"Macarrones con zombi" y "Tallarines de momia" de Martín Piñol y Votric (ilustr)

Este blog nació en su momento (hace ya un año y pico y ciento y pico entradas) con la intención de hablar de literatura juvenil. Y punto. Pasa el tiempo y decido que ya va siendo hora de abrir las reseñas de este blog a nuevas franjas lectoras porque no solo de juvenil vive el lector. Vamos, que leo de todo y me empieza apetecer hablar de todo. Así que a partir de hoy, literatura juvenil y literatura infantil y álbum ilustrado y adulto y cómic y todos los etcéteras que se me ocurran. Porque hay que evolucionar y porque me da la gana.

Así que empezamos con un par de libros de los mismos autores y que buscan lectores gamberros a partir de siete años.

Macarrones con zombi y Tallarines de momia, de Martín Piñol y Votric (ilustr), Destino, 2011

Primer volumen de la serie. Macarrones con zombi. Gastronomía y casquería.

Bermúdez es el chef del colegio Saint Grimor. Es un genio incomprendido y odia a los niños (porque ellos se lo buscan, no porque él sea un mal tipo, que también). Solo tiene un amigo, la asquerosa rata Estiércol y se ha metido en un buen lio. Por un quítame de ahí esas verduras podridas los niños del colegio se han convertido en zombis. Él mismo se ha convertido en zombis. ¡Y siguen si reconocer su genio creativo! ¡Y encima pretenden que arregle todo el follón que ha montado! Suerte que contará con la ayuda del repelentillo Pablo y la valiente Natalia... y Estiércol, claro.

Primera de las aventuras de Bermúdez, el chef zombi, un personaje que en mi opinión entra por derecho propio en el panteón de grandes hallazgos en literatura infantil de esta temporada. En mi opinión, la serie sorpresa de la temporada. Literatura a partir de siete años cargada de humor, dinamismo y respeto por el joven lector. Lo que no es de extrañar pensando que quien escribe esto es Martín Piñol, padrino de este blog, y uno de esos autores que poco a poco está construyendo una carrera solida y muy interesante en una serie de libros que combina un hálito de romántico empedernido con un fino sentido del humor que bascula entre la referencia culta, la broma sutil y el chiste bruto y escatológico. Porque sí, en estas novelas nos encontramos chistes de pedos y mocos, pero no son el recurso fácil sino porque Martín Piñol recuerda y sabe que a los niños les hace gracia esos chistes.

Porque una de los grandes aciertos de estas novelas es que están escritas para los niños (o para los adultos que les gusta las novelas de niños). No nos encontramos con novelas franquicia o con un adulto que escribe una historia con los elementos que él piensa que deberían gustarle a un niño (que los hay), sino que la acción, los personajes, la historia, los extras, los chistes y etc. están pensado para que el joven lector se lo pase bien y disfrute de la lectura. Mucha de la literatura infantil se olvida de que el principal objetivo de un libro es que el lector se lo pase bien leyendol. No enseñar que hay que compartir o valores ético/morales, sino que el acto de abrir un libro es uno de los momentos más mágicos que una persona puede hacer en su vida. Y esto se consigue con libros de de calidad entretenidos y divertidos. Y la serie del Chef Zombi tiene estos tres elementos.

En Macarrones de zombi asistimos al nacimiento del ¿héroe?. Chef Bermúdez, tipo repugnante, egoísta, asqueroso y que odia a los niños. Gran acierto presentar un héroe que no es dechado de virtudes y ejemplo a seguir. Bermúdez es un antihéroe, un tipo que a su pesar tendrá que arreglar los desaguisados que él mismo provoca. Un gran personaje. La acción es rápida, la novela muy divertida (con momentos de carcajada), los personajes carismáticos y salen zombis. Quizá la novela adolece de lo mismo que les ocurre a las primeras entregas de películas de superhéroes; al tener que explicar el origen del héroe, el momento de las tortas llega un poco tarde y acaba sabiendo a poco. Mención especial para la rata Estiércol, la mascota de Bermúdez. Bicho repugnante, egoísta y malvada protagoniza alguno de los mejores momentos de la novela. Es mi personaje favorito y el único roedor del universo que me cae bien.


Quiero y necesito una camiseta con este dibujo.

Tallarines de momia es la segunda aventura de Bermúdez y amigos. El héroe está presentado y las reglas establecidas por lo que la novela entra de lleno en el terreno de la acción más divertida y los chistes más conseguidos. Una nueva genialidad culinaria de Bermúdez provocará el cabreo de una momia milenaria que se lanza a ajustar cuentas con nuestro chef favorito.

La novela es muy divertida. Llena de grandes secundarios cómicos que llenan las páginas de vitalidad y diversión. Pienso en el simpar Zombete (¿por qué me gustan tanto estos personajes), el vecino, las estupendas limpiadoras del museo, el guarda, etc. Todo al servicio de conseguir una historia divertida y entretenida con su dosis justa de "ohhh, qué bonito". Rápida y dinámica, escrita con gracia, estilo y exigencia. Porque escribir para niños es cosa seria y Martín Piñol lo sabe. Los dos primeros capítulos de una serie de novela infantil que puede competir cara a cara con superventas como Stilton y Bat Pat ganándoles en calidad, ingenio y diversión por goleada. Es que Martín Piñol es muy bueno.

Pero todo esto que hemos dicho de las novelas no sería lo mismo sin las magníficas ilustraciones de Victor Díez, Votric. La simbiosis entre historia/ilustración es perfecta y desde la primera página el lector no puede entender las aventuras del Chef Zombi sin los dibujos de Votric. Desconozco si la relación entre autor/ilustrador ha sido del estilo de Billy Wilder-Jack Lemmon o, por le contrario, de Werner Herzog-Klaus Kinski. Sea como sea, el resultado es rayano a la perfección. Novelas muy ilustradas consiguiendo que en ningún momento la ilustración se coma al texto, sino que lo complemente y lo engrandezca. Dibujos dinámicos, expresivos, divertidos, llenos de vida y de acción. Votric consigue que cada dibujo sea una pequeña joya llena de vida, detalles y exigencia. Amparados en recursos del cómic, consigue que un texto que tenía vida por él mismo se eleve a cotas magníficas. Votric consigue eso tan difícil de hacerse con el texto y engrandecerlo sin comérselo. Un equilibrio perfecto entre texto/dibujo.

Macarrones con zombi y Tallarines de momia son el inicio de una prometedora serie de aventuras para lectores a partir de siete años. Divertidas, entretenidas, llenas de chistes elegantes y burras, con maravillosas ilustraciones para proporcionar horas de lectura estimulante. Una novelas que abren el gusanillo lector de los chavales. Comprobado en la librería de primera mano... quien compra un ejemplar, repite con el siguiente y espera el tercero... y, además, lo compra para un amigo. ¿Qué mejor señal que ésta?

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Fantasy mundo

4 comentarios:

  1. Mil gracias por los piropos!!!! me vienen genial ahora que estoy de crisis creativa con el CM5 y los Krakens...
    Vamos a tener que pensarnos lo de las camisetas de Estiércol ;)

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  2. como se te ocurrio escribir este libro

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  3. Jorge, quisiera darte las gracias por la recomendación. A todos mis hijos les gusta leer y a todos les ha gustado, pero hay uno que ha quedado encandilado con estos libros que conocí gracias a tí. Cuando le veo embebido en la historia, leyendo encima de una montaña de cojines mientras la tele está encendida con dibujos (y él sin hacer caso) y tiene la tablet encima de la mesa ( y no la pide) me reafirmo en la idea de que sólo hay que encontrar "las historias" adecuadas para cada uno. Y respetar gustos. Porque, no nos engañemos, hay una gran cantidad de libros infantiles con moralina, vocabulario inadecuado para la edad -no lo conocen-, dibujos que pretendiendo ser originales dan miedo... libros que los padres quizás considerarían buenos pero que los niños no aprecian lo mas mínimo.

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    1. Hola,

      le pasé este comentario a Martín Piñol y se emocionó mucho. Me ha pedido que intente conseguir tu correo electrónico porque quiere escribirte para agradecértelo personalmente. Si quieres puedes dejarlo aquí o mandarme uno (jjimenezdelmoral(arroba)gmail.com) y se lo reboto. Es muy majo y este comentario le ha venido muy bien.

      Son unas novelas muy divertidas y muy recomendables para los chavales. En la librería las trabajo mucho y niños que no se acercaban a un libro, ahora son adictos.

      Un abrazo y muchas gracias.

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