Esta noche dime que me quieres, Federico Moccia, Planeta
Aquesta nit digue's que m'estimes, Federico Moccia, Columna
Vuelve Moccia. Sabéis donde hacer daño.
Segunda "novela" que leo de Federico Moccia. Si el año pasado me tuve que enfrentar y casi morir entre las garras de la que está considerada la novela más adolescente del italiano, Carolina se enamora, esta vez leo la más adulta; nada de adolescentes o institutos, en esta encontraremos un buen puñado de treintañeros y sus vidas de mierda.
Tancredi es muy rico. Mucho. Pero mucho. No nos podemos ni hacer una idea de lo rico que es. Y guapo, claro. Mucho. Pero algo de su pasado hizo que no creyera ni en el amor ni en la felicidad. Ni en la propia ni en la ajena. Desde entonces se dedica a ganar más dinero y a destruir toda la felicidad que encuentra por delante. Ve un matrimonio feliz, pues nada, se lanza a la conquista y captura de la mujer, la seduce, le hace guarreridas, fotos comprometedoras y destruye un matrimonio. Es tan frío, calculador y no puede con la felicidad ajena que llega a matar cervatillos para joder a los padres.
Sofia es una joven guapa, claro, que vive inmersa en un charco de culpa. Por un quítame de ahí esa mozzarella, su novio tuvo un accidente de moto que lo dejó en silla de ruedas. Para salvarlo, hace una promesa con Dios: la vida de su novio a cambio de lo que más quiere en el mundo; tocar el piano (porque es una pianista excepcional). El novio se salva, ella no toca más y van viviendo entre cariños y culpa.
Un día, claro, Tancredi y Sofia se conocen, conectan y pasa algo. ¿El qué? Pues en melodrama que no es más que una versión cutre de Una proposición indecente.
Primero, Esta noche dime que me quieres me ha parecido mejor novela que Carolina se enamora. Ya sé que decir esto no es decir mucho porque una etiqueta de detergente es mejor y más trepidante lectura que las aventuras de la adolescente Carolina.
Esto no quiere decir que la novela me haya gustado. Ha sido una lectura desesperante y aburrida a partes iguales. Casi cuatrocientas páginas de personajes sosos, prosa aburrida y repetitiva y pobre estructura. Y mucho relleno. Capítulos enteros donde no pasa nada y la historia no avanza. Páginas de Tancredi pescando. De visitas al restaurante de Sofia y una amiga (recuerdo dos de estas donde se habla de lo mismo y en el mismo orden repitiendo conflictos e información), de viajes a casa de los papas, etcétera. Moccia parece incapaz de escoger qué información es pertinente y cuándo y cómo debe exponerla. La sutilidad brilla por su ausencia y en muchos momentos se ve mezclada con la pedantería y la falsa trascendencia.
Los personajes son bastante sosos y prototípicos. Estamos a una nueva versión del rico frío que conoce a la muchacha proletaria y empieza el deshielo. Tomemos a Tancredi como ejemplo de personaje. Es el que recibe mejor tratamiento, pero en el intento de crear a una persona vacía de sentimientos y fría acaba convirtiéndose en caricatura. Es malo, desgraciado y un mamón de mucho cuidado, pero presentado de una forma que no es creíble. Exagerarlo para que luego sea más evidente el cambio que le produce Sofía (ver escena donde mata al cervatillo). Como exagerado resulta el control que Tancredi ejerce sobre quien lo rodea por medio de su red de espías (resulta harto improbable y poco creíble todo el entramado que construye para poder estar con la chica). De tan exagerado, resulta caricaturesco y por momentos se queda a un paso de la parodia.
El resto de personajes es una colección bastante amplia de mentirosos, egoístas, manipuladores, inmaduros y rencorosos. Si en Carolina se enamora el retrato que hacía de las adolescentes de catorce años es que eran idiotas, en esta los treintañeros son un puñado de amargados hijos de puta cuya vida se reduce a acostarse con otros, engañar a las parejas y querer aparentar cierto nihilismo mientras se descorcha un buen vino. Y no, no es sátira ni parodía de una generación. No estamos ante una novela de Breston Ellis, Douglas Coupland o Chuck Palahniuk. No hay intención sarítica o irónica. Esta noche dime que me quieres es puro melodrama. Novela escrita para emocionar y con la pretensión de hacer un retrato real de las distintas formas del amor y lo complejo que es. Una novela que pretende ser profunda y que para ello se engalana y maquilla con un estilo pesado que por momentos se hunde en la pedantería. Y con la intención de que el lector se identifique con esos personajes y los haga suyos.
¿Qué más? Pues muchas marcas y no para definir a los personajes (ya que estos no se definen por lo que compran) sino por pereza descriptiva, irritante niña sabelotodo, y un final que deja la puerta entreabierta a una posible secuela (no sería necesaria, pero podría pasar), pero que también podría significar que Moccia sencillamente no sabe cuando o como acabar las novelas. Ah, y un puñado de rutinarias y aburridas escenas sexuales incluyendo unos cuantos capítulos al final donde se demuestra qué bien viven y follan los ricos.
Otras opiniones
Adicción litearia
Yo leo, yo comento
Nota: no acabo de estar contento con esta reseña... hay algo que no me convence. Medito... no descarto que acaba editándola y cambiando alguna cosa. Tengo la sensación de que no me he explicado bien.
xDD Todavía recuerdo la noche que Cardo, Zarza y yo pasamos leyendo páginas sueltas de uno de los libros de este hombre para amenizarnos una excelente velada con cena en mi piso... Recuerdo que tras el primer fragmento, Cardo nos dijo que si le hubiésemos leído eso so pretexto de pedirle su opinión (porque estábamos intentando escribir una historia paleta para ver si se la colábamos a alguien), nos hubiera dicho que lo habíamos hecho demasiado exagerado ¡y que no iba a colar!
ResponderEliminarYo creo que te has explicado bien, Jorge. A mí por lo menos no me quedan dudas xD
Al menos vosotras le habéis sacado algo bueno a las novelas de este buen señor. Lo máximo que he sacado yo es una advertencia de A. que venía a decir que como volviera a comentar en voz alta un nuevo pasaje de la novela le daría un nuevo uso a la grapadora.
EliminarNo hay por donde pillarla. Y eso que esta es de las contenidas.
Qué pereza de autor. Leí "A tres metros sobre el cielo" cuando era más joven y mucho menos exigente que ahora, pero ni así me convenció. Es lo que dices: melodrama barato, aburrido, superficial... Horrible.
ResponderEliminarY aún te quedan Lof You, Coelho, más Meyer... Je.
PD: No te compliques la vida editando. Creo que ya has dejado tus ideas claras, y mejor que dediques el tiempo a algo que merezca más la pena que un libro de este autor :).
¿Y no te atreves con el experimento de leer su continuación ahora?
EliminarMe quedan cositas, sí, gracías por los ánimos.
Ay Jorge, estoy sufriendo por tus lecturas...vaya tela.
ResponderEliminarHace poco no estaba una peli en el cine de un libro de este de este hombre? Ya sabes, la de el pureta con la chavalita, no recuerdo el nombre. En cuanto la vi pensé: joder, no hay ningún ente maligno? Ningún mago? Vale, y ahora que pasa?? Nada mas que estos dos primaveras enrrollandose? Que way, jovencita enrollada con pureta adinerado...dios mío.
Espero que no se te vuelva a echar encima la groopie opositora de jeans y moccia. Que chunga la abuela, llevara algún ladrillo en el bolso?? Jajajaj
Un saludo!!
Si tú sufres, imagina un servidor. Suerte que me estoy tomando descansos y hago muchos paseos...
EliminarSé que hay películas basadas en la obra de este señor (algunas dirigidas por él), pero no me he acercado a ninguna de ellas. Ni ganas. Tengo otras muchas películas que ver antes que estas. Hay una de una de tiburones de arena, por ejemplo.
Saludos.
Sí; la versión española de Perdona si te llamo amor salió hace unos meses. Aunque el título del segundo, Perdona pero quiero casarme contigo, es para vomitar purpurina. Horrible >_<.
Eliminar@Anónimo, una vez pensé en hacer un "Qué veo, qué reseño", pero desistí al pensar que seguramente me harían ver alguna de las películas de Moccia y no sé si mi pobre psique podría con ello.
EliminarJajaja, pues menos mal que no lo has hecho, porque igual te habrían hecho ver la versión española y la italiana, no solo una de las dos versiones. Pero bueno, con que no lo pongas después de navidades y te hagan ver El club de los incomprendidos, basado en el libro de Blue Jeans...
EliminarY yo lo tengo en casa. que risas me voy a pegar.
ResponderEliminarLee otras cosa, Nina, no es necesario.
EliminarY aprovecha que tienes el libro para regalárselo a alguien en algún cumpleaños. En serio, no necesitas leerlo.
Venderlos a una tienda de segunda mano o a alguna adolescente descerebrada sería mejor; ganarías dinero y te desharías de un bodrio.
Eliminarestaba pensando en tener zona de intercambio o limpiamente en regalarlos a la biblioteca de mi universidad xD
EliminarLo que mejor te parezca. La cuestión es deshacerse del libro
EliminarDe este autor solo he leído "Perdona si te llamo amor" porque me lo prestó una amiga a la que le había encantado; pero no me gustó por varias de las cosas que has mencionado, como los personajes prototípicos y sin profundidad, el estilo de escritura y el relleno. El hombre intentaba ser poético, pero muchas veces no me transmitía bien lo que quería decir y tenía que intuirlo, le haría falta pulirse más en ese sentido; y los personajes planos y clichés realmente no me molestan pero es que había tantísimas páginas de sobra (el que yo me leí tenía casi 700 y la historia cabía en 200) entre cosas que se repetían, información irrelevante, letras de canciones, etcétera, que al final me aburría mortalmente y acabé congiéndoles manía a todos. Si hubiera tenido un tercio de sus páginas habría sido una lectura de verano para pasar un rato y olvidar, pero entre el estilo que no me convencía y lo largo que era se me hizo muy cuesta arriba.
ResponderEliminarMe alegro de que compartamos opinión porque me sentía un bicho raro, a todos los que conozco que han leído a Moccia les ha gustado. Yo no voy a leer más de él porque tengo muchos libros pendientes y poco tiempo, así que no voy a malgastarlo en libros que probablemente no me gustarán; sin contar que, según parece, este autor es de los que empeoran en lugar de mejorar. Porque la amiga que me prestó el libro y a la que le encantaban los primeros me ha dicho que el último ("Ese momento de felicidad", creo que se llama) la ha decepcionado mucho porque a penas tenía argumento y era mucho relleno, como si el autor lo hubiera sacado por sacarlo pero ya no tuviera ideas nuevas; y si a mí el que a ella le encantó ya me pareció con poco argumento y mucha paja no me quiero imaginar como será ese.
Por último una impresión personal: el autor como que tiene un machismo subyacente en lo que escribe. Porque, en el que yo me leí, las mujeres, menos la protagonista y sus amigas, eran o amas de casa y madres pánfilas o arpías infieles, manipuladoras y antipáticas que engañan y tratan mal sus pobres parejas. Además que a una mujer infiel se la presentaba como una guarra de mucho cuidado que si le pasaba algo malo al final casi que se lo tenía merecido, pero a un hombre infiel se lo trata con desenfado, como si fuera graciosete y simpático. Y había una escena donde un chico le partía la cara a su novia por dejarlo y luego a él se lo trataba como a una víctima a la que, pobrecito, le habían roto el corazón; mientras que te daba a entender que ella era una arribista que se fue con otro por interés y a la que luego las cosas no le salen tan bien como querría. Creo que fue ahí donde me perdió por completo como lectora.
Ya no doy más la lata, que se que soy pesada con el machismo pero es lo que tienen los estudios de género, lo ves por todas partes. Me despido antes de que me cojas manía por dejar comentarios kilométricos.
Primero, me gustan los comentarios kilométricos. Y más cuando están tan llenos de información, ideas y propuestas como los que tú dejas, así que sin problema.
EliminarPor mi parte he acabado con Moccia. Para la edición del año que viene estará vetado como autor para votar así que puedo respirar tranquilo. No me gusta como escribe o estructura sus novelas. Infla, rellena y cada vez parece que hay menos historia.
Y sí, hay un tufo a machismo subyacente bastante fuerte. Tanto en las que he leído como en las que me han explicado lectores que tienen toda mi confianza. Me da la sensación de que siempre acaba escribiendo sobre los mismos tipos (me resisto a llamarlos personajes) y acaba con idénticos tics.
Sea como sea, un pesado.
Un fuerte abrazo.
¡Hola! Madre mía, tengo la ligera sensación de que no te quedan muchas ganas de leer más Moccia... Yo me empecé esta novela cuando la publicaron y la dejé como a las 60 páginas porque me aburría... Me dije "más adelante la retomo" pero aún no ha llegado ese momento y después de esta reseña, dudo que llegue. Descubrí a Moccia cuando viví en Italia y me mandaron leer "Tres metros sobre el cielo", reconozco que me encantó porque me pareció una historia que aunque era poco original (chico malo se enamora de chica rica y su amor es imposible) sí me pareció muy bien narrada. Las novelas que he leído después de este autor han sido decepción tras decepción, creo que ha perdido mucho fuelle. No sé si seguiré leyendo los futuros libros que publique, tengo la esperanza de volver a toparme con un libro bueno, pero cada vez están más llenos de tópicos. Me encanta cuando haces reseñas tan "sinceras", jejeje. Besos!
ResponderEliminarAciertas, no voy a leer más a Moccia. Queda vetado. Hay otros autores por el mundo con los que torturarme.
Eliminar¿No da la sensación de que novela a novela se está quedando sin historias que contar y cada vez hay más relleno y aire? Parece como si se estuviera descinchando. Y con sus ventas, igual. Las primeras vendieron bastante bien en la librería, pero cada novela vende menos, se regala menos y me preguntan menos por él. En las últimas devoluciones que hicimos iban mucho libros de él que hacían más de un año que no se movían.
Si en un futuro aparece uno bueno, avísame.
Aquí la culpable de semejante propuesta. Estaba esperando por si editabas la reseña como decías, pero en vista de que no lo haces (y que no es necesario) ya toca dejarte el comentario ;D
ResponderEliminarYo fui más cobarde, me quedé en lo de Bambi. En ese punto cerré el libro y le di la patada. Luego me auto-spoileé cómo sigue y su final mediante reseñas y me alegré de que la cosa quedase en la página 70 o así. Pensándolo bien, sí que me he pasado con esta recomendación... ¡pero que conste que al menos dos personas más votaron!
En cuanto a sus finales yo tengo la teoría personal de que los hace entre infelices y agridulces más que por dejar la puerta abierta a una secuela, porque parece que así son mejores. Los happy end están muy vistos pero tampoco los convierte en tragedias. Se queda en un punto más o menos intermedio y sólo por eso ya parece un buen escritor (JA!).
Me alegro de que esté perdiendo fuelle. Con un poco de suerte dejará de escribir bodrios en un par de años y nos olvidaremos por completo de su nombre y del daño que ha hecho en muchas mentes jóvenes.
*Ya está, ya pasó, Jorge. Lo has hecho bien, compañero. Has cumplido con honores la misión*.
Eres un mal bicho. Sí, dos personas más votaron, pero de dónde les vino la idea, ¿eh? Supongo que sabes que tendré que vengarme en un futuro más o menos próximo y seré cruel e innecesario, aunque espero que eso no empañe nuestra incipiente amistad.
EliminarCreo que con esos finales agridulces quiere darles un aire más maduro y adulto, más profundo... el drama, pero la esperanza y el macho encima de la moto.
La impresión que tengo en la librería es que cada libro vende menos y según me han comentado alguna de las asiduas, por repetitivo. Siempre parece que leen el mismo libro.
Me he quedado más tranquilo, de verdad.
Eh, pues es verdad; Moccia ya no está de moda, ya no veo en las librerías no en El Corte Inglés cosas (paso de llamarlas novelas), escritas por este hombre :D y la verdad es que es normal; no vale nada como escritor.
ResponderEliminarEs que siempre es lo mismo escrito de la misma forma. Normal que canse.
EliminarY es que las modas son así; con John Green está pasando lo mismo, solo que ha tenido un éxito más corto. Es que te metes en facebook y en las páginas de lectura lo más comentado es Bajo la misma estrella, como si en el mundo no hubiera más libros en el mundo ni otros escritores, y al final te cansas y aborreces el libro y al autor por culpa de sus ultra fans y del final previsible del libro.
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