Los 14 de Monument de Emmy Laybourne

Los 14 de Monument, Emmy Laybourne, Hidra Editorial

Esta será una reseña que abarcará la trilogía completa por lo que es posible que pueda destripar algo del argumento. Intentaré que sean detalles sin importancia. Espero conseguirlo y que me perdonéis si acabáis leyendo algo que no queríais saber.
Os lo compensaré.
No sé cómo, pero ya nos pondremos de acuerdo.
Podéis hacer vuestras peticiones.

Sinopsis tomada de la contraportada del libro.

En esta trepidante novela de Emmy Laybourne, seis chicos de instituto (algunos populares, otros no), dos de trece años (uno de ellos un genio de la tecnología) y seis niños pequeños han quedado atrapados en un gran hipermercado. Mientras, en el exterior, una serie de desastres consecutivos, que empiezan con una descomunal tormenta de granizo y terminan con un vertido de armas química, parecen estar a punto de acabar con el mundo tal y como lo conocemos.

Fantasía apocalíptica de supervivencia con homenaje a Romero.
En principio no suena nada mal.
¿Y el resultado?
Sinceramente, a medio gas.
Un buen ritmo, una buena historia y un puñado de buenos personajes lastrados por elementos:
1. Una equivocada historia de amor (triángulo incluido).
2. Un equivocado protagonista.
3. Que por mucho que aparente dinamitar conceptos como familia u orden, la trilogía acaba siendo una loa a los valores tradicionales, a la familia de siempre con la estructura de siempre siendo bastante más conservadora de lo que en principio parecía ser. Ya sé que este último punto va a personas y que puede haber lectores que les parezca precioso un final así, pero a un servidor le chirría por todos lados. El orden que por un momento ha desparecido, se restaura y todo vuelve a ser como era antes. Cuando, en mi opinión, si te encuentras una mañana con un apocalipsis lo mínimo que se puede hacer si eres un superviviente es fundar un orden nuevo. Y en esto, sí, se incluyen roles de género.

Por lo demás, bien.

La trilogía Los 14 de Monument tiene un buen ritmo, acción, descripciones ajustadas (por momentos más parece un guión de cine que una novela, por eso) y consigue eso tan difícil de manejar muchos personajes, pero sin resultar confusa y que cada uno de los actantes quede lo suficientemente caracterizados para que sean algo más que comparsas o títeres (y eso que se parte de los consabidos tipos de empollón, freak, populares, etc.). Tiene buenos momentos de tensión, sobre todo en su segunda parte la que en mi opinión está más conseguida. La primera peca de introductoria, pero mejora a cada página y volumen. De acuerdo, en su explicación de porqué ocurre lo que ocurre hay que suspender un punto la credibilidad, pero funciona.

La lástima es que la autora ceda en exceso el protagonismo a un forzado y poco creíble triángulo amoroso y que las diferentes historias de amor que hay en la trilogía no acaben de funcionar. Los elementos más de ciencia ficción (la explicación del por qué de todo) quedan en segundo plano lo que no me parece una decisión muy acertada ya que es lo que (y siempre hablo de mi experiencia lectora) me parecía más interesante. El por qué y las consecuencias. La historia por momentos se embarra en clichés amorosos y, sobre todo, en una voz protagonista que creo lastra parte de la novela.

Hacía tiempo que no me encontraba con un protagonista tan odioso. Un personaje que pese a todo lo que pueda parecer no evoluciona en toda la novela. Sus celos e inseguridades siguen siendo los mismos en la primera página y en los últimos capítulos de la tercera parte pese a todo lo vivido. Los demás personajes están más conseguidos y son más interesantes que este lastimoso narrador. Lo que, por otro lado, no deja de ser interesante. En ninguna parte está escrito que nos tengamos como lectores que identificar con el protagonista o caernos bien.


Una trilogía de acción entretenida, directa, rápida y muy evasiva. No es perfecta porque acaba incurriendo en algún cliché que suele lastrar parte de la novela juvenil, pero acaba proporcionando unas horas de lectura divertidas. Para mí, menos triángulo y más ciencia ficción le hubiera sentado de maravilla.

Gracias a Editoria Hidra por el ejemplar.

Textos de mediocridad e hiperrealismo de J.C. Rosa

Textos de mediocridad e hiperrealismo, J. C. Rosa, Autoedición

El libro se puede conseguir por medio de la página Lektu pinchando aquí. El precio es el que el lector buenamente quiera. Si os parece interesante lo que digo del libro, dejadle algo al autor. Es buena persona, escribe bien y tiene gastos de vicio y rol que sufragar.

No suelo aceptar leer las propuestas que me hacen por mail. Es muy raro que diga el sí (aunque cuando lo he hecho ha sido para encontrarme con un par de buenas sorpresas) por motivos varios que no voy a explicar aquí. Con este libro de relatos de J.C. Rosa hice una excepción. Es el autor de dos de los pocos blogs que sigo con asiduidad (El día del testículo, imprescindible bitácora para entender qué es eso del absurdo cotidiano y El blog mediocre donde se narra el apasionante día a día de un rolero con conciencia, responsabilidad, sensualidad y superpoderes).

Y la verdad es que Textos de mediocridad e hiperrealismo ha sido una buena lectura. Interesante, divertida, oscura, algo irregular y con momentos y destellos de buen escritor.

Textos de mediocridad e hiperrealismo se divide en cuatro secciones. Relatos, microrelatos, poemas y un cuento más largo que los demás (que suelen ir entre una y dos páginas consiguiendo una síntesis de información y relato admirable).

El mismo autor ha confesado que este libro es la recopilación de textos escritos a los largo de veinte años por lo que alguno de ellos tiende a la inmadurez literaria o que la estructura del texto sea en ocasiones irregular alternando buenos relatos ("De amor y vacío", "De motores y monjas") con otros menos conseguidos ("De admiración y fotosíntesis"). Pero esta juventud de algunos textos también hace que el libro sea fresco y espontáneo. Pese a la inmadurez de algunos textos, ser percibe una conciencia de trabajo.

Lo más interesante de este libro es una voz narrativa cargada de un humor bronco, cínico, áspero que es muy divertido en el relato que en ese momento se está leyendo, pero que a la larga acaba siendo desolador. Desconozco el estado vital del autor en el momento de escribir muchos de estos relatos, pero su lectura da una visión desesperanzada y cínica de la humanidad. Caso lovecraftiana en ese sentido del término de la indiferencia del universo hacia los sentimientos y vivencia del ser humano. De la abismal indiferencia de los Primigenios a la profunda indiferencia del universo y la naturaleza. Porque, seamos sinceros, por mucho que amemos, creemos obras de arte, seamos crueles y viles, al sol de la igual.

Personajes que intentan trascender su mundo, aspirar a algo más, alcanzar algún tipo de belleza para después sufrir un duro desengaño por una cruel e irónica pirueta o por la indiferencia del alrededor. O por el propio egoísmo / estupidez del protagonista. Y pese a todo este cinismo y crueldad, hay posos de ternura. Bronca, vale, pero ternura.

Textos de mediocridad e hiperrealismo se ha revelado como una lectura muy interesante pese a la irregularidad de los textos y con destellos de la promesa que vendrá. Buenos relatos, ideas muy divertidas y ganas de más.

Próximamente, La onomatopeya del ladrido y otros relatos pulp, un libro más mundano en palabras del autor lleno de gente que explota, viajes en el tiempo, mutantes caníbales y artes marciales.

Fantasma de Laura Lee Bahr

Fantasma, Laura Lee Bahr, Orciny Press

Una de las novelas del año.

Una novela que clama a gritos, hachazos y golpes una relectura y después otra y ya puestos, una tercera. Porque al leerla, algo se escapa.

Hay demasiadas aristas, demasiadas capas, demasiado universos detrás de una frase que parece una broma, pero es algo más.
Una novela que no es para todo el mundo. Tengo un amigo que la ha empezado tres veces, pero no consigue entrar en este mundo. Otros, en cambio, a las dos frases se ven atrapados y no vuelven a salir.

La recomiendo en la librería sabiendo que que habrá lectores que se sentirán fascinados, otros molestos e inquietos y unos pocos estafados. No es una novela fácil, pero oye, los que nos gusta leer buscamos esto, ¿no? Retos, novelas que nos planteen dudas, que nos reten y que por momentos nos hagan plantearnos si nos están tomando el pelo.

Una novela de fantasmas (¿seguro? ¿o no será en verdad un espíritu? ¿o de verdad alguien a muerto?) estructurada como un Elige tu propia aventura donde han arrancado la posibilidad de elegir por lo que el lector ser verá obligado a vivir todas las opciones. Tres personajes. Un periodista obsesionado con la muerte de una chica llamada Sarah While. Un tipo que sueña con ser estrella del rock que vive en el apartamento de Sarah While. El fantasma (¿o es espíritu?) de la propia Sarah While que actuará como narradora de su vida, muerte y lo que sucedió a partir de ahí. De lo que sucedió aquí y en el otro camino que no se tomo. Porque en esta novela, repito, asistiremos a todas las posibilidades.

No es una novela fácil. La autora toma todas esas posibilidades y las mezclas, las junta, las revuelve y obliga al lector hacer un esfuerzo para colocar las piezas en su sitio sabiendo que algo no encaja y que bastante se escapa. Hablamos de caminos que se podrían haber tomado, como posibilidades, como dimensiones o universos paralelos. Lo que ocurre aquí y allí a la vez, pero de forma distinta. La novela, capítulo a capítulo, muta de novela de terror, a comedia, a ciencia ficción, para volver al terror psicológico. De literatura generacional a relato de serie B. Poliédrica y compleja.

Y cargada de un humor negro, cruel, socarrón que no oculta una novela profundamente triste. Porque aquí, detrás de la inquietud, del misterio, de la risa cruel, estamos hablando de tres personajes solos y desorientados. Las referencias a Lynch no son casuales ni gratuitas. Puede leerse Fantasma como una historia sobre la depresión, y es esto y mucho más, claro.

Pero algo se escapa.
Siempre la sensación de que algo se está escapando.
Una novela arisca que no quiere al lector (lo que está bien) y que obliga al lector a estar allí y ligar cabos, detalles y que esa broma de ahora es el escalofrío unas páginas más adelante.

Sin olvidar, claro, la ciudad. Los Angeles, ciudad arisca y desapacible alejada de cualquier fantasía de glamour. Sacada de esos paseos desasosegantes en coche de las películas de Michael Mann.

Fantasma es el tipo de novela que busco y me interesa. Que me rete como lector y me remueva lo suficiente como para intentar plasmas mis propias obsesiones en un papel. Que haya las dosis justas de fascinación e irritación y que me de la seguridad que en un par de meses, cuando venga el frío de verdad, la volveré a leer. Porque algo falta y ese algo lo tiene que poner el lector.

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"Todo lo inesperado" de Morgan Matson

Todo lo inesperado, Morgan Matson, Plataforma Neo

Me gusta Morgan Matson.
He leído tres de sus novelas, la de la chica y el chico en un viaje por carretera, la de una amiga que busca a otra amiga y ésta, la de la chica que pasea perros y conoce a un chico. Me falta la cuarta, esa de la chica y las segundas oportunidades, que no creo que tarde mucho en caer.

Son historias sencillas, agradables, detallistas y algo largas que, de forma sorprendente, me acaban atrapando durante los dos o tres días que dura su lectura. Digo lo de la sorpresa no en menoscabo de la calidad o habilidad de Morgan Matson para tejer si no porque ya sabéis que la novela juvenil realista y yo no somos precisamente amigos. Pero algo tienen estas novelas (debe ser el verano) que conectan conmigo.

Un escándalo político en el que el padre de Andie está implicado, hace que un verano milimétricamente planeado salte por lo aires. De prácticas de medicina a pasear perros. De no ver nunca a su padre a tener que convivir con él. De no querer que una relación dure más de tres semanas a... ya imagináis.

Lo mejor que se puede decir de Todo lo inesperado es que es una lectura agradable. Una buena comedia romántica con todas sus características. La típica historia que sabes perfectamente cómo acabará y qué pasará en cada uno de sus actos, pero que la forma de contarla hace que sigas allí. Morgan Matson posee una habilidad excelente para trenzar una historia donde en verdad pasa muy poco y la que historia no desfallezca. Y no tira de drama o exageración melodramática. Esta novela está en el otro lado de esa subcorriente de novelas juveniles románticas donde el único motor de avance de la relación son los celos, las peleas y los malentendidos a gritos.

Personajes tipo bien construidos que se conocen, enamoran, discuten por cosas importantes, pasean, ríen, ven una película, etc. Día a día. Un verano cualquiera. Un romance creíble y un grupo de amigas que escapan de los clichés y estereotipos (aun siéndolos) porque la autora permite que cada uno de los personajes que aparecen tenga su historia, su desarrollo y su momento. Y porque crea dos protagonistas que no son perfectos, se equivocan y asumen sus errores. Quizá lo que más me chirría es la perfección física de cada uno de sus actantes; una de esas historias donde todos son guapos y con un buen cuerpo y donde se añora un poco de variedad física física y racial.

Todo lo inesperado es una novela muy correcta, muy agradable y que sigue la estela de las anteriores novelas de la autora, comedias románticas que rebasan el romance. Porque esta novela acaba siendo una historia de superación, aceptación del pasado y reparación de heridas. Todo esto, de nuevo, sin drama ni revelaciones extraordinarias. Tranquilidad y realismo. Muchas conversaciones e ir descubriéndose. El romance es un elemento más y no el centro motor. Se habla de amistad entre mujeres, de relaciones padre e hija, de la pérdida de una madre, del bloqueo del escritor, amistad masculina, etc. Multitud de temas que hacen que la novela sea algo más que una historia de amor de verano.

Divertida, agradable, tranquila. Quien busque emociones fuertes, acción o carruseles, no es su novela. Para mí ha sido una lectura estupenda para despedir el verano y prepararme para el cruel, repugnante y demasiado largo invierno.

"Sin corazón" de Marissa Meyer

Sin corazón, Marissa Meyer, Hidra Editorial

Soy uno de esos ingenuos que todavía esperan que Montena publique el volumen final de Las crónicas lunares y pueda concluir la lectura de una de mis series juveniles preferidas y que encuentro más divertida (espero que las aventuras de Cinder y compañía no corran la misma suerte que Vampire Academy y otras sagas que se han quedado en el limbo). Por eso el anuncio que Hidra publicaría la nueva novela de Marissa Meyer fue una buena noticia.

A falta de Winter, buena es Reina de Corazones.

Porque de eso trata Sin corazón, de la Reina de Corazones de Alicia en el país de las Maravillas. En concreto, de quién era y como llegó a convertirse en ese personaje sediento de cabezas y que derrocha carisma. Desde una noble que sueña a ser pastelera hasta un monstruo psicópata.

¿Y qué tal la novela? Bien, muy bien. Marissa Meyer construye una novela muy entretenida siendo muy respetuosa con el material de origen, pero sin cortarse en aportar nuevas influencias (se advierte el goticismo que utilizó Tim Burton en su reformulación de Alicia y con la que aun tengo alguna que otra pesadilla) y en jugar con personajes y situaciones como cree conveniente (que para algo es la autora). Al final todo cuadra con el libro de Carroll y Meyer a aportado su visión de lo que podía pasar antes. ¿Origial? No mucho, pero no es un problema. Ya sabemos cómo acabará la historia y que habrá un romance, pero lo que importa es el viaje, el cómo llegamos.

Y llegamos a un final duro, oscuro y violento.
Acorde con el personaje, claro.
Y con un mundo que conforme avanza la novela se vuelve más oscuro y absurdo. De un lugar simpático y algo estrafalario, a un país inquietante y violento, tenso y psicótico. Un viaje hacia la oscuridad y la violencia sin final feliz. Lo que no deja de ser aire fresco en la literatura juvenil, tan dada al obligatorio final feliz y complaciente (y sí, estoy generalizando injustamente).

Una novela que funciona bien a nivel de personajes y trama. Como he dicho, no es que la historia en sí sea muy original, pero es agradable y está bien llevada. Y los personajes, en especial los secundarios, están bien tratados y Marissa Meyer intenta llevarlos más allá de las figuras de ideó Carroll dándoles más dimensiones y capas (el sombrerero es un ejemplo de ello). El mundo, bueno, en ocasiones se queda más en la extravagancia por ella misma que en esa subversión del orden y de la lógica que había en la novela original. Pero es la visión de Meyer del mundo de Carroll, su versión del país de las maravillas. Y en ese contexto, funciona.

Mi visión del origen de la Reina de Corazones sería otro. No habría tanto amor y menos pasteles y todo sería bastante más oscuro y violento de origen, pero sería mi visión y mi novela. Quizá no comparta del todo la idea de Meyer, pero en su universo funciona.

Quizá el principal problema de la novela sea sus primeras doscientas páginas (estamos ante una novela larga, casi seiscientas). Le cuesta arrancar y durante demasiado espacio la historia da vueltas sobre el mismo sitio sin apenas avances. Cath, la pastelería, el bufón, la pastelería, los sueños, el rey, la pastelería, el bufón, etc. Le cuesta concretar las líneas de la novela y da la sensación de que por muchos viajes a la corte, no pasa nada. Por suerte, una vez que la novela se centra, todo fluye bien.

Sin corazón es una novela agradable y entretenida. Una visión particular del universo de Carroll y un intento de indagar en un personaje y cómo llegó a convertirse en ese monstruo que todos conocemos. La versión de Marissa Meyer es posible y pausible. Una buena lectura.

Gracias a Hidra editorial por el envío del ejemplar.

"Experimental film" de Gemma Files

Experimental film, Gemma Files, La biblioteca de Carfax
Premio Shirley Jackson 2016
Traducción de Elisa Rivera

Uno de los temas que más me están obsesionando últimamente y con el más tiempo pierdo en búsquedas por bibliotecas, mercadillos e internet, son novelas de terror ambientadas en el mundo del cine. Pienso en novelas como Imágenes malditas de Ramsey Campbell, Última sesión de Marisha Pessl (que ya sé que se enmarcaría más en el thriller, pero sus conexiones con el género de terror son más que evidentes) o algunos cuentos de Robert Bloch. Historias donde la proyección de una película, por ejemplo, abre puertas al más allá o a otras dimensiones. Donde un actor o director maldito es la antesala del infierno.

Así que ya podéis imaginar que la noticia de la publicación de Experimental film hizo que esta novela se convirtiera en una de las más esperadas de la temporada. Cuando la tuve en las manos, la dejé reposar y estas vacaciones, entre siesta de Niña Dragón en el carro y trasnoche de lectura febril, devoré la novela en pocos días.

Lois Cairns, una exprofesora de cine, desempleada y al borde de la depresión, descubre la existencia y las películas de quien se cree que es la primera directora de cine de Canada. Al investigar su trabajo, Lois descubre que esa directora se veía acosada por unas fuerzas sobrenaturales que ahora amenazas con perseguirla a ella también (resumen argumental tomado de la página web de la editorial).

¿Y qué nos encontramos? Una novela de terror ambiental, tensa, incómoda y que agarra al lector para introducirlo en un mundo donde leyendas y dioses atávicos encuentran un lugar donde subsistir y demanar lo que por derecho merecen. Gemma Files crea un "monstruo" nuevo y lo conecta tanto con la tradición de cuentos de hadas primigenios, la narrativa de terror gótica o las últimas corrientes cinematográficas (incluido el tan mal tratado subgénero del "montaje encontrado" o reminiscencias del universo Wan). El género de terror en su sentido amplio para formular una propuesta literaria sobre la preservación de los mitos, sobre el proceso de creación (donde la creación última es perderse en la obra), sobre la fuerza de la ficción para crear y recrear y sus límites.

Además de ser una novela de terror que funciona. Muy bien.
El lector sentirá la inquietud y la presencia del abismo. Experimental film no es una novela que busque el susto fácil. Gemma Files prefiere que el terror en esta novela se transforme en algo más sutil y obsesivo (tanto para la protagonista como para el lector) y como estos sin casi percartarse se vean atrapados en una red de la que parece imposible escapar. Una novela que refuerza el contorno psicológico de los personajes y como se enfrentan a todo lo que ocurre a su alrededor. El mimo con el que la autora construye a su protagonista diseccionando su psicología y personalidad para que los golpes que recibe duelan mucho más.

Pero lo mejor de esta novela es que reducirla a la etiqueta de novela de terror es decir poco de ella. Reflexión sobre la creación literaria y artística, sobre el cine y sus limitaciones y, paradojicamente, falta de límites. Sobre la maternidad y la familia con sus luces y muchas sombras. Y muchos etcéteras. Novela poliédrica y mucho más compleja de lo que pueda parecer a primera vista. Sin olvidarse, claro, de enfrentar al lector a sus terrores y miedos.

Experimental film es una excelente novela y ha sido una lectura apasionante y algo obsesiva. El mito casi olvidado y las leyendas como base y origen de los terrores actuales. Los cuentos infantiles como algo más que advertencias de no acercarse a un bosque. La literatura de terror como ventana a algo que hay fuera. El cine como portal de invocación al atrapar fantasmas por siempre.

Y seamos sinceros, a una novela que en un momento cita al director Larry Cohen solo se la puede amar sin condiciones.

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"La edad de la inocencia" de Edith Wharton

La edad de la inocencia, Edith Wharton, Tusquets ediciones

Primera consideración: hay libro que leídos en un momento concreto o a una edad determinada se convierten en parte del adn. No tienen que devenir necesariamente en novelas favoritas o encabezar ninguna lista, pero forman parte del crecimiento como lector y han marcado cotas en tu relación con la literatura y en las tentativas como escritor. En mi caso concreto tengo un puñado de novelas que en su momento me golpearon y dejaron su influencia marcada a fuego. Pienso en novelas como Emma de Jane Austen, Santuario de William Faulkner, El mundo según Garp de John Irving, Amor se escribe sin hache de Jardiel Poncela, Orlando de Virginia Woolf o la novela que ahora nos ocupa, La edad de la inocencia de Edith Wharton, entre otras.

Segunda consideración: me resulta muy difícil hacer la reseña o el comentario de un clásico. ¿Qué se puede decir de La edad de la inocencia que no se haya dicho ya? Que si Premio Pulitzer de 1921, que si obra maestra de la técnica del punto de vista y finísima utilización de la ironía, ejemplo perfecto de qué es un narrador parcial, que si Edith Wharton depuró muchas de las técnicas aprendidas de su maestro y amigo Henry James, que si... ¿Qué se puede añadir? Mi experiencia lectora. Pero, ¿importa? Quiero decir, ¿de verdad interesa qué me pasó cuando leí esta novela por primera vez hace ya muchos años o en las sucesivas relecturas? ¿Por qué esta novela se ha marcado a fuego en mi aprendizaje lector? ¿O mi opinión sobre ella? Opinión que se puede resumir en un adoro esta novela.

Leída unas cinco o seis veces es para mí una de esas obras infinitas que siempre que se vuelve, tienen nuevas capas, consideraciones y matices. Al crecer como lector, una nueva aproximación a la historia de la Condesa Olenska y Newland Archer es encontrarme con otra novela.

Una primera lectura deslumbrado por el argumento y la exploración minuciosa de los sentimientos y personalidad de dos personajes atrapados; Newland Archer, prisionero de una sociedad (la clase aristocrática del Nueva York de finales del siglo XIX) y ansiando todo aquello que queda fuera de ésta y que personifica la Condesa Olenska y ésta atrapada en su libertad y que anhela volver al cómo redil de una sociedad que no la acepta por ser "diferente". Wharton es minuciosa y precisa en su disección de personajes y sociedad. Siempre, eso sí, desde el punto de vista de Newland Archer lo que lo convierte en testigo privilegiado de las contradicciones, falsedades e hipocresías de su mundo, pero a la vez en testigo parcial de lo que sucede. La novela son también los prejuicios, errores y celos del protagonista y su incapacidad de entender el mundo y como asiste al desmoronamiento de todas sus creencias y aquello en lo que confiaba cuando atisba que otra vida es posible.

En posteriores lecturas, la ironía, el humor, ese narrador en tercera persona que sigue a Newland y disecciona sin misericordia a personajes y sociedad. Un mundo que Edith Wharton conocidó (y sufrió) y que erige como protagonista de su novela. La hipocresía, la crueldad tras la sonrisa, la puñalada. La edad de la inocencia es una novela sorprendentemente divertida pese a su fondo dramático. La maldad de Wharton en el retrato de las pueriles y superficiales preocupaciones de una sociedad obsesionada con la apariencia se aprecia en su obsesión por la descripción de flores, ropa, decoración, etc. Todo es juzgado y por todo se juzga.

Y la Condesa Olenska, claro. A los dieciséis años encontrarse con un personaje así, marca. La ansía de libertad y ser ella misma en un universo que te pide ser "otra cosa", pero a la vez las infinitas ganas de ser amada y sentirse querida.

 Irene Dunne y Michelle Pfeiffer. Dos actrices para un mismo personaje en las versiones de la novela que se hicieron en 1934 y 1993 respectivamente. Una de esas injusticias del mundo del cine es que la Pfeiffer no se llevase todos los premios existentes (y alguno que se tendría que haber inventado) por su sensible, sutil y matizada interpretación de Ellen Olenska.

Edith Wharton es una de esas escritoras de la que se debería hablar y, sobre todo, leer más. Por suerte podemos encontrar con facilidad gran parte de su obra. Editoriales como Alba, Alianza o Impedimenta posibilitan que la obra de Wharton sea accesible. Esta novela que he comentado brevemente, Las costumbres del país o esa absoluta obra maestra que es Ethan Frome (¿punto de visto? El uso del punto de vista y el narrador parcial es esto. Para mí imprescindible lectura y estudio para cualquiera que quiera escribir), Los niños, sus relatos de fantasmas, etc.

¿Pero a un lector del siglo XXI le puede seguir interesando? Bueno, el tiempo pasa, pero seguimos atrapados por convenciones y en vidas que no queremos. Y, seguramente, la mayor parte de las veces ni nos damos cuenta. ¿Quién se atreve a ser verdaderamente libre?

Otras opiniones

"La casa de arenas movedizas" de Carlton Mellick III

Nota: Entrada reaprovechada de mi blog de Mil matices de gris.
Algunos ya la habréis leído, pero vale la pena volverla a colgar aquí. Esta novela merece toda la difusión que se le pueda hacer.

Hace ya casi seis años escribí una entrada en el blog de Mil matices de gris donde decía que quería leer una novela llamada La vagina encantada de un tal Carlton Mellick III. Su argumento (una vagina que en realidad es un portal a otro mundo y su posterior exploración) merecía mi aplauso, mi interés y que durante todo este tiempo no lo olvidara.

Hace un par de semanas, pedimos y recibimos en la librería un depósito con los libros de la pequeña, pero ya imprescindible editorial, OrcinyPress. Entre ellos, la colección bizarro. Y en ella, un libro llamado La casa de arenas movedizas.

Y en la solapa, esta cara.


¡Ostias! Yo conozco a este tipo.
Tiro de memoria y sí, es el autor de La vagina encantada. No es el libro de la vagina, pero la historia de dos hermanos buscando a sus padres por una casa infinita me interesa. Mientras hacía planes para ahorrar y comprarme el libro, A. se me adelanta y me lo regala.

El libro me dura dos días.

Nada mal contando que debido a Niña Dragón mi tiempo de lectura del desayuno prácticamente ha desaparecido y que empieza a no encontrarle sentido echarse una siesta.

Durante su lectura paso del desconcierto, a la sorpresa, a la maravilla. Un viaje extraño y apasionante a un mundo diferente que mezcla fantasía, ciencia ficción, muchas dosis de terror, mucho de novela de iniciación, parámetros de la literatura juvenil, la perversa inocencia de las historias de Roal Dahl y destellos de la belleza que podemos encontrar en el cine de Cronenberg.

Un estilo claro y sencillo para una novela que cambia y se metamorfosea sin que ninguna de las sorpresas que guarda sea efectista o gratuita. El lector no sabe a lo que atenerse, pero todo tiene sentido. Una gran imaginería, un universo propio y fascinante. Una lectura llena de matices, capas y significados. Podemos quedarnos con una visión superficial (una novela de aventuras terriblemente divertida y entretenida) o, si nos atrevemos, ir más allá y entrar en las sombras sabiendo lo que allí nos espera. Todo acompañado de un gran sentido del humor; unas veces, cruel. Otras, tierno. Y de una gran sensibilidad; un cariño hacia los personajes y el género fantástico y de ciencia ficción. Amor (y humor) por la ficción y los géneros.

Lo que resulta admirable es la capacidad del autor para que todo el delirio de su argumento e imágenes no se quede en el efectismo o el chiste. La novela tiene una estructura férrea (aunque a veces no sea muy sutil en la forma en que los hermanos consiguen información) y todos los elementos que aparecen lo hacen por algo. Es extraño, es bizarro, grotesco, es sorprendente, pero no accesorio. La novela no se queda en la sorpresa o el efecto, si no que tiene una cantidad inmensa de lecturas y capas y cada elemento tiene un sentido y añada algo al todo de la historia.

De momento, una de mis novelas del año. Me quedo a la espera de más traducciones de la obra de Carlton Mellick III y a la exploración a fondo del catálogo de Orciny Press. En un momento en que el panorama literario parece cada vez más homogéneo, es una alegría y respiro encontrar obras, autores, editoriales que buscan y abren nuevos caminos.

Una novela absorbente, fascinante, divertida, terriblemente entretenida y hermosa.
Como hermosos y tiernos eran los monstruos de Browning.

Por cierto, si queréis conocer qué publica Orciny Press, picad aquí. Es una de esas editoriales de la que lo quiero todo.

Otras opiniones
La biblioteca del Kraken
Fantífica
EkaitzOrtega

"Los sueños se cumplen. MI youtuber y yo" de Rachel Galsan

Los sueños se cumplen. Mi youtuber y yo, Rachel Galsan, Alfaguara

Sigo con las novelas del reto.

Iré rápido porque no vale la pena perder el tiempo con esta novela. He tardado tanto en ponerme a escribir esta reseña o comentario porque me daba una pereza terrible (mezclada con cierta ira) perder unos minutos que podría dedicar a cosas más fructíferas.

Antes de continuar quiero dejar bien claro un punto para que no hayan polémica a las que no entraré o malentendidos. No tengo nada en contra de los fafics. Nada. No soy consumidor del género y, por tanto, no puedo juzgar la ingente cantidad de producción que existe. Estoy convencido que hay fanfics valiosos, bien escritos, con gracia y técnica. Que haya dado la casualidad de que los que he leído sean todos un horror, no hace que desestime el género en su conjunto. En serio.

Dicho esto, Los sueños se cumplen es un horror. De nuevo una novela que tal como está no debería haber llegado nunca a las librerías y hacer pagar 14,95 euros por el (u 8,99 en su versión ebook).  Una prosa inmadura, poco trabajada, sin corrección ni revisionado (vamos, como lo que yo escribía con diez años). Una novela que ha pasado tal cual estaba en wattpad (imagino que con algún cambio menor) al papel sin que un editor de verdad hiciera nada con ella. Una pura operación comercial, legítima que aquí Alfaguara ha venido a ganar dinero, que con el mínimo gasto consiga una ventas decentes arrancando el dinero a los fans de un youtuber. No existe una mínima preocupación literaria, ni en forma ni en fondo. Esto es para hacer un dinero aprovechando que los youtubers y wattpad están de moda y ya está.

La prota se muda de ciudad y descubre que su vecino es su youtuber favorito y se enamoran y salen de la mano y hace tonterías de reir y se pelean y luego hacen el amor en una bochornosa escena y se vuelven a pelear y...

Vamos, lo de siempre. Exactamente lo de siempre. Y con las cosas de siempre. Dejarlo todo por amor. Victimismo. Celos y posesión. Manipulación. Chantajes emocionales y todos los etcéteras que queráis. ¿Esas historias de amores tóxicos y manipuladores elevados a la quintaesencia del amor romántico? Pues dos tazas. A veces me pregunto si todos estos famosos que inspiran fanpics leen alguna de estas historias y, en ésta en concreto, qué debe opinar el protagonista de verse convertido en un tipo celoso, manipulador y con tendencia al insulto y la amenaza fácil. Y otra pregunta, ¿de verdad parece que la única forma de crear conflicto y tensión en una novela de aire romántico es convertir la relación en una pesadilla de malentendidos y crueldades mútuas? ¿Esto es todo? ¿En serio? Porque de este tipo de historias llevo una cuantas y es muy preocupante, la verdad.

Además, resulta chocante la frivolidad con la que se tratan temas como el acoso escolar, las pulsiones suicidas de adolescentes, el maltrato... supongo que todo esto se debe a la inexperiencia y juventud de la autora (disculpad si sueno algo condescendiente), pero vuelve a ser muy molesto a nivel de trabajo editorial. Se disparan temas como salvas de fuego, no se concreta ninguno y están solo para demostrar que la protagonista sufre mucho, pero mucho, que quien les rodean son personas muy malas y que suerte de los youtubers que todos son muy majos y consiguen que la vida de la protagonista se vuelva maravillosa.

Al final la novela se convierte en un canto a la popularidad, al amor que se demuestra a gritos y celos, a que los cambios físicos (más delgado, ropa más corta, más miradas de los demás) son acicates y motores de la autoestima, que la culpa siempre es de los otros y que para romper con el novio es mucho mejor mentirle diciendo que le has engañado que decirle la verdad sobre una mudanza.

No sigo. No vale la pena. Huid de ella. Es morralla con ventas decentes (el mercado es cruel).
Espero que las siguientes estén mejor.



"Besos entre líneas" de May R. Ayamonte y Esmeralda Verdú

Comentario.
Besos entre líneas.
Así me voy quitando lecturas del reto que propuse en Mil matices de gris.

Besos entre líneas, May R. Ayamonte y Esmeralda Verdú, Planeta

Emma es una chica superespecial porque lee y se siente incomprenida en su vida porque lee y conoce a un chico así como malote que también lee y pasan cosas que no hacen avanzar mucho la trama porque trama, esta novela tiene más bien poca.

No sé muy bien por donde empezar. Son demasiadas cosas.
Por la trama. Inexistente. En verdad la novela es un continuo discurrir en el que no pasan muchas cosas (aunque parezca lo contrario con tanto ir y venir) sin forma ni coherencia. No existe un nudo como tal si no una masa informe de "sucesos" que no llevan a ninguna parte, momentos vacíos que no aportan mucho y repetición de hechos que ya han pasado.

Esto mismo se contagia a los personajes.
Emma es un cliché, la lectora incomprendida que ya hemos visto otras veces (y una con muy infausto recuerdo) y que se erige en representación de todo lo bueno y puro de la lectura incluído ese irritante y falso mantra de que leer te hace mejor persona o de que quien lee son mejores, más buenos y especiales. Un clasismo cultural que me produce urticaria. Convierte al lector de libros en un único prototipo (aquel que se toca mientras huele libros y juzga estos por lo bonitas que es la portada) y al lector de juvenil en una única forma que carga con los prejuicios e incomprensiones de los adultos y el mundo en general. La tía de la protagonista no entiende su pasión, la profesora que desprecia la literatura juvenil, la bibliotecaria que no deja que los lectores se emocionen (por cierto, ¿a estas alturas de siglo aun seguimos con el tópico de la bibliotecaria amargada? Aconsejaría visitar alguna biblioteca como documentación para una futura novela). Tengo la inmensa suerte de trabajar en una librería y sé de primera mano que existe un tipo de lector por cada persona que entra en la librería y que estas generalidades son absurdas.

Pero centrándonos en el personaje, Emma se construye tirando de los tópicos del melodrama de sobremesa. Hermana con problemas, padre con minusvalías varias que no tienen nombre, ni sentido, ni mucha coherencia, tíos que la quieren, pero no comprende. Nada de esto está desarrollado. Su presencia en la novela solo sirve para subrayar lo difícil que es la vida de Emma, lo especial que es, lo injusto que es el mundo con su sensibilidad o, lo que es peor, como forzado recurso narrativo para el encuentro de la protagonista con el chico (ver como utiliza a su padre en silla de ruedas para encontronazos con el chico resulta muy chocante... Se nos presenta a Emma como un dechado de sensibilidad, pero al ver como llega a comportarse con los que la rodean, lo que percibe el lector es un egoísmo infinito).La hermana y el padre de la protagonista no son personajes, son recordatorios, son ideas. Una enfermedad y una minusvalía y como afectan a la vida de la protagonista.

Eric es el chico. Un cliché más, y encima mal hecho. El chico malote; tan malote que lee a Bukowski y...

Un aparte. El tema de la poesía en la novela es ridículo. La condescendencia de la protagonista con la sección de poesía de la biblioteca al sorprendense que tenga tantos libros para un género tan denostado... ¿por quién? Por ella, claro. Y como ella es el prototipo puro de lector de libros y no lee poesía, ergo nadie lee poesía. Excepto el chico, claro. Así le otorgamos un aura mágica y especial. Y el momento en el que ella lee poesía y la desecha porque no le gusta = no la entiende = no es interesante. Igual que esas reseñas que se leen blog que dicen cosas como "no he entendido la novela por tanto es mala". Sigo con Eric.

... no va a clase y hace cosas de chico malo como mirar de lado y hablar así como flojito. Y, claro, la relación que se establece entre los dos es de tira y afloja, de dar y prevenir, de peleas y reconciliaciones y más peleas, de justificar malos modos por que su vida es muy perra... bueno, ya conocéis al personaje y su forma de actuar. Todo con una pátina que pretende ser de comedia sofisticada, pero que se queda en peliculilla de sobremesa.

Y, claro, no podía faltar un forzado e innecesario triángulo amoroso para darlo algo de ¿intriga? a la novela. Gabriel, un booktuber mexicano muy famoso de sangre caliente y con tres o cuatro palabras de vocabulario que solo está para que Emma añore a Eric y enseñarnos cómo se construye un estereotipo y...

Un aparte. Por favor, si algún escritor mexicano me está leyendo, por favor, por favor, escribe un estereotipo español para una novela, lleno de hostias y cojones y que sea muy ofensivo, por favor...

... no aporta nada. Como todo en la novela. Las amigas solo están para decir que Eric es muy guapo o es muy guapo pero malo, la familia para resaltar lo especial que es Emma, los adultos para ver lo incomprendida que es Emma... lo dicho antes, vamos.

Sobre el retrato del universo blog de libros, booktubers, fenómenos fan, ferias, etc. La verdad, desconozco si es un buen retrato. No sigo ningún canal de libros (me aburre ver durante diez minutos a alguien enseñando libros) y no he ido a ninguna feria con trescientos bloggers. Lo que puedo decir es que leer este manual sobre cómo ser youtuber es terriblemente aburrido y que todo tiene un aire prefabricado y, de nuevo, hecho solo para resaltar lo especial que es la protagonista y por añadidura, todo aquel que tiene un canal, un blog o sencillamente lee (porque todos los lectores son el mismo tipo de lector y...). Y ya sabemos que leer u oler libros no te hace especial, pero nos estaríamos repitiendo.

Estilo plano, sin personalidad, repetitivo, necesitado de un proceso de edición y corrección urgente y a fondo, sin equilibrio ni desarrollo de personajes o trama. Parece una primera versión de una novela, un borrador sobre el que trabajar que no tendría que haber llegado a imprenta.

Besos entre líneas no es peor que otros muchos libros que llegan a las estanterías. Libros que parecen una operación de mercado para sacar beneficio en poco tiempo aprovechando un tirón (la popularidad de booktubers, los youtubers o la publicación masiva de fan pics a rebufo del éxito de After). Y, ojo, esto no tiene porque ser malo en sí. Podemos encontrar un buen producto, una novela bien escrita, bien acabada y escrita con profesionalidad y rigor. El problema es que estos no abundan. La rapidez por encima de la calidad y conseguir un beneficio rápido antes de que caiga en el olvido dejando a un lado la larga vida que un buen libro podría tener en librerías y lectores. Parece que se conforman con un libro escrito deprisa, sin ambición, sin trabajo y sin exigencia. Y, la verdad, es una pena.

Otras opiniones
Rapsodia literaria
Divagaciones de una puolain
Perdida en un mundo de libros

PRÓXIMAMENTE

Aun no me he recuperado.

PS. En serio, escritores y escritoras del mundo mundial y galaxias próximas, dejad a Jane Austen en paz. No os hizo nada para que arrastréis su obra por el barro. Un día se vengará y nos vamos a cagar las patas abajo todos.

Reseñas breves de tres novelas para ir poniéndome al día

Para ir poniendo al día el blog, reseña de tres novelas.
Me ha costado horrores escribirlas. Se nota que estoy muy desentrenado.

El ferrocarril subterráneo, Colson Whitehead, Lit Random House
Traducción de Cruz Rodríguez Juiz
El ferrocarril subterrani, Colson Whitehead, Periscopi
Traducció d'Albert Torrescasana
National Book Award 2016
Pulitzer 2017

Próxima aparición. Si no recuerdo mal, el doce o el catorce de septiembre del presente año. Muchas gracias por el ejemplar promocional.

La última novela que he leído.
Cora es una joven esclava que malvive en una plantación de algodón de Georgia. Después de una brutal agresión, decide emprender junto con otro esclavo llamado Caesar una fuga hacia tierras mejores. Para eso utilizarán el ferrocarril subterráneo, un medio de transporte clandestino que les llevará a una vida mejor. Pero tras ellos irá Ridgeway, un implacable cazador de esclavos que los perseguirá hasta las últimas consecuencias.

Una buena novela que convierte el mítico Ferrocarril subterráneo (la red clandestina que ayudaba a escaparse a miles de esclavos de los estados del sur) en algo real y erige un imaginario lleno de estaciones, raíles y maquinistas haciendo que una novela de fuerte carga realista e histórica adquiera unos tintes oníricos que proporcionan mayores lecturas y capas a la novela. Especialmente en un ambiguo final donde esperanza y desolación se dan la mano.

La novela se lee en un suspiro. Casi una novela de aventuras y suspense. Capítulos cortos, velocidad y viaje. Recursos cinematográficos (incluso cayendo en algún cliché que rechina un tanto en la trama de la novela) y un ligero didactismo que aunque no molesta, sí escuece un poco. Repleta de ideas y libertad y, en ocasiones, de metáforas que tienen la sutilidad de un elefante saltando de un trampolín, pero que no por ello dejan de ser efectivas y evocadoras. No se cargan las tintas en los horrores de la plantación porque la realidad histórica ya era suficientemente fuerte y dolorosa. Una historia que explica la historia de un país cimentado en parte en sangre, dolor y muerte.

Me quedo con la imagen de una biblioteca ardiendo y su contenido, la literatura negra existene hasta el momento, devorada por las llamas. Como en tantas otras cosas, el hombre blanco trayendo el olvido y el silencio consigo y escribiendo su historia.



Amatka, Karin Tidbeck, Fabulas de Albión, Ediciones Nevsky
Traducción de Marian Womack

Con solo dos libros leídos, este del que hablaré ahora y Jagannath, Karin Tidbeck se ha convertido en uno de los nombres de la ciencia ficción que más me interesan. Su apuesta por una narrativa orgánica, poética, con tintes surrealistas me parece muy atractiva e intensa. Su novela y su libro de cuentos son absorbentes, exigentes y partiendo de, como en este caso, esquemas de la narrativa distópica más clásica, consigue superarlo y ofrecer algo nuevo.

Una de las cuatro colonias del "nuevo mundo" donde los pioneros han sobrevivido durante generaciones aplicando unas rígidas convenciones. Entre ellas, el uso correcto y normalizado del lenguaje por parte del poderoso comité: pronunciar erróneamente una palabra, o nombrar algo inexistente, todo ello tiene consecuencias perturbadoras que pueden poner en jaque la supervivencia de la colonia.

Vanja, sin embargo, está dispuesta a arriesgarse para buscar respuestas a ciertas preguntas: ¿se encuentra esta obsesión con el lenguaje relacionada con la misteriosa desaparición de cien habitantes de la colonia? ¿O con la destrucción de la colonia Cinco? ¿Qué esconden los poemas de la poeta rebelde Berols Anna? Y una pregunta muchos más siniestra y para la que nadie tiene respuesta: ¿dónde se cuentra Amatka en realidad?

Una novela maravillosamente imperfecta y llena de aristas que dan mayor intensidad a su lectura. Le faltan páginas de desarrollo a algunas de las ideas y personajes que propone, pero en esas imperfección está parte de su fuerza. Un lenguaje escueto y parco, sin metáforas ni segundas acepciones, que son la base misma de la novela.

Esto es una de las cosas más interesantes e intensas de la novela, como lenguaje, forma y argumento se complementan y son indisolubles unos de otro. Ya sé que lo que estoy diciendo parece algo obvio, pero pensemos en la cantidad de veces que esto no pasa. La autora hace que la propia forma y el cómo está escrita la novela explique argumentalmente la novela. El poder tanto creador como destructor de la palabra. El simple acto de no decir algo se convierte en una herramienta de subversión y libertad.


La part fosca, Gillian Flynn, La Magrana
Traducció de Ferran Ràfols Gesa
Lugares oscuros, Gillian Flynn, Roja y Negra

Dentro del universo de la novela criminal, Gillian Flynn es una de mis escritoras favoritas. He leído las tres novelas publicadas en España: la muy conocida Perdida, Heridas abiertas y esta La part fosca, quizá mi favorita.

La masacre de la granja de Kinnakee. Así bautizó la prensa al asesinato de la madre y las dos hermanas de Libby Day a manos de su hermano Ben.

Veinticinco años después, el Kill Club, una sociedad secreta de fans de los crímenes célebres, contrata Libby para que investigue ese asesinato, até los cabos sueltos de la investigación y encuentre alguna prueba que absuelva a Ben de los cargos. Ella, acosada por deudas, acepta lo que la llevará a un viaje a su pasado que arrasará con todo.

Lo que más me gusta de la obra de Gillian Flynn es que tras unos argumentos de novela criminal, sus novelas son crueles y despiadadas sátiras de sacrosantas instituciones como el matrimonio o la familia. Perdida disparaba con bala y a matar contra el matrimonio y era una demoledora ironía sobre la fragilidad del ego masculino y su cobardía (por cierto, aprovecho para entonar un mea culpa... en su momento no supe leer Perdida y lo catalogué como un thriller psicológico más. Fallo mío. No lo entendí y fue en una posterior relectura donde vi todo el potencial y mala leche que alberga).

La part fosca o Lugares oscuros satiriza la familia, las estructuras de poder y la fascinación del mal. Esa idea tan maravillosa del Kill Club, con fiestas privadas, cosplays de asesinos famosos y víctimas, que demuestra que todo acaba siendo fagocitado por el mercado y convertido en mercancía. Hasta el dolor y trauma de una víctima que acaba investigando su propio crimen por dinero. Libby Day, personaje maravilloso. Borde, desagradable y que cae mal. Las páginas en las que alardea de cómo vive de su dolor, las lamentaciones porque las donaciones se acabaron demasiado pronto, etc. Un personaje creado con finura, sentido del humor y profundidad y que revienta el tan manido tópico y cliché de que el lector se debe identificar con el personaje para sumergirse en una novela.

Una historia de ritmo tranquilo, pero progresivo que se va enraizando hasta la opresión. Con un lenguaje crudo, directo e irónico (como su protagonista) y que alterna dos espacios temporales. El momento de la investigación de Libby y los días anteriores al asesinato de la familia en los años 80.

Una novela divertida, adictiva, bien escrita, con buenos personajes y una bien construida trama.
Ojalá todos los best sellers fuera así.


"After" de Anna Todd

Se me ocurrió organizar un Qué leo, qué reseño en el blog de Mil matices de gris. No fue tan multitudinario como otras veces, pero el grado de crueldad fue el esperado. La ganadora sin discusión fue After. Luego vinieron joyas como Besos entre líneas, Los sueños se cumplen. Mi youtuber y yo. Incognitas como Una corte de rosas y espinas, Graceling (que estoy leyendo ahora y de momento, solo llevo 150 páginas, es bastante aburrida, ¿no? ¿O es que estoy desentrenado con la narrativa juvenil fantástica?) o Estados Unidos de Japón. Y una novela que me da seguridad, Entre tono de gris.

Cuando vi que After iba a ser el ganador, lo leí rápido para quitármelo de encima. No es mi mejor reseña y me dejo muchas cosas por comentar, pero tampoco quiero dedicarle mucho tiempo a algo tan malo. Así que empezamos.

(Los que hayáis leído la reseña en el blog de Mil matices de gris os daréis cuenta de que es la misma. Había pensado hacer una reescritura, pero implicaba demasiado esfuerzo para una novela que no lo merece).

Primer libro del Qué leo, qué reseño 2017

Ya leí After.
¿Qué tal fue?
¿Cómo explicarlo?
Como si una civilización alienígena parasitaria decidiera que había llegado la hora de expandir su territorio mediante el asesinato, el saqueo, la matanza y la nula atención a cualquier tipo de norma sanitaria o higiénica y, tras rebozarse en todas las heces que ha encontrado en su camino por la galaxia, incluida la mierda de gargonte, que como todo el mundo sabe, es la mierda más contaminante y vomitiva de la galaxia y sus cuatro dimensiones paralelas colindantes capaz de hacer llorar de dolor y vergüenza a los más desalmados traficantes de mangos prepúberes y bragas usadas de monjas palmípedas coleccionistas de patatas fritas con forma de Elvis. Digo que estos alienígenas, después de abusar y reproducirse y sin haberse bañado en siglos por lo que su cuerpo no es más que una costra inmensa de tiritas con sangre reseca, mocos con personalidad y doctorados en medicina y literatura comparada, secreciones pustulantes de colores desconocidos usados solo en paletas de texturas en películas mangas prohibida en los siete reinos, hallaran un habitat perfecto en mi cerebro y tras horadar mi cráneo con una máquina perforadora, montaran una fiesta que tiene más de orgía diabólica que de alegre celebración entre amigos, llenaran mis cavidades cerebrales de esputos sangrantes y tras provocarse varios cortes con discos viejos de Ennio Morriconne se lanzaran a mantener relaciones sexuales con mis neuronas mientras les dicen a qué te lo estás pasando bien, nena, y explican chistes de curas y loros irlandeses.
Como esto, pero peor.
Mucho peor.

Como podréis imaginar después de esta pequeña descripción de cómo mis otroras cuerpo y mente quedaron reducidos a un amasijo de carne temblorosa y gimoteante con la ropa interior sucia, esto no pretende ser una reseña tranquila, ponderada y pretendidamente imparcial. Esto último nunca he pretendido serlo. Ni aquí ni en mi anterior blog. Lo primero y segundo será imposible dada la naturaleza misma de la novela. No solo lo que trata, si no como lo trata. Y me voy a centrar únicamente en el primer libro. No he leído ni voy a leer los otros cuatro (cuatro libros más...) por lo que si en los siguientes volúmenes los protagonistas sufren un cambio copernicano y se convierten en lápices de colores con poderes o hay una revelación final que hace que toda la saga se vea con otros ojos, mala suerte. Me centro en lo que he leído.

Esto lo comento porque si alguien quiere utilizar el argumento para rebatir esta especia de reseña de que como no me he leído el resto de las partes no puedo opinar, que se lo ahorre. No lo considero válido. Se puede comentar un libro por él mismo (como la segunda parte de una pentalogía fílmica o el número quince de un cómic) sin necesidad de establecer relaciones con su entorno. ¿Qué éste puede aportar más datos? Es posible, pero en este caso juzgo a After por él mismo.

¿De qué va esto? After no deja de ser la enésima revisión del tópico de chica buena conoce a chico malo y empiezan una tormentosa relación. No podemos decir que es una vuelta de torno a tan conocido cliché porque en esta novela lo único que se hace es perpetuar todos los motivos del subgénero sin aportar nada nuevo. Tessa es una buena chica; buena estudiante, buena hija, buena novia, buena en todo. Acabado el instituto se va a la universidad, un antro de perdición lleno de chicos atractivos que te miran así como de lado, fiestas, drogas y pelanduscas tatuadas y con hierro en la cara. Allí conocerá a Hardyn, el malo más malote de todos los malotes y, claro, entrarán en una espiral de amor y pasión que los llevará a conocer el cielo y el infierno en una misma escena plagada de clichés. Una relación estructurada en la cantinela de guardería "los que se pelean se desean" y fundamentada en dos pilares:

- él no puede comprometerse porque está así como raro con la vida por algo que pasó y por eso tiene ese carácter.
- ella sufre un profundo complejo de enfermera que le hace perdonar todo lo que él haga en alas de un futuro amor y porque solo con su cariño él se curara.

Vamos, lo de siempre. Él como ventilador activo de tirar mierda porque es así, pero te quiero. Ella aceptando esa mierda porque si lo quiero mucho y me lo trago todo, él se abrirá a mí y seremos mu felices. Una relación tóxica que hiede a maltrato psicológico a un paso del físico presentada como el culmen del romanticismo.

Y a diferencia de lo que he leído en otras partes de que los personajes son tan repugnantes el uno con el otro porque solo es ficción, una novela, y presenta un relación tóxica para ver como evoluciona, mi teoría es que para la autora (en esta caso, en mi opinión, la voz narrativa del narrador se confunde en muchas partes con la voz de la autora) realmente cree que esto es una relación romántica. Esta novela es una fantasía, un juego imaginativo con la imagen pública de alguien conocido (como la novela que escribí con catorce años con Michelle Pfeiffer de protagonista... y sí, aun la tengo guardada y no, no la leeréis nunca). Lo repite una y otra vez a lo largo de la novela, si se pelean tanto y son tan malos uno para el otro es porque son especiales y su amor es especial. Te insulto porque te quiero y, además, eso lo hace especial. Como el amor de Catherine y Heatcliff o de Elizabeth y Darcy.

(Nota al margen: mira, por esto no paso. Debería haber una ley que prohibiera la utilización de Cumbres borrascosas, Jane Eyre u Orgullo y prejuicio en este tipo de novela. Y más cuando se demuestra por los comentarios que aparecen en las novelas que sencillamente los personajes / narradores / autores no han entendido nada de lo que iban esas novelas. Dejad en paz a las Brontë y a Jane Austen.

Un día sus cadáveres volverán a este mundo y devorarán a todos aquellos que han utilizado el nombre de su obra en vano. E incluyo a Tess de Thomas Hardy. ¿A qué escribo un cuento sobre esto?).

Además la novela me ha parecido un inmenso canto al ego masculino. Desde la misma base de justificar todas y cada una de las execrables acciones de Hardin, hasta las vergonzantes escenas de sexo donde todo acaba en un "Pero qué bien que follo, ¿verdad nena?". Por cierto, ¿qué obsesión con el tema de la inocencia y virginidad de Tessa, ¿no? Ella, alma cándida y espiritual jamás tocada por nadie (ni por ella), que solo ha visto un pene de refilón en una foto y que descubre los placeres de la carne de la mano de alguien mayor, más experimentado y que no le importa que sea algo torpe. Al contrario, le pone más su inocencia y que nadie a parte de él la haya tocado (sorprendente doble moral, él es un follatodo y no pasa nada. Aparece un personaje femenino follatodo y es una furcia que mira lo que hace con su cuerpo y no se respeta).

A veces parece que el valor que Tessa tiene para Hardin es el valor de su pureza e inocencia. La mujer parece reducida a algo bonito y valioso que hay que proteger de un mundo malo y corrupto que la echara a perder. Y, claro, nadie mejor que un tipo malote para protegerla. El tema de la virgnidad de Tessa se convierte en epicentro de la novela y protagonista de la revelación final; una novela sobre el valor de la virginidad no como decisión personal de una mujer, si no como eso lo ven y lo valoran los hombres.

Escenas sexuales mál explicadas donde él domina, donde lo importante es el placer que recibe él o admirar lo bien que da placer. No me pareció una relación de igualada si no una relación donde hay que dejar claro una y otra vez que él es lo más.

Ese momento en que ella justifica que un tipo quisiera abusar de ella diciendo que claro, él iba borracho y ella estaba dormida en su cuarto.

Una visión del amor en el que éste es violento, duele, provoca infelicidad, insomnio, angustia, ganas de matar y estrangular, celos incontrolables, control de teléfonos, amigos, vestimenta, explosiones de mal humor o alegría injustificadas. Pero eso sí, nuestro amor es especial.

Todo esto, y mucho más, me lo he encontrado en casi seiscientas páginas de la peor literatura. Porque After es una novela machista, tóxica, envenenada y, encima, está mal escrita.

Conceptos básicos como economía narrativa (se mal describe todos y cada uno de las acciones de los protagonistas y no aportan nada), pobreza lingüística, repetición constante de la misma estructura (se ven, se admiran, se pelean, follan, se pelean, se reconcilian y vuelta a empezar), una caprichosa y aleatoria organización de los capítulos (creo que esto se debe a que la novela parece que está escrita por teléfono y a lo que salga sin plan, estructura o idea de lo que se estaba haciendo), pobreza en una caracterización mínima de los personajes principales y despreocupación de esto con los secundarios; personajes estos que se contradicen de capítulo a capítulo y que están solo por las necesidades de la trama aunque eso volatilice la construcción del personaje que se hizo dos capítulos atrás.

Una novela pobre y torpe que necesitaba de forma urgente un trabajo de edición y que alguien tomara decisiones. Como quitarle las cuatrocientas páginas que le sobran. Seamos sinceros, esta historia se explicaría mejor y diciendo lo mismo en ciento ochenta páginas.

Y encima, si con todo esto no bastara, After es una novela muy aburrida. Puedes ser torpe, estar mal escrito, adjetivar de más y sin sentido, pero no aburras. Al final mi lectura la hice con el piloto automático puesto y deseando que todo esto se acabara cuanto antes.

Cuando acabé la lectura de After, dejé el libro a un lado y me fui a pegarme una larga ducha. No es broma. Después de leer esto me sentía sucio. Y durante dos días no pude abrir un libro por miedo a que me apareciera Hardin con su olor a menta.

Fueron dos días duros, desagradables y perdidos. Podría haber estado leyendo cualquier otra cosa, jugando que mi hija pequeña, estar con los mayores echando una partida al Símbolo arcano, ver como crece una pared o darme cabezazos contra una roca. Cualquier otra cosa. Pero al menos ahora ya la he leído y puedo decir con conocimiento de causa a todos esos padres que vienen a la librería a comprarla lo que se van a encontrar dentro. Sobre todo si para quien la compra tiene doce años. O como aquella pareja que la quería comprar para una niña que iba de hacer la comunión ("como su prima mayor la estaba leyendo y ella no quiere ser menos...").

Ya he leído After.
¿Contentos?

Ps. En concreto escribí esa novela con esta imagen de Michelle Pfeiffer.


Su personaje en la comedia de John Landis In to the night.
Tengo que ver la película de nuevo.
Y no, no verá nunca la luz.

¿Vuelvo?

Esta entrada es complicada de escribir.
Llevo varios días dándole vueltas al tema y sopesando los pros (pocos) y los contras (muchos). Desde hace un tiempo estoy pensando en volver a abrir este blog y proseguir aquel camino que empecé hace tiempo de reseñas de libros alterando con cosas de reír, con recomendaciones literarias que pueden pasar desapercibidas, con novelas y las tan aclamadas colaboraciones de Claudia del Moral, una vez recuperada de un pequeño accidente con una podadora de helechos y carmín de labios.

¿Volver a abrir el blog?
¿Vale la pena?
¿Queda alguien?
¿Estoy enfermo, loco, alguien me obliga, he perdido una apuesta?
¿No se han pasado de moda los blogs?
¿Por qué?

Dejé el blog por varios motivos. Estaba agotado de lecturas que no me aportaban nada, no lo pasaba bien escribiendo estas cosas, me aburrían las periódicas polémicas del mundillo, sentía que tenía una forma y un discurso acabado y agotado, quería volver a recuperar el placer de leer solo para mí. Durante un tiempo no he querido compartir mis lecturas con nadie.

Pero han pasado un poco más de dos años. Mi situación personal ha cambiado (hace dieciséis meses mi pareja y yo tuvimos una niña) y paradójicamente, cuando menos tiempo tengo, más me apetece volver a escribir sobre lo que leo.

Supongo que haber encadenado una serie de maravillosas lecturas, ayuda. De encontrarme con editoriales con un trabajo minoritario que necesita difusión y querer aportar un poco a eso. Luchar contra los monstruos editoriales que amenazan con devorarlo todo con historias de siempre, contadas de la misma forma, con argumentos correctos, pulcros y aburridos. Diferentes autores que parecen todos el mismo.

Todo esto para decir que vuelvo al blog.
Que quizá ahora aparezca poco juvenil, poco fantástica y mucho de tercie.

Eso sí, la primera reseña será de After. Porque la gente es muy cabrona, pero esto lo contaré en la próxima entrada.