"El tributo" de Holly Black

El tributo, Holly Black, ed. Alfaguara, 2010

En una dimensión paralela tengo mucho dinero. Pero mucho. Mucho. Tanto que la gente me odia y me detesta por el dinero que tengo, pero que no puede hacer otra cosa que pelotearme y adorarme. Como tengo tanto dinero y me aburro, me dedico a gastarlo en proyectos absurdos: construir el rascacielos más bajo del mundo, amaestrar un coro de bailes de dodós (a lo que he vuelto a la vida gracias a los avances en ingeniería genética) y producir doce películas a doce directores de cine diferentes partiendo de un mismo argumento sólo para ver las diferencias de óptica, la personalidad y como con los mismos materiales se construyen historias distintas.

No, no estamos en mi otro blog y nos encontramos ante una de esas entradas que suelen catalogar como absurdas y que para mí son postrealistas. Estamos a las puertas de la reseña de El tributo, una novela que podría compartir reseña argumental con aquella nada que es Alas: la historia de una chica que se cree normal hasta que se descubre alas y que sin comerlo ni beberlo se encuentra en medio de una antiquísima lucha entre seres fantásticos. La similitud entre ambas novelas termina aquí. Porque mientras que Alas es la soseria personificada, El tributo se convierte en una de las grandes revelaciones de este año y una apasionante novela de aventuras y magia.

Y lo hace subvertiendo los tópicos a los que nos ha acostumbrado la actual novela juvenil: la protagonista tiene personalidad, es feroz, independiente, fumadora compulsiva, bebedora, angustiada, desilusionada y hace lo que le da la gana pasando de los consejos de amigos, familiares o del chico de turno. Kaye se gana la simpatía del lector desde las primeras escenas y el lector desea seguir en compañia de esta hija de una fracasada estrella de rock que descubre que el mundo mágico con el que se evadía de pequeña está tan podrido como el de los humanos. Porque otro acierto de la novela es que desde su inicio la protagonista es consciente del elemento maravilloso, en este caso el reino de las hadas. De una forma extremadamente elegante y en un par de frases bien construidas nos ahorramos todo ese rollo de la protagonista medio tonta investigando, descubriendo y preguntándose si se ha vuelto loca. En el caso de Kaye, el mundo de las hadas es algo que pertenece a su vida desde pequeña. Los secretos a descubrir son otros.

El chico de la película sí que podría entrar en la categoría del callado/misterioso, pero al menos tiene una justificación para ello. A este tipo lo han puteado mucho. La relación que se establece con Kaye entra de lleno en el juego de poder y dominación, con la gracia de que los papeles entre ellos se van alternando. El resto de los personajes también juegan a desmontar falsas impresiones en el lector: la mejora amiga traicionada, el tercero en discordia que lucha por no serlo, la familia desestructurada, etc.

Y las hadas. Holly Black se aleja de los tópicos sobre estos seres alados y dejan de ser encantadoras criaturas que revolotean por la noche. Apoyándose en la tradición de los cuentos populares, las hadas de su novelas son seres crueles, despiadados, hemosos y deformes, traicioneros, falsos, hipócritas, mentirosos violentos y crueles. Una lucha de poder se establece a tres bandas entre el Reino Oscuro, el Reino Luminoso y las hadas libres. Y ningua de estas tres facciones está libre de pecado. Todas son corruptas, pero con atisbos de humanidad (permitid este adjetivo aplicado a criaturas mágicas). La imaginación de Holly Black se manifiesta en su esplendor en el retrato de este mundo creando criaturas maravillosas y repulsivas o físicos extraños (no en vano Holly Black es coautora de esas deliciosas novelas que son las Crónicas de Spiderwick y donde encontramos este mismo nivel de imaginación).

El tributo es una novela oscura, violenta y cruel. El que espere apasionada historia de amor, saltitos por el bosque o páginas y páginas de una protagonistas indecisa entre dos amores, no es su novela. Aquí encontramos lucha por la supervivencia y momentos de sumisión y crueldad (toda la vivencia del personaje de Cornelius, por ejemplo). Y, además, con destellos y buenos momentos de humor. Con buenos personajes, con un buen argumento y con un buen mundo. Tres elementos imprescindibles para una buena novela de aventuras.

9 comentarios:

  1. Tiene buena pinta y además parece poco típico!!! Se va a la lista de pendientes, que no hace más que crecer y crecer....

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  2. MaiV; para la lista. Es lo que tienen los pendientes que crecen a un ritmo endiablado. Es una buena y original novela.

    Personita, a mí también como has podido leer.

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  3. He ido a apuntarla a mi lista de deseos de anobii porque me habías convencido con tu reseña, y veo allí algunas malas críticas, jajaja. En fin, tendré que leerla personalmente, se ve que es uno de esos libros que te gustan mucho o no te gustan nada ;)

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  4. Lana, eso nos lo encontraremos siempre. Alguna mala crítica he leído (pocas), pero se referían más a gustos personales (las hadas me gustan patatín o patatán, más romance, protagonista más moreno) que a la propia estructura de la obra o cómo estaba escrita. La única en este sentido que he encontrado es una que hacía referencia a que faltaban páginas de explicación, un volumen anterior que lo explicara todo. Y no. Tengo la sensación de que no están acostumbrando a tenerlo todo explicado y bien explicadito y abolir el trabajo como lector de profundizar o completar. ¿Me explico? Creo que es una buena novela de aventuras, no una novela de fantasía romántica. Esto hay que tenerlo claro.

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  5. Tengo ganas de leerla así que espero decidirme pronto. ¡Saludos grandes!

    PD. Me quedo como seguidora ;)

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  6. Marina, solo tiene que abrir el libro y empezar (vale, antes te lo tienen que dejar o comprar o pillar de la librería o robar). Bienvenida a este humilde blog.

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  7. Vaya, lo pones muy bien y la verdad es que no me había llamado la atención nada este libro. Tendré que ponerlo en mi punto de mira.

    Me gustan mucho tus reseñas ;)


    ¡Un besote!

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  8. Yael, gracias por decir que te gustan mis reseñas. Las escribro con mucho cariño. Es una novela que no llama la atención, pero si lees la primera frase verás que es diferente al resto de novelas. No empieza diciendo eso de "qué guapo que es ese desconocido", sino metiendo un cigarrillo en la cerveza de su madre. Buena y diferente.

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