"El retorno de los dragones. Crónicas de la Dragonlance 1" de Margaret Weis y Tracy Hickman

El retorno de los dragones. Crónicas de la Dragonlance 1, Margaret Weis y Tracy Hickman, ed. Timun Mas, 2003 (ed. bolsillo - ed. original 1984)

Empecé a leer los libros de la Dragonlance tarde. Tendría unos treinta años y estaba a punto de empezar a dirigir una partida de rol de esa ambientación y pensé que tenía que informarme un poco sobre el mundo, las criaturas, el tono y todo eso (en verdad era una excusa para meterme en una saga que me picaba la curiosidad desde hacía tiempo). Decidí esto y empecé a mirarme los títulos y me encontré con cientos de ellos. Me di cuenta que lo que entendía como Dragonlance ocupaba trilogías, pentalogías, números independientes, novelas cortas, cuentos, preludios, segundas trilogías, etc. Había un montón de autores diferentes y opiniones discordantes. Un mareo, vamos.

Bucée un poco por internet, pregunté a un par de clientes y todos coincidieron que lo primero que debía leer eran las Crónicas de la Dragonlance, la trilogía fundacional, la madre del cordero y la responsable de todo. Esta trilogía consta de los siguientes títulos: El retorno de los dragones, La tumba de Huma y La reina de la oscuridad. Hoy hablaremos del primero de ellos aprovechando que estos días de vacaciones me ha dado por las relecturas de un montón de novelas de aventuras.

El retorno de los dragones narra el reencuentro de un grupo de amigos cinco años después de haberse separado para investigar cada uno por su cuenta lo que parecía el aumento de las fuerzas oscuras y una prueba de la existencia de los antiguos dioses. Al reunirse comparten los rumores de un poderoso ejercito en el norte, se ven implicados en las desventuras de dos desconocidos que porta una extraña Vara Azul y serán conscientes de que no solo el mal ha regresado, sino que quiere conquistar todo el territorio y que los dragones han vuelto con todo su poder y malignidad. Y no explico más.

Lo mejor que se puede decir de El retorno... y de la trilogía en general (y, pese a sus vacilaciones de calidad, de buena parte de la producción novelística alrededor de la Dragonlance) es que es entretenida. Corrijo, es muy entretenida.

Los autores no se andan con chiquitas y desde las primeras páginas empiezan con la acción y los misterios. Presentan escenas descritas con pocas palabras, pero precisas, con colores vivos y sin complicaciones. Con gracia, con humor y con interés. No nos encontramos con una gran calidad literaria o con pasajes de alta literatura, sino con unos buenos narradores que saben explicar una historia. Saben como crear el ambiente, la situación, la intriga y los pasajes para hacer que la historia avance y el lector se sienta interesado. Tienen el buen hacer de los grandes artesanos (y eso es mucho).

Los personajes, que posteriormente serán conocidos como el grupo de "Los héroes de la lanza", a pesar de ser ligeramente estereotipados, tienen el suficiente carisma como para que el lector los recuerde y desee leer más libros de ellos. Lo de estereotipos merece una explicación. El origen de esta novela está en una campaña de rol. Los autores junto con otra gente se reunieron para probar un sistema de juego y el guión que siguieron fue el origen de esta novela. Por eso la aventura tiene esa estructura tan marcada de juego de rol (ves aquí a buscar ese objeto, entre en un dungeon y lucha con los peligros, etc.) de la que se librará en las siguientes entregas. De igual modo los personajes están un poco encorsetados y son representativos de razas y clases. Humanos, elfos, enanos, kenders. Magos, guerreros, exploradores, bárbaros, pícaros, clérigos. Esto límita a los personajes, pero a la vez los hace únicos y muy carismáticos. La personalidad está muy marcada y llevada a extremos. Como la aventura, los personaje se librarán de ese ligero encorsetamiento e irán evolucionando a lo largo de la trilogía y la saga.

Entre los más conseguidos hablaríamos de Raistlin y Caramon, el mago y el guerrero. Hermanos gemelos y que protagonizarían la trilogia siguiente de las Leyendas. Especialmente el primero está bien construido con su ambigüedad, su ambición, su delicadeza y pequeños estallidos de cariño, su tensión, su ansia de poder, etc. Pero, claro, no son mis favoritos. Como no podría ser de otro modo, mi personaje es Tas, el kender. Entrometidos, curioso, imprudente, no conoce el miedo, faltón, metepatas y absolutamente imprescindible. Aunque en esta primera novela no lo parezca, Tas se convertirá con el paso del tiempo y de los libros en uno de los personajes más importantes e imprescindibles. Como él mismo reflexiona en un momento, son las pequeñas cosas las que marcan la diferencia.

El mundo que crea esta saga podría considerarse muy cercano al universo de Tolkien y su Señor de los anillos. La influencia es clara, pero con diferencias como el papel del pueblo élfico (en la Dragonlance los elfos están muy lejos de ser esos nobles representantes de la tradición y lo mejor del alma y el espíritu, sino que son una raza más llena de odio, de resentimiento, racismo y anclada en tradiciones que pueden ser su muerte). Pero también encontramos astisbos de Howard y la fantasia clásica, de los juegos de rol (por entonces incipientes), de las tradiciones artúricas, la Guerra de las galaxias, etc.

El retorno de los dragones es una clásico de la fantasia y de la novela de aventuras. Un libro con algo más de veinticinco años de vida que conserva su frescura y su fuerza (esto no se puede decir de muchas novedades muy laureadas, pero olvidadas y caducas a los dos años de su publicación). Un libro que considero imprescindible para aquellos que les gusta la aventura, la fantasía, la épica y pasar una buena tarde con un libro entre las manos.

Los héroes de la lanza.
De izq. a der. Raistlin, Caramon, Tanis, Tas, Flint, Goldmoon, Riverwind, Sturm, Laurana, Tika
Realmente se les acaba cogiendo mucho cariño

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