interés y la brillantez de la novela de James Salter...
este romance no está explicado por ninguno de los dos protagonistas si no por un amigo de Philip, un narrador que desde las primeras páginas se presenta como mentiroso, que no se avergüenza de confesar que gran parte de lo que explica no fue testigo, no lo sabe bien o directamente se lo inventa.

Toda la historia de Philip y Anne-Marie pasa por la mirada, las palabras y, sobre todo, la imaginación de este narrador que proyecta sus fobias y filias, sus miedos, esperanzas, frustraciones y fantasías en el relato de una historia de sexo y amor que no vive él si no que imagina e inventa. La narración cae en una ambigüedad estupenda ya que como lectores no sabremos nunca si lo que leemos pasó de verdad o no. Qué es imaginación o que no. Y lo que en principio era un relato sobre Philip y Anne-Marie se convierte en un preciso retrato psicológico de la impotencia y frustraciones de ese narrador que proyecta sus miedos y vulgaridad en esos dos personajes.

La novela podría entenderse incluso como una gran metáfora sobre la gran mentira que es toda novela realista, sobre la impostura del narrador y del escritor. Una novela sobre la manipulación, la mentira, el amor y el desamor, el sexo y todo lo que tiene de momento liberador, las trampas de los sentimientos, la soledad y el baile de hombres y mujeres abrazados a la incomunicación.



La quarta paret, Sorj Chalandon, Edicions de 1984
La cuarta pared, Sorj Chalandon, Entrelibros

Un director teatral moribundo pide a un amigo que haga realidad su último proyecto, montar Antígona en el corazón del Beirut de 1982 con actores de las diferentes etnias y facciones que están en guerra. Este acepta la petición y sale para Beirut para intentar llevar un poco de cordura a una ciudad rota, robar unas horas de paz y arte a la guerra.

La quarta paret no es una novela fácil. Y no por ser una novela complicada, esquiva o difícil de leer. Su narración fluye con naturalidad, los personajes son cercanos y tiene una trama y un estilo claro y accesible.

Es difícil de leer porque es una novela dura, fuerte y desasosegante. No busca complacer ni dejar al lector con una buena sensación al cerrar el libro. No estamos ante una de esas novelas que buscan la esperanza fácil en medio de la guerra o que se refugia en el sentimentalismo ante el horror. En el momento en el que en La quarta paret aparece la guerra, rompe, destruye y aniquila. Y el arte, la poesia, el teatro, ese milago que sucede en la escena cuando dos actores conectan y desaparecen dejando a sus personajes, no tiene poder ni fuerza contra el motor de la destrucción del ser humano.

Una novela dura, de frases cortas y aceradas, donde la construcción de cada capítulo y cada frase refleja el estado psicológico de su protagonista y narrado, repleta de capítulo duros, desagradables y terribles, pero sin un asomo de sentimentalismo o melodrama. Un autor fogueado en miles de batallas que refleja el horror de la guerra y que cuando aparece esta no queda nada. Aunque el arte humaniza, es un espejismo ante la guerra. Una novela pesimista y necesaria. Y que consigue eso tan extraordinario de provocar (en el buen sentido) al lector y removerlo de su cómo asiento.



La mort del pare, Karl Ove Knausgard, L'altra editorial.
La muerte del padre, Karl Ove Knausgard, Anagrama

Una novela que es una autobiografía sin enmascarar. Karl Ove Knausgard se convierte en objeto literario y relata sin concesiones su infancia y adolescencia (la primera parte del libro) y la lidia con la muerte de su padre poco antes de cumplir los cuarenta (segunda parte).

No hay más argumento. La vida de un escritor, su cotidianidad, el retrato minucioso de la banalidad del día a día, recuerdos que no llevan a ninguna parte, amigos, primeras novias, errores y las figuras de un padre y una abuela que llevan al autor a otros recuerdos, a otras reminiscencias. Y lo que en manos de otro autor se podría haber convertido en algo indigesto y ombliguista, Karl Ove Knausgard consigue construir una novela de alto calado literario. ¿Cómo?

La conciencia de ser producto literario, la pormenorizada descripción de lo banal (lo que provoca algún momento de profundo tedio), las disgresiones, la poca contemplación consigo mismo, con su vida y sus pensamientos, la utilización inteligente de un sentido del humor muy negro, la sinceridad (¿aunque se puede ser sincero escribiendo ficción aunque el material sea uno mismo? ¿No son todos los escritores unos mentirosos?) al momento de retratar el día a día, los momentos más luminosos y los más vergonzosos, etc. Convierte la vida en literatura y consigue una obra compleja, fascinante, luminosa y aterradora, irritante y adictiva a parte iguales, molesta, absorbente, aburrida y terriblemente entretenida. Pura contradicción. ¿Es una genialidad de este siglo, una puesta al día posmoderna de la culminación de la narrativa realista de Proust y Thomas Mann o es una inmensa tomadura de pelo?

Una novela que gira en torno a la muerte y a la exploración dolorosa e inmisericorde del yo como motor literario. Un proyecto irritante y fascinante. Buena literatura. Y, lo mejor, no es fácil ni deja concesiones al lector. Este tiene que esforzarse y luchar contras las páginas. Y eso es  fantástico en un momento en que parece que se busca facilitarselo todo al que sostiene el libro.

11 comentarios:

  1. Apuntados, sobre todo Apropiación Indebida y Juego y Distracción, porque me encantan los narradores mentirosillos. :)

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    1. El narrador de Juego y distracción es complejo. En algunas reseñas se dice que la novela es vulgar en su tratamiento del sexo y las escenas sexuales, pero creo que la pregunta sería distina ¿la novela es vulgar (yo creo que no) o quien es vulgar es el narrador? Da para debate muy interesante.

      Apropiación... es cruel. Difícil de resistir.

      Estoy muy contento con estas novelas.

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  2. ¡Hola! Excepto la última, me interesan todas y no había oído hablar de ninguna de ellas, ¡ni siquiera las he visto por las librerías! Aunque quizás tampoco me he fijado. Voy a mirar si alguna está en mi biblioteca, ¡muy buenas reseñas! ;)
    Esther.

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    1. Pues todas ellas llevan semanas en las librerías, por lo menos en la que yo trabajo así es (también es cierto que tenemos un estoc muy amplio).

      Me alegra que te gusten las reseñas. La última novela es muy interesante y buena, de verdad, pero cierto es que es extenuante.

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  3. Estás disfrutando, ¿eh? Y a mí me haces disfrutar con tanta recomendación.

    Las tengo todas controladas excepto la primera, que no la conocía. Knausgard y Chalandon caerán por Sant Jordi, ya te lo comenté: del primero no dejo de escuchar maravillas desde el año pasado (y esa comparación con Proust me tienta) y el segundo me llama mucho la atención desde que me lo descubriste. El de Salter lo gané en un sorteo de la editorial, así que espero no tardar mucho en leerlo. Me encanta lo que nos cuentas del narrador.

    En fin, investigaré más sobre el de Lena Andersson, que me ha parecido muy interesante, aunque con tanto por leer es inevitable que alguno se quede por el camino.

    Por cierto, ¿has leído a Dinaw Mengestu? Me lo han recomendado mucho-muchísimo...

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    1. Ya me tocaba disfrutar una larga temporada seguida, la verdad. He escogido bien y con cuidado lo que leía para no escaldarme que bastante tuve.

      Knausgard se puede comparar con Proust, pero tienen objetivos muy distintos. Proust es el tiempo en sí, Knausgard es el yo. Es una novela muy interesante, densa, aburrida a trozos, irritante, molesta, brillante en algunos fragmentos... es difícil de clasificar y de resumir en un puñado de frases (yo lo he intentado y no he quedado muy contento).

      La de Lena Andersson es tan cruel que rapidamente se ganó mis simpatías.

      A Dinaw Mengestu no lo he leído, la verdad. Tampoco lo tenía pensado. Las opiniones que he leído de ella son bastante ambivalentes. Estaré al caso si te pones con ella.

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  4. son muchos autores y muchas novelas interesantes :P
    besote

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    1. Todas son interesantes y buenas. A ver si te cruzas pronto con alguna.

      Besos.

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  5. Me llama mucho la atención Apropiación indebida y La cuarta pared, los otros dos también lo hacen, me gustaría realmente leer Juego y distracción por lo que cuentas del narrador, debe ser muy interesante!

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  6. Vaya entrada más fuerte! Del primero no había oído nada, pero me llama mucho lo que comentas así que me lo llevo anotado. A Salter y a Knausgard los tenía en mi punto de mira, caerán tarde o temprano. De Salter tenía anotado "Años luz", pero la que comentas tú también me llama mucho la verdad.
    Y "La cuarta pared" tiene muy buena pinta, así que investigaré un poco.
    1beso!

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  7. Mengestu es brillante; La cuarta paret imprescindible y Lena Andersson corrosiva.

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