Dos reseñitas más del reto.
Y dentro de muy poco, llegamos al ecuador.
Sabéis que no soy de novela juvenil realista debido a todas esas lecturas obligatorias de instituto donde me cargaron de adolescentes enamoradas de su profesor de matemáticas, traumas por el divorcio de los padres, porque la chica guapa no hacia caso al protagonistas, cierta condescendencia por parte de los autores y esas moralinas explícitas de que las drogas son malas y vigila con los amigos que van en moto. Ya sé que no todas son así, pero el prejuicio me puede. Y por eso agradezco tanto que aparezcan en mi vida lectora novelas como ésta, aunque sea por medio de un reto, para reconciliarme un poco con la novela realista.
Un suceso hace que Melinda se instale en el silencio.
No puede hablar. No puede comunicarse. Está sola. Y tiene que aprender a (mal)vivir con ello.
Cuando los árboles hablen es una buena novela realista juvenil. Dura, directa, sensible, con un buen uso del símbolo y la metáfora, con una protagonista creíble en sus sentimientos y acciones. Un dolor íntimo que conduce a Melinda a decisiones coherente con su estado haciendo hincapié en el silencio y en un estado cada vez más alejado de la realidad. Y al igual que con la novela Frío, la autora consigue tocar un tema serío y dramático sin caer en la condescencia, el melodrama o el victimismo.
Cuando los árboles hablen no es una novela tan intensa y ambiciosa, tanto en fondo como en forma, como Frío y no consigue despegarse de cuatro o cinco tópicos en el ambiente de la protagonista y algunos de sus personajes son excesivamente esquemáticos (aunque adecuados para la mirada difusa y angustiada de la protagonista), y quizá tenga un final algo precipitado, pero el viaje de Melida es creíble e intenso. Y el lector se siente totalmente sumergido en la angustia de la protagonista y en su doloroso silencio.
Otras opiniones
Melodías entre líneas
La duermevela del visionario
Los renglones torcidos de Dios, Torcuato Luca de Tena, Planeta
Long-seller famoso y muy conocido. Novela que lleva treinta y tantos años por las librerías y que sigue encontrando lectores entusiastas. Una novela que sigue las andanzas de Alice Gould, ingresada en un manicomio por paranoia, y que juega a ir montando y desmontando continuamente la verdad y difuminando las fronteras entre la cordura y la locura.
Primero, la pregunta más básica, ¿me ha gustado? Aún no lo sé. Porque basculo entre una escritura pulcra, correcta y elegante y un argumento que se me antoja artificial y poco creíble. Entre el retrato de los internos del sanatorio consiguiendo hacer vívida y real su historia, y un tono que no ha aguantado bien el paso de los años y que hacen que la novela se me antoje anticuada (y que queda a años luz de escritores contemporáneos como Delibes, Martín Santos, Cela o Matute). Entre un buen retrato psicológico de su protagonista (pese a idealizarla en más de una ocasión) y ese tufo monárquico católico conservador que convierte partes de esta novela en páginas panfletarias y de tesis. Entre el interés que me despiertan algunas páginas y el aburrimiento que me producen las que siguen.
¿Entonces? Los renglones torcidos de Dios me parece un correcto y entretenido best-seller de época (interesante en la parte "médica", pero débil e inverosímil en su parte de intriga policíaca) que ha quedado bastante anticuado y al que el paso del tiempo le ha hecho mucho daño rebelando debilidades, costuras y dejando tras de sí un aire algo rancio. Entretenido, sí, pero me quedo con una sola página de Delibes, mejor escrita, más moderna y consistente, que con toda esta novela. ¿La recomiendo? Sinceramente, me cuesta mucho, aunque no es mala.
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Entre libros anda el juego
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Primero, la pregunta más básica, ¿me ha gustado? Aún no lo sé. Porque basculo entre una escritura pulcra, correcta y elegante y un argumento que se me antoja artificial y poco creíble. Entre el retrato de los internos del sanatorio consiguiendo hacer vívida y real su historia, y un tono que no ha aguantado bien el paso de los años y que hacen que la novela se me antoje anticuada (y que queda a años luz de escritores contemporáneos como Delibes, Martín Santos, Cela o Matute). Entre un buen retrato psicológico de su protagonista (pese a idealizarla en más de una ocasión) y ese tufo monárquico católico conservador que convierte partes de esta novela en páginas panfletarias y de tesis. Entre el interés que me despiertan algunas páginas y el aburrimiento que me producen las que siguen.
¿Entonces? Los renglones torcidos de Dios me parece un correcto y entretenido best-seller de época (interesante en la parte "médica", pero débil e inverosímil en su parte de intriga policíaca) que ha quedado bastante anticuado y al que el paso del tiempo le ha hecho mucho daño rebelando debilidades, costuras y dejando tras de sí un aire algo rancio. Entretenido, sí, pero me quedo con una sola página de Delibes, mejor escrita, más moderna y consistente, que con toda esta novela. ¿La recomiendo? Sinceramente, me cuesta mucho, aunque no es mala.
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Melodías entre líneas
Entre libros anda el juego
Leí los renglones hace ya muchos años, la recuerdo vagamente como un libro curioso, entretenido y escalofriante a ratos. Un dato curioso es que según cuentan las malas lenguas el psiquiátrico donde se internó voluntariamente el autor para documentarse está justo al lado de donde he vivido siempre. Todavía recuerdo algunos de esos renglones torcidos paseando por el barrio con sus muñecas descabezadas bajo el brazo o pidiendo un durito para un café.
ResponderEliminarLa verdad es que cada vez que pienso en el libro, cada vez me gusta menos y percibo más costuras. En en el momento de la lectura me entretuvo (a ratos), pero algo había que no me convencía. Y pienso que ha envejecido muy mal.
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado Cuando los árboles hablen ^_____^ Cierto es que su punto más flojo son algunos personajes que no pasan de estereotipos, pero vamos, que eso no empaña la novela. Y gracias por el enlace a mi reseña ;D
ResponderEliminarDel otro, pasando. Moralina cristiana y monarquía son elementos perfectos para que no me acerque al libro ni con un palo.
PD: ¿Ya vas (casi) por el ecuador del reto? WOW, felicidades!!!! =D
Me gustó, y eso que lo realista no va mucho conmigo. A mí dame dragones y monsturos. Algo de estereotipo tiene, pero no molesta nada la lectura.
EliminarAh, y de "Los renglones..." me olvidaba lo didáctico, machista y homófobo (como bien me recuerda Guillermo). Es una novela que en su momento podía ser un correcto bestseller, pero creo que ahora ha quedado bastante anticuada y con aire rancio.
Sí, casi la mitada. Ahora a descansar.
Sentía mucha curiosidad por saber qué opinarías de "Cuando los árboles hablen". Leí este libro cuando tenía la edad apropiada, unos 13-14 años, y me gustó mucho. Tampoco se convirtió en mi favorito, pero encaja bastante en el tipo de libro que más me interesaba en esa época. Me alegra que te haya convencido.
ResponderEliminarEn cuanto a "Los renglones...", sí, es posible que el tono se haya quedado anticuado, pero disfruté muchísimo de la historia, de los giros en el veredicto sobre Alice. Quizá si lo leyera ahora lo valoraría de forma más exigente, no sé.
"Cuando los árboles..." me ha gustado mucho. Las dos novelas de la autora las he encontrado mu(y interesantes (más Frío, por fondo y forma). Ya sabes que lo realista y yo no hemos sido nunca muy amigos (si exceptuamos, claro, todo lo del siglo XIX).
EliminarCreo que la lectura que harías ahora de "Los renglones..." sería muy distinta. Ahora cada vez que pienso en ella me gusta menos. Y ha envejecido mal. Es como si el siglo XX no hubiera pasado para ella.
Pues la primera tiene buena pinta, aunque tengo pendiente leer "Frío" y por lo que comentas parece una mejor novela para conocer a la autora.
ResponderEliminarY la segunda me la han recomendado mucho, así que aunque reduzco las expectativas, la leeré a ver qué me parece.
1beso:)
"Frío" me gustó más. Es más compleja a nivel de fondo y forma. Más dura y exigente y eso siempre me interesa más, claro.
EliminarLa segunda, uff... me cuesta recomendártela, la verdad. Creo que el tiempo no ha pasado bien para ella. Ya me dirás que te parece.
Besos.
Me encantó frio de laurie asi que seguro leere este ojala en inglés.
ResponderEliminarel de torcuato si que lo quiero leer xD rancio o no
No es tan fuerte ni intenso como Frío, pero "Cuando los árboles..." es una buena novela. Tiene momentos muy fuertes.
EliminarYa me dirás qué te parece "Los renglones...". Cada vez que pienso en él me gusta menos.
Bueno, ya sabemos de que palo político iba este señor...eso lo odio la verdad.
ResponderEliminarEste libro me lo leí cuando tenia 13 años y la verdad que me marco bastante, claro que tan jovencita es normal.
Estaba deseando conocer tu opinion sobre este libro, por eso te lo recomende. Lo mismo con Sombra y hueso, una d las mejores lecturas de 2014.
Un saludo!
Lo que me molesta más es que dedique páginas a política, a pedagogía y olvide que se trata de literatura. Se supone que es un drama psicológico con tintes de thriller, pero por momentos parece que le pierde la caricatura a los "modernos" y sus ideas descabelladas de libertad y mejores condiciones a los locos. Quizá si lo hubiera leído hace años me hubiera podido gustar, pero ahora ya estoy algo crecido y no me lo trago, la verdad.
EliminarSombra y hueso caerá pronto. Mi pareja está encantada.
Un saludo.
Los Renglones es un libro machista y homófobo, obra de un ex-director del ABC.
ResponderEliminarPara la posteridad quede el siguiente diálogo, que reproduzco de memoria pero que es casi textual:
"¿Es homosexual?"
"Es amanerado, pero no es pederasta. No muestra signos de perforación anal".
Esto dicho por la protagonista y el buen doctor. No se considera algo extraño ni maligno de decir. Se supone que las personas normales asocian la homosexualidad con la pederastia y los desgarros anales.
Repugnante.
Amen a todo.
EliminarCada vez que pienso en la novela me crispa y molesta más. Esos momentos de caricatura a los "modernos" con sus ideas de mejorar condiciones a los locos, el tema de las lesbianas, lo profundo que intenta ser con el retrato de los enfermos y lo superficial y vacuo con aquellos dos presos etarras...
Más fama que realidad, tiene esta novela.
Ofensiva.