La edad de los milagros, Karen Thomson Walker, Grijalbo, 2012
Julia sólo tenía once años cuando la tierra empezó a desacelerar, a girar más despacio. De repente, los días dejaron de tener 24 horas y empezaron a alargarse llegando en un solo día a más de 25 horas. Y continúa. Los animales empiezan a tener comportamientos extraños, las plantas se mueren, los científicos no pueden hacer nada, los relojes dejan de tener sentido... Y Julia con once años tiene que aprender a vivir en un mundo cada vez más extraño, a descubrir qué se esconde tras los silencios de su familia y las amarguras del primer amor.
La edad de los milagros es una novela interesante y una forma algo diferente de enfrentarse a un relato de ciencia ficción con tintes apocalípticos. ¿En qué consiste esa diferencia? En la cotidianidad que impera todo el relato. No hay revueltas, no hay resistencia, no hay heroína involuntaria ni persecuciones ni grandes acontecimientos. La edad de los milagros es el relato de como ante la inminencia del final, los seres humanos intentan continuar con la vida normal de ir al colegio y enamorarse y el intento de adaptarse a la nueva naturaleza del mundo que los rodea.
Una novela tranquila explicada desde el punto de vista de una niña de once años que asiste a su primer amor, a la decepción de quedarse sin amigas, a una madre enferma y un padre que calla muchos secretos; problemas cotidianos y comunes continúan. Lástima que algunos de estos problemas sean tan poco originales en su planteamiento y en su resolución... los elementos que componen la soledad de Julia los hemos leído una y otra vez en muchos libros de carácter juvenil realista... y pese a la amenaza del fin del mundo, no consiguen trascender su propia cotidianidad.
Esto es en mi opinión el punto más flojo de la novela, pese a tener un marco muy interesante y apetecible, el argumento que desarrolla es demasiado convencional. El primer amor, el secreto del padre, la enfermedad de la madre, la soledad adolescente, etc. La interacción entre el marco y el argumento creo que no está bien aprovechado dando en ocasiones la sensación de estar leyendo dos novelas.
- A ver si lo he entendido... ¿dices que lo que más interesante que te pareció es la tranquilidad y cotidianidad de la novela, pero a la vez consideras que lo más flojo es la cotidianidad del argumento? ¿Esto no es contradictorio?
Sí, puede parecerlo, pero no creo que lo sea. Me parece muy interesante la óptica cotidiana del fin del mundo y la forma en que el mundo intenta vivir esos últimos años con la mayor normalidad posible en un mundo donde las noches y los días llegan a durar cuarenta horas. Pero la historia que cuenta, por cotidiana que sea, es convencional y se queda a medio gas. Ray Bradbury, por ejemplo, en su maravilloso cuento "La última noche del mundo" (que se puede encontrar en el libro El hombre ilustrado) cuenta lo mismo (el fin del mundo y como la gente continúa con su vida igual que antes), pero las implicaciones de esas pocas páginas son mucho mayores y la repercusión en el lector es enorme.
Pero, por favor, que no se me entienda mal. La edad de los milagros me ha parecido una buena lectura. El tema del apocalipsis es muy afín a mis intereses, Karen Thomson Walker escribe con buen gusto y con un estilo cuidado que roza lo poético, el tono de la novela es triste, pesimista dejando un pequeño atisbo a una esperanza, quizá vana, pero necesaria para aguantar un día más. Los personajes, aunque convencionales, están tratados con mimo y cariño y consigue concentrar toda la historia en algo menos de trescientas páginas. Además, y no es poco, todo el tema de la ralentización de la tierra consigue que sea creíble. Desconozco si sería así o qué opinaría un físico del tema, pero como lector consigue que me lo crea y participe en la angustia de los días interminables y las noches heladoras, la muerte de los animales y la extinción de muchas frutas.
La edad de los milagros es una novela tranquila, con puntos hermosos, interesante en su planteamiento, algo convencional en sus personajes, llena de pequeñas ensoñaciones casi poéticas y provista de una tristeza que acaba acompañando al lector.
Otras opiniones del mismo libro
Coffe and book chik
En una tarde como hoy, en la que miro por la ventana y veo esta lluvia veraniega tan asturiana, me habría encantado tener un libro así en las manos.
ResponderEliminarMe parece muy original ese "futuro" que no es postapocaliptico en sí, donde el ser humano trata de seguir actuando según lo que sabe hacer, intentando adaptarse... Me gusta la idea.
Un besote ^^
El marco en el que se desarrolla la novela es lo más interesante... las implicaciones sociales, políticas, económicas. El mundo intenta continuar igual, pero no se puede... fracciones sociales... y todo explicado desde lo más cotidiano...
EliminarY sí, para una tarde de lluvia la novela es estupenda.
Pues fíjate que a mí el tema de las distopías me cansan tanto que no quiero ni verlos, pero esta novela me atrae muchísimo. La acabaré leyendo. Gracias por la info. Besos
ResponderEliminarLocura de lectura, no es una distopía al uso o como se ha puesto de moda (gobierno autoritario, revolución, etc.) Casi que no la catalogaría de distopía. Apocalíptica y ciencia ficción, mejor. Es una historia muy interesante y una buena lectura. Ya me dirás qué te pareción, ¿vales?
EliminarBesos para ti también.
No lo conocía, tampoco el cuento de Bradbury, me gusta la idea, aunque luego me encuentre una historia parecida a muchas en su trama entre personajes. Me quedo indecisa, porque hay tantos libros que me das ganas de leer y tengo tan poco tiempo que ojalá los días fueran más largos de verdad ;)
ResponderEliminarbesotes!!!
Pues deberes, buscar un ejemplar de "El hombre ilustrado" y leer ese cuento junto con "Caleidoscopio".
EliminarEchale un vistazo en la librería, lee las primeras páginas y a ver qué te parece. Y si no, pues a otra cosa. Leer es elegir y priorizar... así que mejor priorizar bien.
Cuando se acerca la temporada de texto, los días tendrían que ser más y más cortos.
Besos.
PS. Voy tachando minutos para cuando se acerque San Juan...
Pues creo que finalmente no me voy a animar. Podría gustarme, pero últimamente he leído unas cuantas historias tranquilas sobre niños, con los problemas familiares habituales, etc., y no me quiero saturar. Al leerte me ha dado la sensación de que esta novela puede defraudar, porque seguro que muchos lectores se sentirán atraídos por ese componente de ciencia ficción, pero en realidad parece que la trama destaca más por lo cotidiano.
ResponderEliminarBesos.
La novela es una trama cotidiana de secretos y amores adolescentes en un marco extraordinario. Lo más interesante es la adaptación normalizada de todo el mundo a una situación tan desmesurada como es el posible fin del mundo. Realmente es muy interesante.
EliminarNo la descartes del todo... déjala para más adelante... para cuando salga en bolsillo, por ejemplo.
Besos.