Empiezo otro de esos retos que no acabo... Oscars a la mejor película y empiezo por "Alas"

Soy de retos estúpidos e inútiles que no aportan nada y que con toda seguridad acabaré abandonando. Así que teniendo dos o tres abiertos, he decidido ponerme con otro porque sí; porque ya estoy suficientemente ocupado con todo, pero algo que me coma más tiempo no irá mal.

¿Y de qué va?

De los Oscar.

No pienso ser elegante.

Vaya por delante que estos premios ni les tengo aprecio, ni me impresionan, ni les otorgo más valor que el de la curiosidad, pero sí que pienso que son interesantes para ver las tendencias del cine aunque sea a la contra. Total, que la idea es verme todas las películas que han ganado el premio a la Mejor Película (como sí eso existiera... bueno, sí, Regreso al pasado) y decir cuatro obviedades que podéis encontrar en páginas más interesantes. Y en sentido cronológico así cuando me cansé del reto ya me habré visto los años veinte, treinta y cuarenta.

Empezamos.
1929. La ceremonia inaugural que premia a las mejores películas de los años 1927 y 1928 de ámbito americano. Los Oscars, aunque no se llamaran así entonces, son premios endogámicos que por principios suelen ignorar cualquier otra cinematografía que no sea la suya o, de forma puntual y algo condescendiente, la inglesa. Ojo, no lo critico. Si la industria más importante y brutal del cine mundial fuera España, Francia, Chile, Ghana o Igualada harían exactamente lo mismo. Años más tarde inventaron ese premio de "Mejor película de habla no inglesa" para que los otros no se quejaran.

Sea como sea, el 16 de mayo de 1929 en el Roosevelt Hotel de Los Angeles se entregaron dos premios a Mejor Película.


Amanecer de F.W. Murnau ganó el premio a Producción única y artística.
Alas de William A. Wellman ganó el premio a Película sobresaliente.

Al año siguiente se arrepintieron de dar dos premios, la categoría de mejor película pasó a ser una y de forma retroactiva le quitaron el premio a Murnau quedándose de forma oficial Alas como la única ganadora y la primera en conseguir un premio de la Academia.

Y fue la que me vi hace un par de noches mientras la niña dormía al lado y los demás, cada uno en su cama. ¿Y qué tal? Pues muy bien. Una película bélica muy bien hecha, espectacular, algo larga (la parte de la borrachera del protagonista se hizo eterna), con una preciosa Clara Bow haciendo de muchacha pizpireta y adorable, con una gran escena de tensión lésbica entre Clara y una encargada de guardarropía


y una intensa y emocionante historia de amor entre los dos protagonistas masculinos.

El juego de miradas de esta fotografía promocional lo explica absolutamente todo.

¿De qué va? 
Primera guerra mundial. Dos muchachos guapos y sanos, rivales en el amor por una pánfila que solo sale tres veces en la película y la tres sale suspirando, se van a la guerra y allí, entre el horror y la muerte surge la amistad y al amor (porque a mí no me lo niega nadie, hay mucho amor). Y Clara Bow hace de enamorada en silencio de uno de los chicos y también se alista en el ejercito y tiene sus momentos de lucimiento en la película, pero el tema son ellos y acaban despachándola a casa.

Un famosísimo travelling en el Follies Bergeres, espectaculares batallas aéreas y momentos bélicos de gran crudeza. Una historia antibelicista al mostrar no solo el horror de la batalla, si no de despojar de heroísmo el regreso del héroe a casa al impregnarlo todo de tristeza.


Influencias directas, por ejemplo, en el cine de Kubrick, en Star Wars y en gran parte del cine bélico posterior. ¿Se merecía el primer premio de la academia? Ni idea, la verdad. Tampoco me importa mucho. Ya digo que los Óscars me dan bastante igual y que este reto en verdad es una excusa para ver películas que no he visto, visitar de nuevo historias que me gustaron y odiar con más fuerza aquellas que detesto.

Alas es una buena película, pero si la comparas con Amanecer pues gana la de Murnau de largo. Pero me gustó, lo pasé bien, me emocionó cuando debía y me dejó con ganas de más Clara Bow. Está dirigida con temple y nervio y con una interpretaciones correctas. ¿La mejor película del año? Bueno, si pensamos que competía contra Amanecer y que ese mismo año se estrenaros títulos como


o que ese año supuso el debut de la enorma y eterna Imperio Argentina en el cine


pues no. Pero ya sabemos que los premios de la academia en verdad no premian a lo mejor del año si no a otras cosas. ¿El qué? Depende del año. ¿Éste en concreto? Creo que fue la espectacularidad de la película. Ya que nos damos un premio, empecemos a darlo a algo grande.

Por cierto, aprovecho para reinvindicar la figura de su director William A. Wellman, para mí uno de los grandes nombres del cine clásico americano y uno de los más injustamente olvidados. Hablamos de un tipo que firma un western mutante y extraño como El rastro de la pantera, una comedia modélica como La reina de Nueva York o una película de aventuras como Beau Geste. En algún blog lo veo llamando de forma despectiva artesano, pero prefiero mil veces a un tipo capaz de explicar mil historias diferentes con este estilo que a algunos autores.


¿Otros premios de la noche?
Pues Lewis Milestone mejor director de comedia por Hermanos de armas (no la he visto) y Frank Borgaze (me encanta este apellido) como director de drama por El séptimo cielo (un dramón la mar de majo).


Emil Jannings como mejor actor (enorme presencia, poderoso, pero llegó el sonoro y un acento alemán horrible le hizo abandonar Hollywood y regresar a Alemania, allí se hizo amigo de los nazis y al acabar la guerra no volvió a trabajar).


Janet Gaynor como mejor actriz; buena, una de las más populares de finales de los veinte y los treinta y protagonista de una de las versiones de Ha nacido una estrella (la de 1937 para ser precisos).


Hubo más premios, pero paso de decirlos todos.

La semana que viene seguimos.
A ver hasta adonde llego.

Y ahora me voy a jugar con la nena que es más importante y divertido que hablar de Oscars.

De lo bien que sienta leer una novela con aroma clásico y llena de dibujetes. "Atemporal" de Armand Baltazar


Han sido unos días estupendos.
No lo sabía, pero como lector necesitaba leer algo tan fresco y sencillo como Atemporal 1. Diego y los guardianes del Vastlántico que nos ha traído Hidra editorial; una aventura de sabor clásico donde están los buenos, están los malos y pasan muchas cosas en escenarios increíbles y con criaturas maravillosas. Porque, ojo, en esta novela salen:
- Naves voladoras.
- Piratas.
- Dinosaurios.
- Robots gigantes.
Vamos, la fantasía hecha realidad de cualquier crío. O por lo menos era mi fantasía y la novela con la que habría querido toparme con doce años.

¿De qué va? Según la web de la editorial...

La tierra ha cambiado: los continentes y los océanos han variado sus posiciones y sus formas. Los dinosaurios deambulan por las llanuras junto a las manadas de búfalos, y unos robots gigantes cruzan las mismas aguas que los barcos de vapor.

Diego Ribera nació en este mundo en el que coexisten el pasado, el presente y el futuro. En Nueva Chicago, en los pasillos del instituto de Diego, se oyen murmullos de niños y niñas de todas las eras de la historia y de todas las culturas del mundo. Al cumplir trece años, Diego descubre que tiene un don especial, algo que no puede ni empezar a comprender.
Cuando su padre, el ingeniero más importante de Nueva Chicago, es secuestrado por Aeternum, Diego deberá rescatarlo y prevenir que ese malvado grupo acabe con la frágil paz que la humanidad ha conseguido forjar.

Atemporal es una novela con un ojo puesto en Julio Verne, lo steampunk y en aquella versión que Disney hizo de La isla del tesoro ambientada en el futuro. Aventura pura, pasión por el desenfreno y cuando más grande y más ruido, mejor. Muy ágil, muy rápida, con personajes simpáticos (como suele pasar en este tipo de historias, más simpatía despiertan los secundarios que el protagonista) y donde la acción es continua y apabullante (con algún uso un poco chirriante del deus ex machina, pero que me molesta al lector que soy ahora con tanto y pocos años y no al que era con once).

Y las ilustraciones. 


Que funcionan tanto como complemento a la narración como en narración misma. Los dibujos explican parte de la historia (una batalla, una huida, una mirada, un gesto).



Imprescindibles y espectaculares.


Como en la novela Hugo Cabrett, texto e ilustración forman un todo. Por eso en ocasiones como lector causa extrañeza la parquedad en descripciones o ciertas elipsis bruscas; no es por torpeza del autor si no porque la ilustración ha hecho esa parte de narración. Como lector acabas encontrando el equilibrio y la novela fluye.

Hidra ha realizado una edición realmente buena. Las ilustraciones lucen espectaculares y la tapa dura, la calidad del papel, etc, hacen de Atemporal, además de una buena novela de aventuras, un precioso libro objeto.

Quedo pendiente de su segunda parte. Sienta muy bien volver a sentir parte de aquella maravilla que se sentía como lector y devoto de Verne, Salgari o Stevenson. La aventura por la aventura y el creer que con doce años se puede volar por el mundo y vencer a los piratas.

Donde hablo de Una chica como ella de Tanaz Bhathena. Ojalá más primeras novelas como ésta.

Editada por Plataforma Neo.

De verdad, no lo esperaba.Pero me llamó mucho la atención que el narrador de la novela estuviera muerto. Que todo se iniciara con un accidente de coche y dos adolescentes muertos en una cuneta. Y que la promesa del argumento no incidiera en una historia de amor si no en el por qué estas dos personas estaban juntas cuando no podían y quién es de verdad esa chica.La leí y me gustó.Mucho.¿De qué va? 
Apunto del resumen argumental que hace la editorial.

Zarin Wadia, de dieciséis años, es una estudiante brillante y vivaz, además de huérfana y temeraria. Y también es la clase de chica de la que los padres advierten a sus hijos que se mantengan alejados: una joven problemática cuyos numerosos romances son objeto de infinidad de cotilleos en el colegio. «No te conviene mezclarte con una chica como ella», dicen. Entonces, ¿cómo es que Porus Dumasia, de dieciocho años, siempre ha estado colado por ella? ¿Y cómo acabaron Zarin y Porus muertos en el mismo vehículo tras estrellarse en una autopista de Yeda, en Arabia Saudí? Cuando la policía religiosa llega al lugar de los hechos, aquello que todo el mundo creía saber acerca de Zarin queda en entredicho. Y, a medida que se reconstruye su historia, relatada a través de múltiples perspectivas, queda claro que Zarin era mucho más que solo «una chica como ella».

Tanaz Bhathena consigue un enorme personaje protagonista. Zarin es compleja, rica en matices, contradictoria, viva para el lector... una adolescente que se debate entre lo que es y lo que quiere ser y lo que una sociedad tan represiva con las mujeres como es la de Arabia Saudí espera de ella. Y la familia, claro. Una chica marcada por los pecados de los padres y que ella paseará con insolencia buscando una libertad que no encuentra; solo una apariencia de ésta en pequeño actos de rebeldía. 



Igual de bien trabajados están los secundarios; desde Porus, el único personaje que apoya e intenta ayudar a la protagonista, como una familia absolutamente dominada por los prejuicios y la cobardía, como los compañeros de clase (páginas duras de acoso escolar y profunda hipocresía) y los chicos que se siente a salvo de hacer lo que quieran por vivir en una sociedad construida para ellos. Un retrato duro de Arabia Saudí, donde la autora vivió y sobre sus recuerdos y experiencias (que no autobiografia) está construida la novela, y de la posición humillante que las jóvenes ocupan allí.

La autora utiliza de forma prudente los múltiples puntos de vista consiguiendo que cada uno de ellos se sienta individualizado y que esté justificado por motivos narrativos y no sea un mero recurso exhibicionista o por capricho. Cada testigo aporta información nueva, hace avanzar la información y hace crecer este mundo y el retrato de una muchacha inmigrante en una sociedad represiva.

Intensa, elegante en su escritura, bien construida y fina en la construcción psicológica de los personajes. Una novela muy interesante y una de las sorpresas de la temporada.
Muy bien, sí.
Espero que las siguen novelas de Tanaz Bhathena nos lleguen.

Otras opiniones

Entrevista a la autora

De chicos malos y chicas buenas. Tres novelas de "¡¡¡por qué!!!" por el precio de una

Cada lector tiene temas que odia.
Tengo un amigo que por buena que sea una novela, si le pones naves espaciales no le gusta. No puedo con ello. No soporta las naves espaciales. Tengo un cliente en la tienda que no soporta la ficción; solo lee ensayo e historia porque considera que es perder el tiempo leer algo que no sea verdad. Por mi parte tengo varios temas que no son mis preferidos, pero el tema que odio por encima de todos es ese subgénero de la narrativa juvenil romántica que es el "chico malo".

Ya sabéis, esas historias de chica buena y virginal que conoce a un chico maloso malote con tatuajes, moto y que mira de lado con unos preciosos ojos verdes / azules / miel / multicolor que oculta su sensibilidad y dolor bajo capas de tosquedad y malos modos y que necesitarán un mínimo de tres libros en liberar al osito tierno y con tableta de chocolate que lleva dentro.

En este reto he tenidos tres novelas de éstas. Tres.
A los que votasteis por estas historias, gracias por hacerme perder minutos valiosos de mi vida que podría haberme dedicado a otras cosas. Como arrancarme las uñas de los pies con unas tenazas mientras un jabalí me muerde el escroto.
Sea como sea, aquí van mis comentarios sobre estas historias. Las agrupo en una misma entrada porque no es necesario darles más espacio.

Se desvelarán partes importantes de las tramas de las novelas.
Me lo agradeceréis. Así no tenéis que leer nada de esto.

Editado por Planeta bajo su sello Crossbooks
Traducido por Silvia Cuevas

Vale, primer título de trilogía para una historia que se explica en cincuenta páginas. La he acabado de leer hace tres días y hago la reseña rápido porque es la típica novela que corre el riesgo de desaparecer de mi memoria. 
Es nada. 
Absolutamente nada. 
Un vacío enorme en todos los sentidos.

¿De qué va? 

Pues de una chica buena llamada Eden que va a pasar el verano a casa de su padre. Va sin ganas porque su padre las abanonó a ella y a su madre hace tres años y como que tiene cosas enquistadas, pero, oye, un verano en Los Angeles es tentandor (yo también iría). Allí conoce a sus hermanastros y se queda así como ¡la virgen puta en patinete! cuando conoce a Tyler, el mayor, que está bueno que te cagas y le gusta fumar y emborracharse y drogarse e ir con gente con el pelo sucio porque está atormentado por algo y se siente atraída por él, pero ese amor está prohibido, ¿no? (añadir comparación con Romeo y Julieta, pobre amantes de Verona... si supieran lo que se escribe en su nombre se volverían a suicidar). Y sale más gente como la típica novia mala psicópata, el chico bueno medio tonto que está para hacerte creer que habrá un triángulo, el padre ausente, las amigas locuelas y divertidas y... agggh, nada nuevo.

La historia que conocemos, explicada de la forma que ya hemos leído para llegar a un final que ya esperamos. No hay nada nuevo, ni original, ni diferente ni en lenguaje, estructura, forma, estilo, personajes o historia. Es lo de siempre hecho como siempre. Tyler cargado con un pasado que le hace ser malote y buscar refugio en las drogas, Eden con complejo de cuidadora y sanadora que pondrá todo su empeño en salvar a Tyler. Tiranteces al principio y odio que se transforma en atracción y deseo. Personajes sin motivaciones muy claras y muchas páginas de relleno donde la información se duplica o triplica y las escenas se repiten con capítulos de diferencia. Malo cuando con una novela te saltas sin querer dos capítulos y no es hasta cincuenta páginas más adelante que te das cuenta.

¿Algo que me gustara? Nada, pero reconozco que el personaje de la novia psicópata es divertido por cliché y exagerado. Los malos malísimos sin motivación y porque sí son una debilidad muy grande.

Y no añado nada más porque tampoco recuerdo muchos más detalles y paso de esforzarme.

Publicado por Montena en su colección Ellas.

Consideración previa.
Si repito algunos de los argumentos utilizados en la reseña de Love you es porque cambiando cuatro detalles es la misma novela. Intentaré utilizar sinónimos.

¿De qué va?

Pues de una chica maja llamada Tessa que empieza el último curso de instituto y se enfrenta a su ex-mejor amiga Nicole que es mala, malísima, pero mala, un bicho, vamos, una persona a la que expulsaron de las SS por ser demasiado mala para ellos, y a Cole el guapo guapísimo que la atormentaba cuando era pequeña porque sí, pero ahora se sigue metiendo con ella, pero en plan guay de coqueteo y es más guapo... Y tiene una amigas y sale otra gente y no importa mucho, la verdad.

Si Love you apostaba por el drama, Bad boy's girl se decide de forma directa por la comedia adolescente de instituto. Mucha risa, mucha réplica aguda, mucho ritmo, pero al final se consigue más bien poco de esto. ¿Qué encontramos? Personajes sin motivaciones ni muy coherentes (por ejemplo, la protagonista se presenta como tímida, pero se comporta como alguien rápido y sociable), centenares de páginas de relleno, una protagonista cuya autoestima depende de que el chico guapo le diga que vale, que es guapa y que será él quien la saque del hueco de mediocridad y cutrez en el que ella vive... suerte que aparece él.

Toneladas de aburrimiento e irritantes tópicos del tipo "si un chico te pega, te gasta bromas pesadas, te humilla en público y te rompe un brazo por tirarte de un árbol es porque le gustas". Estamos ante una novela que romantiza el acoso; un protagonista masculino que tras su apariencia de pesado encantador y bromista, hay un acosador de manual que ha atormentado a la protagonista desde que era pequeña ante la indiferencia de todo el mundo (cosas de críos que dicen), pero cuyos actos se justifican porque siempre la ha querido. Y pensar que hay personas que suspiran por un tipo como éste...

Y además la historia de estos dos se estira durante, ¿cuantas?, ¿cuatro novelas más? Admiro de verdad el talento para estirar hasta la náusea una historia que no da para cinco páginas. Para después hacer siente novelas más para explicar el punto de vista de él y luego seis más con las historias de amor de cada amigo tarado del protagonista.

Editada por Suma de libros

Si algún día venzo la pereza, escribo mi tan pensada novela de humor y fantasía, acabo mi ejercito de supermutantes atómicos y conquisto el mundo para convertirme en tirano universal (porque después del mundo, vendrá el universo y después, preparaos dimensiones paralelas), una de mis primeras leyes será la prohibición absoluta de que en la novela se utilice el nombre de Jane Austen, Charlotte Bronte, Emily Bronte y Romeo y Julieta en vano. Se harán controles exhaustivos de las narrativas y si se descubre una aparición del nuevo cliché de comparar a tonto y tonta protagonistas de tontá con Cat y Heatcliff o con Romeo y Julieta la pena será la expulsión a algún desierto radioactivo sin más compañía que un coleccionista de uñas de famosos para que le explique las mil y una anécdotas que vivió para conseguir ese trozo de... no sé, alguien conocido, pero cutre... no me apetece pensar.

Dicho esto, Maldito Romeo.
Sí, una utilización banal del clásico de Shakespeare (creo que si el bardo hubiera supuesto la de horrores que se harían en nombre de su pieza teatral no la hubiera escrito y se hubiera extirpado esa parte del cerebro).
- Pero no tendríamos West Side Story ni la peli de Zeffirelli.
Mierda... de todas formas es doloroso.

¿De qué va? Pues de una chica  que es actriz y hace de Julieta y resulta que su compañero de reparto es un chico que le rompió el corazón hace años por un quítame de allí "ese secreto turbio que me atormenta y me impide ser feliz y enamorarme y tener una relación sana y no te acerques mucho que ahora sí, ahora no" y aunque le odia, porque le odia de verdad de la buena, no puede evitar sentir una atracción de esas de chorreo máximo y peligro de resbalones. Y total que entre ensayo y ensayo pues la pasión y los recuerdos, pues que se empieza a acabar lo que se empezó y...

Pásame esa escopeta y acabemos con esto de una vez.

Maldito Romeo es una tontería. Inofensiva, sí, pero demasiado lo de siempre y demasiado tonta. Y repleta de tópicos sobre el mundo teatral y siguiendo el patrón que ya conocemos de la novela romántica. Sí, ya sé que en este género lo que importa es el camino, no el destino, pero es que ese camino lo hemos recorrido exactamente igual un millón de veces con los mismos chistes malos del guía y las misma curvas del camino que nos hacen vomitar. No hay nada que destaque. Bueno, sí, la tentación de pasar páginas y comprobar cómo a cincuenta páginas después la historia sigue siendo la misma.

De verdad, no perdáis el tiempo.
Con ninguna de las tres.

Sobre superhéroes adolescentes y la fina línea que separa al héroe del villano... vamos, que hablamos de "Renegados" de Marisa Meyer

Me gusta Marissa Meyer.
Soy muy fan de sus Crónicas Lunares (¿la veremos acabada en algún momento o seguiremos viviendo el desprecio de Montena a la seria uniéndose a los casos de Vampire Academy o El círculo entre otros?). Sin corazón me gustó algo menos, pero se debe más a que las relecturas del universo de Alicia en el País de las Maravillas me producen pereza eterna que a la propia novela.
Las filias y fobias hacen mucho en la lectura... y a veces es una injusticia para la misma historia.

Así que la lectura de Renegados iba a ser un fijo.
Al poco de publicada, leída. La reseña u opinión tardaría más.
La temporada de texto es cruel y dañina y, siendo sincero, tras estar despachando cuadernitos de inglés, no me apetecía llegar a casa y ponerme delante del ordenador; solo quería cenar, un capítulo de Star Trek y a dormir.

Pero vamos al lío, ¿qué tal Renegados?
Pues muy bien. Larga, pero bien.

Publica Hidra con traducción de Guiomar Manso de Zuñiga

¿De qué va?
Nova, villana, se infiltra en el grupo de superhéroes Renegados como espía. Una vez allí las cosas se complicarán, claro, si no no hay novela.

Héroes y villanos. La lucha eterna. Lo interesante de la novela, y como lo ejemplifica la protagonista, es como va difuminando la línea que separa a unos de otros. Depende de si eres vencedor o vencido que te llamen de una forma o de otra, del tipo de persona que seas, de... Nova asiste al desmoronamiento de sus convicciones y de lo que creía tan claro al descubrir verdades que le habían ocultado, conocer a personas, etc. 

La novela intenta, y consigue, romper la dicotomía entre buenos y malos para hacer un mundo más complejo donde las buenas intenciones de los héroes no significan que el resultado sea bueno o entendamos, y apoyemos, los motivos de algunos villanos. Y la clásica pregunta, ¿libertad sin orden u orden sin libertad?


La novela no oculta sus fuentes, cómics (y películas) de La patrulla X (soy un viejales, no consigo hablar de X-Men) y tebeos de supergrupos en general y las novelas de Bradon Sanderson de la saga Reckoners pasada por la estructura clásica de la novela juvenil de aventuras (incluye romance, pero por suerte no carga las tintas en él... la novela va de otra cosa, no de miradas que se encuentran y suspiros aleteando).

Es entretenida, atractiva, bien estructurada, con personajes sencillos, pero agradables y bien tratados (en especial los secundarios) y con el estilo y talento de Marissa Meyer para la creación de universos; la ambientación es una de los temas más conseguidos de la novela. 

¿Algún pero? Sí, es demasiado larga. La novela tarda mucho en empezar de verdad y como lector he tenido la impresión de que en sus primeras ciento cincuenta páginas hay más relleno que información útil, pero una vez que la novela arranca de verdad (Nova infiltrada en los Renegados), la historia gana en interés y con un ritmo tranquilo va acelerando hasta un buen final de primera parte y dejándome con ganas de esa continuación que ya está anunciada.

Renegados es una buena lectura en consonancia con lo leído de la autora; universo interesante y correctos personajes con los que embarcarse. Bien, sí, Marissa Meyer no defrauda.

Otras opiniones

Poniéndonos al día

Bueno, una vez que la temporada de texto oficialmente se ha acabado con las primeras devoluciones de libros y cuadernos (un máximo de un 10% de lo comprado) puedo volver a ponerme con el blog. A ver, la temporada de texto no es tan dura como diez años atrás; cuando la librería se convertía en un pandemonium de padres enfurruñados y adolescentes despistados y las colas que se forman en Sant Jordi se repetían durante tres meses, pero con mal humor y si ilusión por el lote de libros de tercero, pero sigue siendo la peor época del año por desagradecida.

No es tan dura ya porque el libro de texto se muere. Ya sea porque en primaria reaprovechan más, ya sea por la reutilización o por la aparición de empresas de alquiler de material de texto, cada vez se vende menos y las librerías que participamos de ello lo notamos. Ojo, no es crítica al aprovechamiento ni a buscar otros recursos pedagógicos, es un hecho. Una parte importante de la facturación se va y muchas librerías que durante años se habían casi especializado en esto (por ejemplo, conozco librerías que durante casi cuatro meses dejaban de recibir novedades porque se dedicaban casi en exclusiva a vender libros de colegio) lo están notando mucho y pasándolo peor.

Nosotros lo hemos notado mucho, pero creo que nos hemos ido adaptando. Seguimos cuidando las novedades y mimando la literatura de género (sea fantástico, romántica o juvenil) y abriendo la librería a juegos de mesa, por ejemplo. ¿Presentaciones de libros? También, pero menos. Es un formato que desde hace años percibo que se está agotando y que despierta poco interés a menos que sea el libro de un personaje muy mediático o de un tema político, sea como sea, por motivos extraliterarios. Nos pasa demasiado a menudo organizar una presentación literaria o un encuentro con un autor / editor / traductor, publicitarlo hasta la náusea, comentarlo a clientes, moverlo por bibliotecas, etc. y que el día aparezca algún familiar y dos interesados y un despistado.  Hace poco días, por ejemplo, tuve que decir que no a una presentación que nos ofrecían que me hubiera encantado hacer, pero que conociendo la ciudad donde vivo y trabajo, no hubiera funcionado.

Pero no era de todo esto de lo que quería hablar.
Total, que la temporada de texto ha acabado y puedo dedicarle minutos al blog.
Y al reto. Con el que he tomado una pausa porque en mi inconsciencia decidí leerme seguidas casi todas las novelas que me daban pereza y eso ha ido licuando mi pobre y debilitado cerebro. Además he leído otras cosas de las que me apetece hablar, jugado a cosas interesantes, vistas películas chulas... y vuelvo a ser miembro del jurado con la consiguiente desesperanza en el futuro de la literatura juvenil que conlleva.

Sea como sea y como dice una y otra vez Niña Dragón, aquí estoy.