Dos coronas, Susana Eevee, ed. Ajec, 2010
Primera reseña del año después de casi dos semanas sin escribir nada (que no sin leer, que leer he leído mucho, pero tanta navidad y tanto regalos y tanto libros por envolver acaba pasando factura).
Dos coronas es un libro que esperaba con ganas. Se debe al hecho de conocer a la autora (aunque sea de forma virtual) antes de saber siquiera que tenía un libro en la recamara, a compartir ciertos rasgos de sentido del humor y a establecer una relación de cortos mensajes que algún día próximo se afianzará ante unas bebidas (en mi caso seguramente no alcohólicas). En cuanto llegó a la librería me hice con un ejemplar, pero por asuntos que no atañen a nadie no lo pude leer hasta hace escasamente una semana. Veredicto: muy favorable.
Soota no recuerda nada de su infancia. Vive su presente como príncipe heredero del reino de Erigia. Es rebelde, temerario y violento. Pero un casual encuentro con una pareja de ancianos provocará que los recuerdos perdidos empiecen a emerger y Soota, convertido de repente en Doogan, emprenda un largo viaje en pos de la verdad sobre su vida, su identidad y su lugar en el mundo.
Vale, reconozco que como resumen es bastante malo, pero me gustaría que el lector se adentrara en la lectura de esta novela con la mínima información. Al abrir yo el libro no sabía de qué iba. Sólo conocía un par de detalles que me había adelantado Susana: salían dos coronas y había mata-mata. Abrí el libro, lo leí y lo cerré. ¿Qué pasó y qué me encontré en medio? Una buena novela de fantasía y aventuras. Dos coronas es una buea novela. Enérgica, bien escrita, mejor contada, con buenos personajes, con gusto por la descripción y el diálogo y un tanto extraña.
Susana construye su novela sobre la más clásica de las estructuras: el viaje. Un héroe que sale de su hogar en busca de algo (ya sea un tesoro, una princesa, un reíno o en este caso, su identidad), vive una serie de peripecias, conoce a una serie de personajes y regresa a su hogar habiendo aprendido algo. Como todo el mundo sabe desde Ulises, lo importante no es el destino, sino el viaje en sí. Soota/Doogan viaja, busca y finalmente encuentra. Hasta aquí nada extraño, lo sé. Lo diferente es cómo emplea Susana está estructura, sobre un personaje que en mi opinión no es un héroe.
Soota/Doogan es arrogante, impulsivo y violento. Su sentido no es el honor, sino el odio por ser quién es, por quién lo ha hecho así y por quién no lo evitó en su momento. El amor es posesión y pérdida. Soota/Doogan se dedica a destruir a su paso lo que encuentra buscando "eso" que lo haga ser uno. Este personaje no es un héroe tradicional porque en él existen infinitos matices de gris. No es un personaje que caiga simpático. Susana no juega la carta fácil de buscar la identificación con el lector (una trampa de la que se abusa en exceso en la actual literatura juvenil y/o fantástica) y construye un personaje lleno de destellos de heroismo, de fragilidades, pero también de acciones más que reprobables. Nada es cómodo ni sencillo en Soota/Doogan lo que para la novela es perfecto porque el lector siente como suya la desazón de espíritu del protagonista; su lucha interna, su continua dualidad y su ambigüedad moral. Soota/Doogan son dos que quieren ser uno y Susana juega muy bien el también viejo tema de la dualidad y el doble.
Esta ambigüedad o tamaña cantidad de grises también empaña el resto de personajes. No existe el personaje simpático que no cometa algo horrible. Los "buenos" matan y los "malos" aman. Y si uno rastrea la novela puede encontrar que cad personaje tiene su doble en alguna parte. No solo dos reinos, dos coronas y dos reyes. La dualidad y la ambigüedad corren libres por las páginas de la novela. Todo esto es en beneficio de una novela compleja y fascinante.
Y entretenida. Tampoco vaya nadie a pensarse que estamos ante cuatrocientas páginas de meditación filosófica sobre la figura de "el otro". Aquí hay persecuciones, batallas, duelos, sangre, muertos, asesinatos, sexo, enamoramientos, calentones, muchos muertos, mucha sangre y mucho horror. La guerra es inevitable, pero Susana no la hace ni heróica, ni bonita, ni divertida. Hay muertos, hay dolor, hay suciedad y mal olor. Hay un cínico sentido del humor. Y momentos para la ternura y la paz. Y para la tristeza.
Susana Eevee ha escrito una buena y muy recomendable novela. Una novela de fantasía sin héroes ni dioses, sino poblada de humanos en toda su grandeza y miseria. Es entretenida, compleja, está muy bien escrita y, sobre todo, es volumen único. Y en época de interminables trilogias, pentalogías, sexalogías e infinitologías es muy de agradacer.
Pues la verdad es que no la conocía hasta ahora, pero me la apunto como posible lectura.
ResponderEliminarBesos
Yo fui a la presentación que hizo aquí Susana en Valencia y la verdad es que lo que contó hizo que me llamara mucho la atención, y con tu reseña has logrado dar el último empujón que necesitaba para leérmela.
ResponderEliminarUn saludo y feliz año ;)
Izzy, si te gusta la novela de fantasía épica, te gustará la novela que ha escrito Susana. Altamente recomendable.
ResponderEliminarYael, ¿fuíste a la presentación? Te envidio. No sabría decirte por qué, pero con Susana me lancé al vacío y le di la oportunidad a ciegas y por instinto. Y una vez más, éste no me ha fallado.
Gracias por la reseña, Jorge ;)
ResponderEliminarGenial la reseña y me apunto el libro sin dudarlo. La fantasía épica me fascina, y me encanta leer autor@s español@s que se adentran en ella y con éxito. Un saludo.
ResponderEliminar(Eomoi)
Pues no lo conocía, aunque la fantasía y las aventuras son dos de mis ingredientes favoritos en una lectura ;)
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