"La larga marcha" de Stephen King

La larga marcha, Stephen King, ed. DeBols!llo, 2003

En mi opinión, esta novela es una de las mejores creaciones de Stephen King. Una novela fuerte, densa, inteligente y, lo mejor de todo, corta. El motivo de esto último supongo que se debe en parte porque esta fue una de esas cinco novelas que Stephen King publicó bajo el seudónimo de Richard Bachman, novelas quizá menos ambiciosas, algunas más efectivas y todas mucho más cortas de lo habitual (lo del seudónimo fue una sugerencia de los editores porque temían que el ritmo incansable de publicación de King acabara con saturar el mercado editorial).

Nos encontramos en unos Estados Unidos diferente (no se sabe si ucrónicos o alternativos) dominados por una régimen extremadamente militarizado. El acontecimiento más importante del año es "La larga marcha", un concurso televisivo donde participan 100 jóvenes a partir de 16 años que se han presentado voluntarios y que es todo un fenómeno social. La reglas del concurso son sencillas: caminaran a una velocidad concreta sin poder bajar de ella sin detenerse hasta que sólo quede uno. No porque los vayan eliminando o porque renuncien a continuar. Sólo quedará uno porque los otros 99 estarán muertos.

Los concursantes van controlados por unos militares que cumplirán las fáciles normas: a los tres avisos, dispararán. Si alguien se detiene, disparo. Si alguien abandona, disparo. Si alguien desfallece, disparo. De esta manera se pone en marcha estos 100 jóvenes sabiendo que sólo uno concluirá la carrera. El premio para el vencedor es la vida y todo lo que quiera. De esta manera empieza una de las novelas de Stephen King más intensas y adicctivas, y una de las más duras y pesimistas.

Lo he dicho muchas veces, y lo seguiré diciendo hasta que alguien me pague para que me calle, que Stephen King es uno de los grandes narradores estadounidenses del siglo XX y de principios del siglo XXI (narrador, que no escritor) y tiene una habilidad única para tejer grandes argumentos que analizan y diseccionan la sociedad americana. Sabe escribir y conoce a la perfección los mecanismos lliterarios para atrapar al lector. Se le suele reprochar (con razón) que escribe demasiado y que su novelas suelen contener una media de cien páginas de más. No todas sus novelas son buenas, algunos argumentos son muy chorras y, en un par de ocasiones, podría haberse ahorrado una novela. Pero cuando en un mismo momento coinciden una buena historia, una buen voz narrativa y el tamaño adecuado, entonces Stephen King demuestra que es un maestro. Véase Misery, Carrie, Salem's Lot, o esta La larga marcha.

Aquí demuestra su dominio del terror psicológico y su talento para desmenuzar la psique de sus personajes. La narración de La larga marcha es desde dentro, desde la cabeza de esos 100 chicos que concursan. Explica sus miedos, su origen, sus fustraciones y como se crean las alianzas, las amistades y enemistades, los grupos que están destinados a desaparecer porque, repito, sólo quedará uno en pie. Esto hace que el lector se implica y sufra con los personajes porque va viendo como uno a uno mueren, como los disparos de los soldados van resonando por la carretera. El amigo que haces es el amigo que puede morir o el que te sobrevivirá.

Stephen King no explica en toda la novela porqué sucede esta carrera, qué finalidad tiene ni cómo se originó. Se comenta que hubo un tiempo en que no existía la larga marcha, pero se duda que fuera así. ¿Por qué se presentan estos jóvenes voluntarios? ¿Es por esa sensación del adolescente de que se es eterno? ¿Por qué una cosa es ver la carrera por la tele y otra vivirla desde dentro? Se explica la sensación lúdica al empezar a correr, como si todo fuera una broma, las felicitaciones y los gritos del público, el orgullo de las familias y el amor de las novias. Las bromas y chanzas de los participantes. Hasta el primer disparo, claro. ¿Por qué se permite?

Stephen King no responde a esta preguntas. Durante el camino los personajes hablarán entre ellos, se preguntarán y, algunos, harán pequeños actos de rebeldía que no sirven para nada. Nos encontramos con una novela dura y pesimista, desagradable en ocasiones, llena de detalles que devienen terribles (la elección de una buenas bambas, el hablar o no hablar, hasta qué punto sirve ganar un amigo, etc.) que conducen a una crítica a la insensibilidad del público (y de nosotros comos lectores) al asistir con delectación a la muerte de 99 jóvenes, a la muerte como espectáculo (algo que estamos habituados en nuestra televisión), al conformismo de toda una generación y todo un país (no hay rebeldía, no hay resistencia).

Una estupenda y muy recomendable novela que se lee en un suspiro y que se recuerda durante años.


Y sí, antes de que alguien lo diga, lo digo yo. Esta también parece una de las fuentes de las que bebió Suzanne Collins para escribir su fundamental trilogía Los juego del hambre, de futuro análisis. La diferencia es que Collins deja un pequeño atisbo de esperanza. Stephen King, no.

11 comentarios:

  1. ¡Me encanta Stephen King! Esta novela aún no la he leído pero le tengo muchísimas ganas. La verdad es que es un punto a su favor el hecho de que sea corta, porque Stephen King destaca precisamente por todo lo contrario (cuando supe las páginas que tenía La cúpula me dio un patatús,jajajaja)

    Gracias por la reseña!!


    ¡Besos!

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  2. Es un Stephen King destilado. No es perfecta, pero para mí es una de las mejores. Se lee en una tarde un poco larga con mucha adicción.

    Besos

    Y Nessie, lo de "La cupula" es exagerado... pues imagina lo que es mover pilas para colocarla en la librería...

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  3. Para mí es la mejor de SK, por como me hizo sentir, por las preguntas que me planteó, por las que me respondió. Corta e intensa. Destaco lo que suelo señalar siempre en las obras de SK: los personajes, las relaciones que establecen entre ellos. Hasta el menos significativo tiene una pequeña historia detrás.

    Te sigo! No conocía tu blog hasta hoy, y lo conozco habiendo reseñado uno de los mejores libros que he tenido entre manos, así que nos seguiremos viendo por aquí. Un saludo.

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  4. Me alegra que conocieras mi blog por uno de tus libros favoritos y que, además, coincidamos que es una gran, gran novela. SK siempre ha sabido crear personajes e introducirse en su cabeza con gracia y gusto. Le achaco que en ocasiones no sabe cuando dejar una novela y la infla. Por suerte, no es el caso de "La larga marcha". Nos leemos.

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  5. Jajaja Jorge, debiste acabar con un dolor de espalda tremendo!!

    Mua!

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  6. "Y sí, antes de que alguien lo diga, lo digo yo. Esta también parece una de las fuentes de las que bebió Suzanne Collins para escribir su fundamental trilogía Los juego del hambre, de futuro análisis. La diferencia es que Collins deja un pequeño atisbo de esperanza. Stephen King, no.".

    Sin embargo, lo unico que copio de esta historia es el concepto del juego mortal, en realidad la sra Collins copio descaradamente la historia Battle Royale.

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  7. Indudablemente que Collins se inspiró (o copió) en Battle Royale (como de otra novela de King, "Perseguido" y su espectáculo televisivo mortal) como Br no deja de estar inspirada de forma exponencial en "El malvado Zaroff". La diferencia es que en mi opinión en BR los personajes importan más bien poco (algunos de sus "dramas" me resultaron risibles) y son carnaza al servicio del espectáculo y de la sátira social de la película. Collins consiguió grandes personajes en LJDH y mayor complejidad psicológica.

    También podemos enfocarlo como dos miradas sobre un mismo asunto.

    Gracias por pasarte por aquí.

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  8. Totalmente de acuerdo.
    En primero, es uno de los mejores libros de Stephen King; me encanta como al final lo que parecía esperanza se desvaneció completamente (no diré más para que no sea spoiler).
    Segundo, efectivamente pensé en este libro después de leer Los Juegos del Hambre. Más allá de la competición mortal televisada, es la psicología de los personajes. En ambos libros los autores consiguen crear la ilusión de que presentarte a una prueba donde todos menos uno morirán puede tener sentido, aunque sea por motivos diferentes, estos son creíbles.

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    Respuestas
    1. No hay esperanza, no hay futuro, no hay solución.
      Es una novela dura y desesperada. La releí hace poco y es fuerte e intensa. Muy buena, mucho.
      LJDH se alimenta de esta novela como de muchas referencias, pero en mi opinión consigue trascenderlas. A lo mejor me pongo un día de esos y releo la trilogía de Collins a ver como le sienta una segunda lectura.

      Gracias por pasarte por aquí. Bienvenida.

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    2. ¿Por qué no hay reseñas de LJDH en este blog? Se nota que la leíste :)

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    3. Empecé el blog tiempo después de leerme la trilogía y para hacer ahora una reseña bien hecha tendría que releerla toda. Y aunque me gustó, me da algo de pereza. Algún día... supongo.

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