"Los caminantes" de Carlos Sisi

Los caminantes, Carlos Sisi, ed. Dolmen, 2010

Jo-der. Esto fue lo primero que me vino a la cabeza al acabar la primera novela de Carlos Sisi, Los caminantes. Al cerrar la novela, respiré hondo, repetí un joder y me felicité por decidirme a embarcarme en ese viaje a Málaga y vivir unas horas de profundo terror con esos monstruos que suelen aparecer de vez en cuando en mis pesadillas, los zombis.

Los caminantes relata las peripecias de una serie de personas para sobrevivir en una Málaga asolada por los Caminantes (preciosa forma de refererirse al muerto viviente o zombi). De sus dificultades, peligros y muertes bajo la presión de esos eternos caminantes y de la inquietante y fascinante presencia del Padre Isidro. No explico más del argumento para dejar al lector la posibilidad de sorprenderse y estremecerse con los afortunados giros argumentales de esta estupenda novela.

Desconozco completamente las motivaciones que tuvo Carlos Sisi para lanzarse un día a escribir esta novela. Esto lo digo porque quizá me lance a unas afirmaciones sobre las motivaciones del autor que puede ser sólo producto de mi fantasía como aficionado reseñador (y si Carlos lee algún día esta reseña que me corrija en todo lo que me equivoco). Lo primero que pensé mientras leía las primeras páginas de Los caminantes es que hacer que sea un ahogado el primer zombi que aparece en la novela era toda una declaración de principios. Lo digo porque inmediatamente lo emparenté con aquella joya del terror hispano que es No profanar el sueño de los muertos de Jorge Grau. ¿Es accidental? ¿Es una coincidencia? ¿O ha sido una decisión consciente para emparentarse con una muestra del buen cine de terror español sobre temática zombi? Una temática poco tocada en el cine español y que, cuando se ha hecho, se ha tocado en su vertiente más humorística y paródica. Porque aunque hay humor en esta novela, no estamos ante una novela paródica ni humorística. Es una novela de terror, como de terror era la película de Jorge Grau.

En mi opinión, Carlos Sisi ha redefinido y creado un tipo de zombi que podríamos acuñar como hispano. Una mezcla del clásico romeriano y el moderno de infectados donde se combina la exasperante lentitud y el estallido de violencia y rapidez. Un monstruo en el que otros autores podrían referirse para la creación de toda una cosmogonía monstruosa. La misma epidemia en distintas partes de la geografía. ¿Cómo se vivió la infección en Madrid? ¿o en Burgos? ¿o en Pontevedra? ¿o en mi misma Igualada sin ir más lejos? Las implicaciones de los zombis de Sisi (como su lentitud y rápida ebullición, como la violencia de los humanos provoca una mayor violencia de los no-muertos, el misterio de por qué los zombis no atacan al Padre Isidro, personaje sobre el que volveremos) son demasiado estimulantes para la imaginación de otros autores como para quedárselas solo para él. Al igual que el mundo se apropio de los zombis de Romero, ¿por qué no podemos nosotros apropiarnos de los zombis de Sisi?

La novela cumple y sigue fielmente con la tradición heredada sobre todo del cine, pero no se deja constreñir por ella. Un puñado de supervivientes encerrados en un sitio (pisos, casas, urbanizaciones, etc.) que luchan por su día a día y por reconstruir una sociedad agonizante y enfrentados al terror de que los muertos han regresado. Naturalmente, el mal absoluto no viene de los muertos, sino de un vivo, el Padre Isidro, verdadero hallazgo de esta novela junto con los caminantes. Mientras que el resto de los personajes que aparecen están más o menos tratados, pero no dejan de ser unos personajes ya conocidos en otros relatos y que, en ocasiones, no acaban de estar bien caracterizados, el padre Isidio es un personaje maravilloso. Alguien que considera que lo que ha ocurrido es el anunciado apocalipsis, loco, tocado por la voluntad de un dios vengativo que lo ha elegido para llevar la Verdad a todo el mundo, al que los zombis no atacan y a los que puede conducir y reconducir en su misión. Ese cura delgado, enjuto, perturbado que tiene una Misión. Contra la locura y la posesión de la Verdad no se puede razonar, sólo luchar o sucumbir a ella.


La novela es angustiosa y da miedo. Produce escenas de verdadero terror y, confieso, que me provocó una espantosa pesadilla repleta de zombis (aunque debo reconocer que soy muy dado y proclive a tener pesadillas con zombis). Escrita con un estilo ágil, bien trabado, bien conseguido y trabajado (aunque algunas de las fórmulas o comparaciones no me acabaron de convencer o directamente me chirriaron). Muy cinematográfico en el buen sentido del termino. Con gusto para la elipsis, para la descripción adecuada y, sobre todo y en especial en los inicios de la novela, para el horror y la angustia.

Pero, claro, esta no es solo una novela de muertos que comen a vivos que corren, sino que habla de la soledad, del amor, de la amistad, del perdón y de las segundas oportunidades. Porque todos esos que sobreviven nacen de nuevos y casi todos empiezan de nuevo tras los errores de sus antiguas vidas. En el fondo, esta novela incumple el llamamiento apocalíptico y pesismista del género porque es una celebración de la vida y de la comunidad. El mal está fuera del Carranque y es la unión de esa gente, su humor, su amor por el prójimo, su ayuda lo que los salva. Carlos Sisi demuestra que es un humanista. Aunque algo me dice que todo esto se irá a la mierda en la continuación. El ser humano no está acostumbrado a llevarse bien.

No es una novela perfecta, pero es una muy buena novela. Me lo pasé bien, lo pasé mal, me divirtió y me dejó con ganas de lanzarme a esa continuación. Carlos Sisi y su ejercito de caminantes han llegado para quedarse espero que por mucho tiempo. Y, con su permiso, creo que sus caminantes se darán un paseo por alguno de mis cuentos.

9 comentarios:

  1. Definitivamente, si hay escenas de verdadero terror no creo que me atreva con ella ;). Ahora estoy leyendo "Descansa en paz" donde los zombis, por ahora, no dan ningún miedo sino que son pobres desamparados que sólo quieren regresar a casa.

    ¡Un saludo y gracias por la información!

    Lana.

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  2. La portada es brutal. Toda una declaración de intenciones.

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  3. He visto este libro varias veces. Hasta ahora no he leído nada de zombies y realmente me ha entrado el gusanillo de la curiosidad por probarlos.

    Buena reseña.

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  4. Lana, "Descansa en paz" es una novela de zombis algo atípica. Ya me dirás cuando llegues al final si hay terror o no... en un par de escenas los pelos como escarpias.

    S., la portada es fantástica y sí, te da una idea de lo que te vas a encontrar. La portada de la continuación casi que diría que es mejor.

    Deigar, lánzate. Tanto esta como la novela de Juande Garduño son estupendas. Y si no, el clásico "Guerra Mundial Z" sigue siendo de lo mejor en zombis que se ha escrito.

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  5. Los Caminantes son un enorme ejemplo de novela moderna de género de terror. Veo en Carlos Sisí un escritor con un potencial tremendo

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  6. Estamos completamente de acuerdo, Anónimo.

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  7. Realmente es una novela apasionante, que entremezcla los sentimientos de los supervivientes con los del demente Padre Isidro. La segunda parte es aun mejor, y la tercera lo será aun mas si es que ve la luz algun dia. Existen ya en la novela suficientes personajes como para dar cabida a una tercera parte que la convierta en trilogia, y finalizar definitivamente la trama, para bien o para mal de la humanidad.

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  8. Pues me lo apunto! La verdad es que no conocía el libro pero me ha llamado mucho la atención. Me gusta el hecho de que no sea una simple historia de zombies más, y que vaya más allá y se centre en los vivos y en sus historias.

    Besoss

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  9. Anónimo 2, estamos de acuerdo. Aun no he pillado por banda la segunda parte, pero lo estoy deseando. Me gustaría encontrarme con una caracterización de personajes no tan homogénea (a excepción del padre Isidro), pero si me ofrece la mitad de entretenimiento estaré ultracontento. Espero que haya esa tercera, de verdad.

    Nessie, pues ya lo sabes. A pasar miedo, leer casquería y encontrarte con apasionante historia. Málaga nunca volverás a verla igual.

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