Verd Maragda, Kerstin Gier, Lluna Roja-La Galera, 2011
Se acabó.
Punto final a una de las mejores trilogías juveniles que se pueden encontrar en la actualidad en las librerías. Capítulo de cierre que reúne lo mejor de la serie salvando algunos de sus escollos (algunos más salvados que otros, todo hay que decirlo), pero que ha conseguido que cierre el libro con una gran sonrisa y que empiece a echar de menos a Gwen, a Xemerius, a Leslie y a tantos otros personajes. A Gideon no tanto, la verdad.
Paso de un resumen argumental por las razones de siempre; si me da pereza hacerlo de uno, imagina de dos volúmenes. Además, quien no lo haya leído todavía se le fastidian algunas sorpresas y chistes y porque no y punto. Así que diremos que Gwen continúa con sus problemas amorosos, sus problemas temporales y sus problemas familiares. Todo con buen sentido del ritmo, carisma a raudales y un estupendo y maravilloso sentido del humor.
Porque esto último es una de las grandes bazas de esta tercera parte. El lector deja de sonreír y pasa a reír. Es una parte más dramática en lo que ocurre, pero a la vez más cómica en cómo lo cuenta. A ver, que nadie piense que la serie Rubí se ha convertido en una parodia o que todo es un continuo ji ji, ja ja que no es el caso, pero da la sensación de que la autora corrige alguno de los excesos de la segunda parte y los reconvierte en grades páginas de humor y psicología adolescente. ¿

1. tiene que seguir investigando y llorar no sirve de nada.
2. tiene que ir al lavabo a mear.
Una vuelta a la realidad y un contrapunto humorístico. Y sobre esto se construye la novela. Fantasía, sí. Peligros, también. Amor, mucho. Pero sin olvidar el realismo y la verosimilitud de los personajes. Si Gwen y Leslie adolescentes, se van a comportar como adolescentes normales y reales.
Es por esto que me gusta esta serie. Por su humor y su normalidad. Y Gwen me gusta mucho. Como me ha gustado cómo se desarrolla el argumento de esta novela y se van atando los cabos sueltos que arrastrábamos desde la primera parte. Y me gusta el final. Puede ser que algún lector esperase más apoteosis o le sepa a poco, pero a mí me ha gustado mucho porque se ajusta a la novela. Todo en la historia es sencillo y sin pretensiones. El final también lo es. Explica y concluye sin fuegos de artificio ni grandes dramas. Y sn empalagosos momentos románticos, sino con un gag. Genial.
Y agradezco mucho a Kerstin Gier que le dedicara unas páginas al personaje de Charlotte para intentar desencasillarla de su papel de prima más guapa, pero más perra. Una escena y rebela lo que en verdad es, una chica con el corazón roto. Una escena divertida, patética y triste que normaliza a un personaje demasiado estereotipado.
Esmeralda es la culminación de lo mejor de esta serie. Acción, muchos diálogos ingeniosos, comedia de salón, viajes temporales sencillos y sin complicación, intrigas, brillantez en la forma de presentar los hechos, tranquilidad narrativa, personajes reales y secundario carismáticos que roban escenas a los protagonistas (como debe ser). ¿Le siguen sobrando algunas páginas? Sí. Pero no importa porque la novela en sí está ajustada y bien presentada. Los personajes respiran. Quizá a esta serie le hubiera ido mejor como saga en dos volúmenes que en tres. Mientras que Rubí presentaba, Záfiro estiraba demasiado y Esmeralda está ajustado. Alargando el primero con las estupenda cien páginas finales del segundo creo que la serie hubiera ganado muchos puntos.
Pero no pensemos en los quizá, sino en lo que hay. Y lo que tenemos en las librerías es una saga refrescante, divertida, vivaz, desenfadada y bien escrita. No es perfecta, le sobran páginas, estira situaciones y en algún volumen desaprovecha a los secundarios, pero tiene grandes momentos cómicos, diálogos vivos, viajes en el tiempo (que eso siempre se agradece), personajes carismáticos, una protagonistas que de verdad es una adolescente normal y real (a pesar de los saltos temporales) con una amiga normal y real, un estilo tranquilo, pero vivo, una historia interesante y un robaescenas como Xemerius con su adicción no confesa a una novela de vampiros adolescentes.
Vamos, que acabé la lectura contento y feliz hasta que pensé... ¿y ahora qué leo? Porque la temporada se presenta dura y aburrida. Añoraré a Gwen.