"Guerra y paz" de Nikolai Liev Tolstoi

Guerra y paz, Liev Nikoláievich Tolstoi

Actualmente se pueden encontrar varias ediciones. Recomiendo la de Mario Muchnick (portada) con nueva y muy buena traducción. Existe también una edición abreviada (la conocida como "primera versión") en la editorial Mondadori/DeBolsillo, sin los añadidos posteriores de Tolstoi, pero puestos a ponerse con Tolstoi, ponerse con todo. Existen también ediciones en Anaya, Cátedra... por elegir que no sea.

Aviso a navegantes: lo que vais a leer a continuación no es una reseña. Es un canto entusiasta de alguien que ha sido muy feliz leyendo esta novela.

Es otro nivel.
Con Guerra y paz hablamos de otra cosa. Existen buenas novelas y esto. Es otro nivel como he dicho. Algo que solo unos pocos pueden escribir y de una hondura literaria, espiritual, dramática, humanística y moral que resulta casi inconcebible.

Es una de ese puñado de obras de arte (El Quijote, Crimen y castigo, La Odisea, Madame Bobary, la Novena de Beethoven, La pietà de Miguel Ángel, Amanecer de Murnau, etc.) que resumen qué es el ser humano en toda su grandeza y miseria, en lo mejor y peor, en el por qué la raza humana merece el perdón y a la vez el peor de los castigos. La complejidad de la vida en más de mil ochocientas páginas de las que no sobra ni una (y sí, incluyo los ensayos sobre política, moral, economía entre otros temas con los que Tolsoi disgrega a lo largo de la novela).

¿Qué me he encontrado con esta novela?
Creo que fue Italo Calvino (y parafraseo, claro) quien dijo que una obra maestra (¿o se refería a un clásico?) se identifica porque cuando uno se pone a leerla encuentra algo completamente diferente a todo lo que le habían dicho o había leído sobre ella. A priori, cuando pensaba en Guerra y paz imaginaba un mamotreto cargado de descripciones históricas, movimientos de ejércitos y la vida de unos petimetres rusos a principios del siglo XIX. Y sí, es todo eso. Pero más, mucho más. Pero, ¿tiene algo que ofrecer esta novela al lector del siglo XXI? Lo tiene todo, porque Tolstoi trasciende su marco histórico, los personajes y los hechos para hablar de lo universal del ser humano, de lo que nos preocupaba hoy, hacer dos siglos y en el cuarto. El amor, el miedo a la muerte, el qué hago aquí, la crisis, los ahora qué, el desánimo y la búsqueda de un lugar en el mundo.

En esta novela hay fragmentos que golpean directamente y resultan mucho más modernos que una gran cantidad de libros que se publican ahora. El monólogo del príncipe Andrei la noche antes de entrar en batalla es un pequeño ejemplo de la hondura espiritual y moral de la novela, una visión cruda y realista de la guerra, del soldado y qué significa quitar una vida.

O el adorable personaje de Natasha Rostov y sus amores. Nunca he leído un estudio y exposición del amor adolescente tan claro, diáfano y ejemplar que el de esta novela. Se pueden publicar muchas novelas juveniles con muchachas que se enamoran, pero en ninguna la franqueza y poderosa fuerza con la que se expone en Guerra y paz. El enamoramiento, las dudas, las esperanzas, las mentiras y decepciones, el corazón roto, las estupideces que se cometen, las nuevas oportunidad y un nuevo amor... todo eso escrito con una delicadeza ejemplar y creando un personaje absolutamente adorable. Resulta curioso el tema de los personajes femeninos tanto en esta novela como en la posterior de Anna Karénina. Con todo lo misógino que era Tolstoi, y la delicadeza en la creación de sus personajes femeninos y como estos se ventilan a todos los héroes masculinos. Naatasha, personaje creado solo con la intención de tenerla en Moscú para luego sacarla, adquiere una vida (porque es un personaje que está vivo, que respira, siente, huele y ama y así lo notamos nosotros) que acaba adueñándose de la novela.

Acompañando a este maravilloso personaje, una galería de complejos personajes que representan el amplio abanico de la raza humana, pero que desde Pierre hasta el último criado, se escapan de ser simples figurines. Son personajes complejos, densos, dotados de vida e imposibles de describir en una línea.

Y la guerra, claro. El mayor estudio de las guerras napoleónicas en Rusia.  La Historia con mayúscula desfilando ante nuestros ojos y arrastrando a los seres humanos. Personajes ficticios que conviven con personajes históricos (memorable el encuentro del príncipe Andrei con Napoleón). Movimientos de soldados y unas batallas brillantemente escritas y descritas (muy deudoras de Sthendal) donde el lector se llena del mismo humor, ruído, hedor, sangre y muerte que los personajes. La Historia como máquina imparable que arrolla y aplasta a su paso.

Todo esto y mucho más, claro. Porque, además, Guerra y paz es una novela entretenidísima. Un brutal pasapáginas escrito con la sabiduría del que sabe atrapar al lector y lo conduce a su antojo y conveniencia. Como decía Nabokov, "cuando se lee a Tolstoi, se lee porque no se puede dejar el libro". Es fascinante y las dos semanas que me llevó la lectura de la novela de Tolstoi puedo declararlas como algunas de las más felices que como lector he tenido. Atrapado, emocionado y secuestrado por una obra literaria que es más grande, más densa, más profunda y fascinante que la vida. O que es la vida.

Tres Natashas. 
Audrey Hepburn en la versión de King Vidor de 1956.
Lyudmila Saveleva en la versión de ocho horas de 1966 (y que no he visto)
Cleménce Poséy en la mini serie de 2007 (tampoco la he visto)

16 comentarios:

  1. Tenía muchas ganas de leer tu reseña sobre este libro. No tanto por la recomendación -ya sabemos que a Tolstói hay que leerlo sí o sí-, sino porque te he leído pocas reseñas de clasicazos como este y me apetecía saber cómo la enfocarías. Como siempre, sabes contagiar tu entusiasmo, y me gusta el detalle de hacer referencia a las ediciones / traducciones disponibles (lo olvidamos a menudo, y en el caso de un clásico es importante). Por cierto, la edición que recomiendas, ¿es de tapa dura o blanda? ¿Qué tal el tamaño de la letra? No conocía esta editorial.

    En cuanto al libro, con lo bien que me lo pasé hace un par de años con "Anna Karénina", tengo claro que tarde o temprano caerá este también. Grande Tolstói.

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    1. Me ha costado horrores escribir la reseña (que no es tal). ¿Qué iba a hacer? ¿Descubrir a estas alturas del partido a Tolstoi? ¿Decir que escribe bien? Lo único que me salía era mostrar mi entusiasmo por la novela y por la obra. Y decir que es algo totalmente diferente a lo que uno espera de ella. Lo mismo me ocurrió con "La montaña mágica" cuando la leí por primera vez (sí, la he leído más de una vez). Lo que encontré era algo totalmente distinto a la idea que tenía de la maravilla de Mann. Mucho más accesible e irónica de lo que puede parecer.

      La edición que leí no es la de Mario Muchnick. Esta la consulté. Tapa dura y no muy económica (39,00€). Letra, bien. Edita muy poco, pero muy selecto.

      Es más optimista que Anna Karenina. Se nota que se escribió en un periodo en el que Tolstoi estaba bien. Cuando lo leas, lo disfrutarás muchísimo.

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    2. ¿La montaña mágica es la de unos hermanos con poderes o algo así o me estoy confundiendo con una película que vi de pequeña?

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    3. No, no tienen nada que ver.

      A la que yo me refiero es la estancia de un tipo en una clínica de tuberculosos a principios del siglo XX.

      La que recuerdas es una peli de los sesenta de Disney sobre dos hermanos extraterrestres que tenían que llegar a una montaña donde estaba su nave. Años después The Rock protagonizó un remake.

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    4. Pero el nombre era el mismo, ¿no? Por eso me confundí. Creo que la que recuerdo es la de los 60, la antigua. He buscado un poco de información y es eso; está relacionado con la estancia de un enfermo en un hospital.

      Gracias por la información!!

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  2. La verdad es que tiene una pluma para aplaudir de pie al terminar el libro. Estoy leyendo precisamente Ana Karenina y es magnífica, no se me ha hecho pesada ni por un segundo, es que necesitas seguir leyendo. Imagino que este caerá en breves, viendo lo que estoy disfrutando con la Karenina.

    Un saludo, nos leemos.

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    1. Me pasé la novela aplaudiendo.
      Lo genial de los autores del siglo XIX es como sabían combinar una enorme calidad literaria con el más puro entretenimiento. Guerra y paz era una novela por entregas. Fantástico. Hondura estética y literaria sin aburrir nada.

      Un saludo.

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  3. Hay partes que uno se pone en pie

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    1. El discurso del principe Andrei antes de la batalla es para aprendérselo de memoria. Y la primera incursión de Nikolai o el baile de Andrei con Natasha o...

      Muchos momentos... Y sí, en alguno me puse en pie.

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  4. Caray, haces que me entren ganas de leerlo y todo, y eso que tengo aún unos cuantos pendientes: El lobo estepario, Los miserables, El conde de Montecristo, alguno de Agatha Christie... ¿Son casi 1800 páginas? Eso infunde respeto... Y yo decía de Edward Rutherford y su obra Londres, en la que habla de la historia de la ciudad desde su fundación hasta supongo que la Segunda Guerra Mundial o así.

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    1. Infunde respeto, pero tampoco hay que tenérselo demasiado. Sí es larga, pero es muy accesible. Y, además, si te saltas páginas no tienes que sentirte culpable (los discursos filosóficos o algunos movimientos de ejércitos, por ejemplo). Es como una catedral gótica. A veces para disfrutarla tienes que centrarte en parte porque el conjunto avasalla.

      Dicho esto, no me salté ni una página. Fue agotador, pero una experiencia fantástica.

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    2. Me lo apunto, pero no será lo primero que lea de literatura rusa, primero leeré alguna otra cosa. Me apetece probar la literatura rusa, no sé por qué. Igual para probar cosas nuevas.

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  5. Me encanta leer este tipo de entradas tan cargadas de entusiasmo, es imposible no contagiarse. Me encantó Ana Karenina y tengo muchísimas ganas de leer Guerra y paz y luego de leerte esas ganas han aumentado.

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    1. Cuando me entusiasmo no puedo (ni quiero) ocultarlo .Me chorrea por las orejas. Y esta es una novela para entusiasmarse y, como dicen más arriba, levantarse y aplaudir.

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  6. Hay tengo que comprarlo en una traducción que le haga justicia. Como me gustaria leer en ruso.

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    1. Pues a estudiar ruso, Nina. ¿Tampoco tiene que ser tan difícil, no?

      Creo que te gustaría mucho.

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