Novela para Estíbaliz.
Si no la ha leído, su definitiva reconciliación con el género.
Estupenda novela. Agradable sorpresa. Lectura fantástica para estos días de vacaciones que hoy se acaban. Las mentiras de Locke Lamora pasan a formar parte del selecto grupo de lecturas más entretenidas y aprovechadas del año.
Texto de la contraportada de la edición en bolsillo:
La vida de un huérfano suele ser dura y breve en Camorr, una ciudad de canales, palacios y templos, construida sobre las ruinas de una raza desaparecida. Sin embargo, su rápida inteligencia y un innato talento para el robo permiten a Locke Lamora sobrevivir y ser recogido por un sacerdote ciego - que ni es sacerdote ni ciego -, que transmitirá sus extraordinarias habilidades a su familia de "huérfanos": los Caballeros Bastardos. Pronto no estará a salvo la riqueza de ningún noble de Camorr. Pero la aparición de un oscuro personaje desencadena una guerra por el control de los bajos fondos de la ciudad. Atrapados en un juego mortal, el ingenio y la lealtad de Locke y sus amigos serán sometidos a prueba en lucha por su vida.
Empecemos. Y lo primero que tenemos que decir es que Las mentiras de Locke Lamora es un libro de aventuras de corte clásico. Rezumando entre sus páginas se respiran los clásicos de las novelas del siglo XIX... Dickens, Stevenson, Verne y, sobre todo, Dumas son los pilares en los que se aguanta la historia de las aventuras y desventuras de Locke Lamora. Adentrarse en estas página es visitar a un viejo amigo. Y, al igual que los autores mencionados, proporciona horas de diversión y entretenimiento. Esta ha sido una de las pocas novelas leídas últimamente que me ha hecho quedarme despierto hasta las tantas pasando sólo una página más, sólo una página más... Vamos, que la historia que cuenta y la compleja trama que nos presentan es de las que agarran y no sueltan.
Y todo gracias a los que considero que son los puntos fuertes de la novela: personajes y estructura.
En esta novela no hay héroes. No hay grandes personas movidas por altos ideales de justicia y honor. Lo que encontramos son ladrones, timadores y asesinos. No importa si en los estratos bajos de la sociedad o en los altos. Ambiciosos, corruptos y crueles. Locke Lamora es un personaje fascinante. Bien tratado y trabajado. Un antihéore que trabaja con el cerebro, los planes y el disfraz. Lo físico no es lo suyo. Y sus Caballeros Bastardos, ladrones y timadores con los que el lector acaba por empatizar y simpatizar. ¿Quién puede negar la simpatía a quien roba a los más ricos por medio de la inteligencia?
El Rey Gris, el Halconero (tarda la magia, pero cuando llega...), el matrimonio de nobles, el padre Cadenas, el Hacedor de Ladrones, la Araña. Personaje que si bien ya los hemos leído en otras historias, aquí vuelven con vida fresca, con entidad y caracterizados con suficiente soltura para ser recordados. Fina caracterización y buen trabajo psicológico.
Y la estructura de la novela. Por alguna página he leído que es lo más críticas se suele llevar. A mí me ha gustado. Me ha resultado estimulante. Hay dos líneas narrativas en la novela. La acción propiamente dicha de Locke Lamora vs. El Rey Gris y los años de aprendizaje de Locke y Jean. Este segunda línea narrativa sirve de contrapunto a la principal proporcionando más información, ironizando, contradiciendo y explicando. Sirve para conocer y profundizar en los Caballeros Bastardos y para dotar algunos pasajes de profunda tristeza (quien lo leyó me entiende). No me parece una estructura ni confusa ni arbitraria. Al contrario, me gusta por lo reveladora y por los matices que se otorgan la una a la otra.
¿Punto negativo? Quizá un poco demasiado larga (hablamos de setecientas páginas) y en algún pasaje excesivamente descriptiva (y que conste que soy de esa cada día más minoritaria facción que adoran las largas descripciones de lugares), pero sin llegar a comerse la narración o la historia. Pero entiendo esas descripciones que ocupan el primer tercio de la novela... Camorr, la ciudad de los canales, como un personaje más que el lector conoce, visita, huele y sufre.
Las mentiras de Locke Lamora ha sido una excelente lectura de vacaciones... Horas sentado en el rincón de leer dejándome engañar por Locke Lamora, asistiendo a timos, persecuciones, violencia (en algún momento muy cruda), traiciones y grandes venganzas que harían estremecer de orgullo al Conde de Montecristo. Una buena novela, unos grandes personajes y... autoconclusiva. Porque pese a ser el primer capítulo de una serie de siete novelas, Las mentiras de Locke Lamora empieza y acaba en ella con todos sus frentes cerrados, sus tramas ajustadas y su argumento acabado. Casi lloro de felicidad al acabar la novela y comprobar que si quiero puedo dejar la historia aquí, perfecta, cerrada, concluida. Y con ganas de lanzarme dentro de unos meses a la segunda aventura de Locke... aire marítimo... a ver qué depara.
Locke Lamora y Jean.
Imagen tomada de aquí.
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