"Seguros mortales" de Claudia del Moral. Primera entrega

- ¿Qué no te has enterado? - exclamó Darla con su chillona y picuda voz.
- No. ¿De qué tendría que enterarme? - pregunté intentando conservar la calma. Darla era mi mejor amiga, pero en ocasiones me entraban ganas de apuñalarla con el abrecartas hasta que solo fuera un silencioso amasijo de carne temblorosa.
- ¡Qué fuerte! ¡Pero cómo es que no lo sabes! ¿Se puede saber en qué mundo vives, cariño?
En un mundo gris y aburrido, pensé, pero me guardé mucho de compartir mis sentimientos con Darla. La adoraba, pero era la típica amiga a la que no podía explicar ni tristezas ni pensamientos profundos. Era demasiado alegre para que las nubes de mi melancolía empañaran los dichosos rayos de sol que conformaban su día a día.
- Dime qué ha pasado o no me lo digas, pero sea lo que sea, que sea pronto.
- Pues mira - desplazó su silla hasta mi mesa y adoptó su pose de voy a explicarte algo muy fuerte. A Darla no le importaba detener en seco su trabajo siempre que hubiera un cotilleo, bollería industrial o un hombre por medio. Miró a un lado y a otro y lanzó la bomba -. Han abierto una nueva correduría de seguros en el Paseo Marítimo.
Unos segundos de silencio y una mirada inquisidora esperando mi reacción. Oculté unos latidos de esperanza con el viejo conocido velo de la indiferencia.
- ¿Otra? ¿Sólo eso? - y puse los ojos en blanco.
Darla me miró decepcionada.
- ¡Cómo que solo eso! ¿Te parece poco?
- Ya tenemos suficientes agentes de seguros en Contrades - dije -. Unos pocos más no marcaran la diferencia.
- Primero, significan más solteros en el pueblo con nuevos culos que mirar. Segundo, fiestas locas con desconocidos  Y, tercero, con más hombres correteando por las calles, más posibilidades de que encuentres a uno que por fin, princesa, derrita la celda de hielo que tienes por coñ...
- ¡Qué quieres dec...!
- ¡Señoritas! - una voz fuerte y muy masculina nos interrumpió - enfunden sus garras y compórtense. Esto es una tienda de taxidermia, no las duchas de una prisión.
Quien así habló fue Jared, nuestro jefe. El mejor taxidermista del estado. Alto, guapo, atlético, rondando los cuarenta años y soltero lo que llevaba a decir a Darla que algo tendría para que ninguna petarda le hubiera echado el lazo. Seguro que es un psicópata o lleva calzoncillos con dibujos de personajes infantiles, decía, o peor aún: g-a-y.
Mascullé un lo siento mientras Darla lo trinaba y volvimos a nuestro trabajo. Estábamos en plena temporada alta del pequeño animal de compañía disecado y la asociación de los amantes de los jilgueros querrían tener cuanto antes su ejemplar. Su sonrisa dependía de nosotras. Darla me miró y me preguntó sin voz qué coño me pasaba. Le dije que nada, pero mentía. Sí que me pasaba algo, pero no sabia qué.

Había vuelto a Contrades hacía poco menos de seis meses después de una ausencia de cinco años. Me había ido con veintiún años recién cumplidos a recorrer el mundo y librarme de la asfixia que me provocaba unas calles pequeñas y estrechas que vivían obsesionadas con el mundo de los seguros y que consideraban a los agentes, semidioses. Cinco años viviendo entre Niza y Montecarlo, entre  Florencia y Berlín, entre Igualada y Nueva York. Trabajando en lo primero que me ofrecían; modelo de lencería, jefa de un departamento de investigación biológica, cazarrecompensas, actriz principal en películas artísticas de amateurs universitarios o zorra en un par de vídeos de hip hop.
Siempre de aquí para allá cargando con un físico muy parecido al de mi madre, bailarina y actriz cubana de generoso pecho y fuertes caderas, y con el que debió encandilar a mi padre... al que nunca conocí y tema del que no me gustaba hablar. Soportando este rebelde pelo rizado de un color que, como dijo aquel poeta parisino, recordaba al caoba de los cuadros antiguos. Y unos ojos almendrados y oscuros que ansiaban capturar algo más de lo que le ofrecían este frío mundo.
Cinco años de vagabundeo para volver al punto de origen como un perro con el rabo entre los dientes.Mi madre había muerto en un accidente de jardinería y me había mudado a su casa, una enorme mansión con aire victoriano que se me antojaba demasiado grande y demasiado llena de recuerdos. Un empleo con buen horario y sueldo trabajando de secretaria en Cuerpos eternos, el centro de taxidermía más conocido de Contrades. Y sí, tenía un empleo con futuro y por el que suspiran todas las niñas en el colegio y una buena amiga que hablaba mucho y demasiado alto, pero yo aspiraba a algo más. ¿A qué? Eso es lo que todavía no sabía.

El reloj dio las siete y con ese sonido llegó el fin de nuestra jornada laboral. Darla y yo no habíamos vuelto a dirigirnos la palabra, pero yo sabía que no podríamos estar mucho tiempo enfadadas. Era irritante, exasperante, ruidosa, ridícula, cateta y algo fea, pero pese a esto era mi amiga. Miré como se ajustaba los pechos y no pude evitar sonreír. Ella me vio y también sonrió. Volvíamos a ser amigas.
- ¿Vienes a tomar algo al Duke's? Una cerveza o un moreno cachondo...
- No gracias, prefiero ir directa a casa. Desde hace un tiempo no descanso muy bien...
Esto era un eufemismo para las horribles pesadillas que me azotaban como a una niña mala cada noche desde que había vuelto a Contrades. Espantosos sueños repletos de tonos pastel, música ligera y batir de pinzas y alas.
- ¿Seguro?
- Seguro, Darla. Que te diviertas...
- Lo haré - se mordió un labio y puso cara de perro sarnoso al que habían abandonado a la puerta de un matadero industrial -. ¿Puedo pedirte un favor?
- Dime.
- ¿Me acompañarás mañana a la nueva correduría de seguros?
- Darla...
- Por favor, por favor, por favor - y empezó a gimotear como si se hubiera atrapado el rabo en una prensa hidráulica.
- De acuerdo, pero deja de hacer ese ruido. Mañana a la hora de comer vamos.
- Y que un buen mozo nos tarifique de arriba a abajo - y dando un último grito para dar las buenas noches a Jared salió de la oficina.

A los pocos minutos salí yo y dejé a Jarred eviscerando a un caniche. Me había ofrecido a ayudarle, pero me dijo que no era necesario. El perro es pequeño, dijo, y mi experiencia enorme. Una sonrisa y hasta mañana. Ya había anochecido. En Contrades anochece pronto y la tradición de  mi infancia de reventar a pedradas las farolas los días impares se mantenía provocando que el camino hasta casa fuera un paseo donde las sombras lo cubrían todo. Me encantaba mi vieja casa con sus interminables pasillos, sus tres sótanos húmedos y sus habitaciones cerradas imposibles de abrir, pero odiaba que se encontrara a las afueras del pueblo y enclaustrada entre el viejo cementerio indio, el parque de atracciones cerrado y a un corto paseo del campamento de verano abandonado. Y para llegar tenía que pasar por un laberinto de callejones sucios y malolientes. Era consciente que si iba por la avenida central, tardaba la mitad de tiempo y no tendría que ir sola la mayor parte del camino, pero por los callejones me ahorraba pasar por delante de los bares, las discotecas y las corredurías sabiendo que todo ese mundo de color, risas y diversión no era para mí.

Todavía hoy no entiendo como no pude oírle. Supongo que el hecho de que llevara puesto los cascos escuchando coros belgas ayudó a que no oyera pasos detrás mío, ni los siseos, ni el sonido de una bragueta bajándose, ni las carcajadas delirantes, ni el ruído de una moto contra los cubos de basura o la delirante música de una infernal armónica. En aquellos todo mi universo era mi soledad y mi música. Casi muero cuando un brazo me rodeó la cintura y un cálido aliento acarició mi cabello.
Solté un gritó y una mano fuerte con largas uñas me arrebató los cascos.
- Hola guapa - dijo una voz arrugada y sucia como las sábanas de un motel barato a las nueve de la mañana tras el rodaje de una película porno de tercera -. ¿Qué hace una preciosidad como tú tan sola en una noche tan fría como ésta?
El miedo me atenazó la garganta y no pude emitir ningún sonido. "No soy guapa", quería decirle, "y no me hagas daño, por favor". Sentí como se apretaba más a mí y una lengua larga y bífida me dejaba un rastro de baba por la oreja.
- ¿Sabes qué, guapa? Los vampiros no solo mordemos y chupamos. También adoramos lamer... ya lo descubrirás un día de estos. O esta misma noche.
"¿Vampiro?", pensé. "Es un loco, además de un pervertido y un adicto al piercing extremo, es un loco...".
- Por favor...
- Si la gatita sabe hablar y su voz es de caramelo. Tú y yo vamos a divertirnos mucho.
Me alzó del suelo y me llevó a un callejón sin salida donde solo había bolsas de basura, un par de indigentes durmiendo y una bombilla temblorosa. Me dejó caer al suelo. Las medias se me rompieron y me di un pequeño golpe en una mano.
- No me hagas daño. Por favor... - y alcé la mirada. Ahogué un grito al ver quién estaba delante de mí. No parecía humano. Nadie podía tener esos ojos rasgados y rojos, esa sonrisa que parecía que se la hubiera hecho con un cuchillo una amante desquiciada y esos dientes puntiagudos que destilaban lágrimas negras. Blanco como la nieve y aunque era delgado, se le veía fuerte. Todo él rezumaba maldad.
- Vamos a divertirnos - dijo -. Tengo mucha hambre.
Y se acercó a mí. Los dientes y las uñas le crecieron y todo él desprendió un olor fuerte y nauseabundo que me llevó a aquel domingo por la tarde con cinco años en que abrí la tumba de mi abuela por error.
- Por favor...
- Ñam, ñam... - sus dientes acariciaron mi cuello. Y empecé a desmayarme.
Pero antes de perder el sentido, vi aparecer entre las sombras una figura vestida de negro con los ojos de color miel más hermosos que había visto en mi vida. Me pidió silencio con largo, fuerte, elegante y grueso dedo y vi que en la otra mano llevaba un enorme cuchillo.
Y entonces acabé de desmayarme.

CONTINUARÁ...

29 comentarios:

  1. ¡Oh Dios Mio! :O ¿Taxidermista? ¿temporada del animal de compañía disecado? Bueno, bueno, esto promete...
    Espero que nos cuente cómo abrió la tumba de su abuela por error, me muero de curiosidad xDDD

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    1. Se contarán muchas cosas, Tinuwel, y por lo que llevo leído de las novela algunas pensaréis que no era necesario contarlas.

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  2. 10:00- Pensaba comentar a medida que iba leyendo, pero acabo de llegar al gran anuncio de su amiga y no puedo parar de reírme.

    10:03-¡Qué afortunada es esta chica! ¡Qué pedazo de curros le ofrecen! Tiene que ser super inteligente y super guapa...

    10:06: A esa casa solo le falta un lago en el que bañarse desnuda los viernes 13

    10:09: Abrir la tumba de su abuela por error... Ajá... Interesante...

    10:10: ¡Qué ganas de leer la continuación! Me gusta por dónde va la cosa... Ahora viene cuando me enamoro del chico de ojos miel, pero no sé yo si podré hacerlo esta vez jejeje.

    La protagonista me cae rematadamente mal, lo siento por Claudia pero su personaje es insoportable. Espero que se deshaga pronto de las borrascas que tienen enjaulada su alma.

    Un besote ^^

    P.D-La próxima me esperaré a comentar al final de la lectura. Lo prometo.


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    1. En "Contrades" es casi una religión el mundo de los seguros... verás como después de esta novela, verás con nuevos ojos a los agentes.

      La protagonista sufrirá mucho y lo pasará muy mal... es lo que tiene las ..., no puedo decir más que me espoilo todo.

      PD- No sé si podrás aguantar los comentarios... la próxima entrega será memorable.

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  3. ...¡¡Quiero ser taxidermista de mayor!! ^-^
    No, ahora en serio. Después del cementerio indio, el campamento de verano abandonado y el parque de atracciones...alguien olvidó que el orfanato de los años 60 en el que las niñas morían a mansalva está por el mismo camino (hay, con el coro belga a uno se le pasa el tiempo).

    Ojos amarillos...estaré esperando, grande Claudia.
    Por cierto, ese apoyo a las amigas que muchas veces nos gustaría despadazar y apuñalar para dejar su carne temblando.

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    1. Pues si quieres hay cursos sobre 750€... si quieres te paso la información y podrás cumplir el sueño de parecerte a nuestra protagonista y ponerte a sacar las tripas a lindos gatitos.

      Claudia es la mejor y esas amigas hay que conservarlas...

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    2. Oh, perfecto para mi cumple ^0^. Si es que estás en todo, Jorge.

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  4. Accidente de jardinería... a ver Claudia, explica eso que promete.

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    1. Uno de tantos secretos que nuestra protagonista carga...

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  5. ¡Si, Por Fin!
    Sin duda alguna lo mejor que me he echado a la cara desde "atashi no riri" y la mejor manera de relajarse entre conspiraciones y neets desmotivadas. Es mor ultraconcentrado, me encanta, y que buen uso del cliffhanger...

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    1. A Claudia le molestan mucho las novelas que tienden a hincharse y a tener páginas de más. Concentración, acción, pasión y sorpresas. Eso es lo que Claudia promete.

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  6. Pronto Diógenes me traerá la continuación...

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  7. ¡Y yo sin saberlo! Vengo el 20, puntual como un reloj que se rompió a las 16:00 cuando dan las 4 ¡y resulta que actualizaste hace dos días! Esto me pasa por estar desaparecida (motivos tengo, ya te contaré)...
    En fin, que supongo que habrá sido cosa de Claudia para darnos una sorpresa a sus fans ¡y qué sorpresa!
    "A los pocos minutos salí yo y dejé a Jarred eviscerando a un caniche" esto es ambientación e imágenes contundentes con las palabras justas, jejeje.
    Me gusta todo, la mayoría de lo que te iba a decir ya te lo han dicho porque llego taaarde, jejeje, pero eso, que la tumba de la yaya, el enclave del caserón, los ojos caramelo del desconocido que se barrunta en la continuación, ¡estoy enganchadísima con tó y me lo he pasado en grande leyendo! :D
    Mil besazos y mis felicitaciones a esa gran autora, voy a tuitearlo :D

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    1. Claudia es imprevisible. En principio era para el veinte, pero me llamó a casa (¡sí, me llamó!) y me dijo que no, que el dieciocho. Y ella escribe y manda y ejecuta, así que el dieciocho.

      Me alegro mucho, pero mucho que te guste este pequeño fragmento que no es más que muestra de una obra que hará que los cimientos de la literatura implosionen y vomiten.

      Un abrazo y ya me contarás.

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  8. Más,más....estoy intrigadísima...

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  9. Hola

    No incido en las frases y puntos geniales de la obra (como la de accidente de jardinería) porque se me han adelantado, pero, desde este humilde comentario, mis felicitaciones a Claudia del Moral por todo el arte que derrocha.

    Espero ansioso la continuación.

    Un saludo.

    Juan.

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    1. Claudia suda talento y gracia y pasión por lo que hace.

      La continuación no creo que tarde mucho en verse por aquí.

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  10. DIOS. coMPRARÍA ESTE LIBRO PARA ECHARME UNAS RISOTADAS.

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  11. OMG: ¡No lo había leído aún! ¡Con lo fan que soy de Claudia! ¡Queremos más! XDDD

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  12. Esta primera parte se perdió entre mis feeds y apenas hoy que vi la entrega de la segunda la he visto (O__O) ¿Cómo es posible que no lo hubiera leído antes?

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  13. Claudia, explica lo del accidente de jardinería. Primer aviso.
    Y una pregunta, junto a la casa no habrá también un manicomio con 50 locos que esté regentado por monjas? XD

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  14. Que dia se publica la siguiente entrega??

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    1. Muy pronto, Ronnie. Aunque si te refieres a las que van detrás de esta, ya van tres publicadas. Si picas encima de la foto del machote de Jason Stanham, para allá vas.

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