Donde hablo de una novela de ciencia ficción que está bastante bien y tiene por título Honor entre ladrones

Empecé a leer Honor entre ladrones a ciegas y guiado sólo por el nombre de sus autoras. Allí por los albores de este blog leí un par de las muy simpáticas novelas de vampiros de Rachel Caine Los vampiros de Morganville que publicó Versatil y de Ann Aguirre lei la primera parte de su trilogía Enclave.

Así que una novela de ciencia ficción escrita entre dos autoras que en su momento me habían proporcionado unas lecturas entretenidas me llamó la atención y al poco de recibirla, me puse con ella.

Y, oye, bien.

Publicada por Hidra con traducción de Guiomar Manso de Zuñiga

Zara roba a quien no tiene que robar y su vida de repente no vale nada. Su única opción de supervivencia es aceptar la oferta de participar en los Honores; un grupo de jóvenes elegidos para explorar la galaxia en una naves alienígenas conocidas como Leviatanes. Allí, entre las estrellas, con su compañera de viaje Beatriz y, sobre todo, con la nave Nadim empezará a sentirse a salvo.
Hasta que pasan cosas malas, claro.

Vale, ya sé que como sinopsis es un asco, pero no es lo que mejor se me da.

¿Qué tal la novela?
Pues muy bien. 

Honor entre ladrones es una muy entretenida novela de ciencia ficción juvenil, una space opera ligera, entretenida y llena de acción, sorpresas y giros que hace de ella una lectura muy agradable. Tiene unos personajes cuidados y las autoras se toman su tiempo tanto para hacerlos crecer y cercano. La primera parte de la novela se toma con calma, un ritmo lento, pero seguro que sirve tanto para presentar un mundo como para construir bien a unos personajes que acompañaremos a lo largo de quinientas páginas. Agradezco el ritmo pausado y tranquilo y que no todo se supedite a la acción desenfrenada y a la sorpresa.

Lo que más me ha gustado de la novela es la relación que se establece entre Zara y Nadim. Una historia de amor (aunque no se le diga así en ningún momento) entre seres de diferentes especies que va más allá de prejuicios. Una relación de amistad, respeto, amorosa y sexual (aunque no se menciona así en ningún momento) que hace que la novela tenga nuevas perspectivas y que rompe el molde del típico chica prota conoce chico prota y pasan problemas.

 Las autoras, Rachel Caine y Ann Aguirre

Pero la novela tiene un pequeño escollo en su parte central y, curiosamente, tiene que ver con lo que más me ha gustado, la exploración de la relación entre Zara y Nadim. Por un momento la novela se enreda en la repetición de momentos produciendo la sensación de que no se está profundizando en la relación entre los protagonistas, si no que se está repitiendo otra vez lo mismo en un escenario distinto; esto provoca que el ritmo pausado, pero constante que llevaba la novela se resienta. Pero no tiene mucha importancia, la verdad, una vez superado esto, en su última parte, la novela entra en una espiral de acción donde las pistas que se han ido dando empiezan a cuadrar.

Y hay en sus páginas un ligero pesimismo... esa reflexión sobre el ser humano, no original porque en el Doctor Who se hace en numerosas ocasiones en sus diferentes temporadas, sobre cómo ante el contacto preferimos como especie disparar a comprender.

Honor entre ladrones es una buena y muy amena novela de ciencia ficción perfecta para el público joven y para aquellos que quieran empezar a indagar en el género. Y la verdad es que me ha dejado con ganas de leerme sus siguientes partes. Y creo que para un primer capítulo no hay mejor elogio. 

Gracias a Hidra por el ejemplar.

PS: No que no acabo de entender es el lema "Cien son elegidos. Solo uno resistirá" que poco tiene que ver con la novela en sí. Da una impresión de competición entre honores que no se produce en toda la novela. 

Otras opiniones

Ojo, no confundir con otras historias con el mismo título.



Y algunas que me he dejado en el tintero. 

Sobre un slasher bastante desconocido llamado Blood Rage y cómo algunas películas se disfrutan más en compañía

Hay películas que exigen compañía.
Por la fiesta, las risas y los comentarios.
Hay películas que piden tener al lado a un amigo para ir comentando la maravilla absurda que pasa por delante de los ojos y que hace esa historia crezca y se convierta en algo inolvidable.
La película que vi ayer es una de esas.


¿Cómo resumir en pocas líneas lo que es Blood Rage?
Sí, un slasher tardío que intenta desmarcarse del típico slasher para intentar construir algo más "profundo". No hay tipo con máscara porque desde el minuto 3 sabes quién es el asesino y sí, es tan bestia y bruto como prometen.
Porque la película es bestia, sangrienta, gore y absurda como tiene que ser. Machetazos, decapitaciones, esculturas con carne, tenedores de trinchar carne, psicópatas que se paran a mear en mitad de una persecución, víctimas que chillan sin pulmones (maravilloso), asesino creativo al que le van las manualidades y muchas cosas más en apenas ochenta minutos.
Y es una película extrañamente desconocida porque tiene mayores puntos de interés que otros slasher más conocidos y recordados.


Lo pasé genial, pero mientras la veía era consciente de que la hubiera disfrutado mucho más si la hubiera visto un jueves por la mañana cuando mi buen, pero insoportable amigo Jordi venía a casa y nos veíamos alguna película de esas que no salen en los libros de historia del cine o si lo hacen es para mofarse de ellas, criticarlas y despreciarlas; como si el crítico de turno hubiera olvidado que el cine también es locura, diversión y fiesta.

Blood rage tiene de eso a raudales. Casi a la altura de esa preciosa maravilla que es Mil gritos tiene la noche (palabras mayores... suena a viejo, pero ya no se hacen películas como ésta... tan puras y sinceras... yo me entiendo)


ejemplo de un cine libre, sin prejuicios, absurdo, lleno de escenas que no vienen a cuento, pero que están para aumentar la locura de la propuesta (y el metraje que la película había quedado corta), repleto de sangre, vísceras y carcajadas que suenan mejor en compañía.

Por cierto que esta película se la conoce por tres o cuatro título distintos y cada uno tiene un montaje diferente. Uno de ellos es Slasher y otro Nightmare at Shadow Woods, montaje que elimina toda la sangre y si a esta películas le quitas la sangre le quitas todo su sentido. Y no sé si hay algún título más.

Así que si os gusta este tipo de cine, buscad buena compañía, algo de picar y a pasar ochenta minutos de carcajadas. Ya me contaréis.

Donde hablo de Vampire doll, una película japonesa de sustos que, oye, pues bien

Cada vez me interesa menos el cine actual.
No sé por qué ni me he parado a reflexionar por qué.
Me aburre. Quizá es que me estoy haciendo viejo, pero mis intereses actuales en cine van hacia atrás. Todo aquello que se hizo en los cincuenta, en los treinta, en el Japón de los setenta, los trescientos y pico slasher de los ochenta, etc. Y ver, encontrar y emocionarme con esa historia del cine que no nos han contado.

Hoy tenía un par de horas para ponerme delante del televisor y ver una película. Entre las cientos que tengo para ver, me decido por una de terror japones de la que tengo cero referencias, pero cuyos carteles me parecieron hermosísimos.


The vampire doll.
También conocida como Legacy of Dracula.
También conocida como Fear of the Ghost House: Bloodsucker Doll.
1970. Dirigida por un tal Michio Yamamoto y primera parte de una trilogía vampírica y cuyas partes veré en un futuro.
¿Y de qué va?
En una noche oscura y tormentosa un tipo llega a una casa buscando a su prometida. Le abre la puerta un criado jorobado y sordo y descubre para su consternación que ella ha muerto.
Y pasan cosas.
Una semana después a la misma casa llega la hermana del tipo y pasan más cosas.
¿El qué?
Pues cosas de susto muy poco japonesas.

Aunque por la imagen de una muchacha con los pelos en la cara parezca lo contrario.

Lo curioso de esta película de vampiros es que sus raíces no las hunde en el folclore japonés, si no que se nutre del goticismo de la Hammer, de las adaptaciones que Corman hizo de las novelas de Poe y de algún cuento de este mismo autor (la película podría entenderse como una versión muy libre de La verdad sobre el caso del señor Valdemar), de las historias terroríficas de Dan Curtis y, sobre todo, de Psicosis. Es una amalgama interesante.

¿Y qué tal la peli? Bien. Setenta minutos lo que tiene todo mi favor. Las apariciones de la chica vampira funcionan muy bien y crean un ambiente tenso y hermoso.


El goticismo de la propuesta es encantador (las sombras, la tormenta, los murciélagos, las telarañas...) y cuando se adentra en la propuesta de fantástico puro, funciona bien. Las partes donde los personajes hablan y hablan y hablan y desentrañan un misterio y buscan una explicación a lo que sucede pues no funcionan tan bien. 


Más ambiente y menos lógica porque si la lógica no funciona...

Me ha dejado con ganas de ver las otras partes de la trilogía y explorar con más atención el cine de terror japonés clásico y de la década de los setenta. 

Hay tanto cine por ver...

Donde hablo de la última novela de Stephanie Perkins y lo mucho que adoro el slasher

En temas cinematográficos, hay unos pocos géneros por los que tengo debilidad. A saber...

- películas de monstruos.
- películas de bichos grandes que rompen cosas.
- comedias de instituto donde treintañeros interpretan a adolescentes.
- género negro en todas sus variantes.
- películas del oeste llenas de machadas, silencios, miradas retadoras y duelos al sol.
- otros.

Y, sobre todo, el slasher; ya sabéis, asesinos con máscaras matando principalmente a jóvenes borrachos de hormonas. Uno de mis animales totémicos es Jason Voorhes e intento ver todo lo que puedo del género con preferencia el que se hizo a finales de los setenta hasta mediados de los ochenta. ¿Algún preferencia? Muchas.


Con el género voy vendido y aunque hay mucho slasher malo, no hay slasher malo.

Así que cuando en literatura juvenil aparece un slasher, y aparece uno cada dos temporadas, allí estoy para comprobar si en lo literario el género funciona. Y no suele ser el caso. O por lo menos lo que leo, y pienso en Hyde o en Diez, no acaba de funcionar. Cuando me enteré que Stephanie Perkins iba a publicar un slasher juvenil pensé que podría ser muy interesante; es una autora muy correcta, de buen gusto en la escritora, con una tendencia a alargar las historias demasiado, vale, pero muy entretenida. Así que en cuanto me llegó a las manos Hay alguien en tu casa, la devoré.



Stephanie Perkins, La Galera editorial.
Trad. Mar Mañes (català) / Ángeles Leiva (castellano)

¿Y qué tal?
Bien, con reparos.

Posiblemente desvele parte de la trama. Avisados estáis.

La novela funciona a medio gas y tiene un error bastante grave en cuanto a estructura, pero la autora sabe mantener la tensión y sigue teniendo buen gusto para la escritura (aunque la novela sigue siendo algo larga). Me explico.

Buen arranque, prometedor misterio. Un asesino va eliminando a estudiantes populares de un instituto. Los crímenes están bien narrados y son sangrientos. Consigue crear una buena atmósfera de misterio y terror que progresivamente se va desinflando. ¿Cómo? Por dos pinchazos. Uno es la excesiva importancia otorgada a un romance bastante forzado; la otra, que el rostro del asesino se desvele a mitad del libro y que éste sea un personaje terciario rompiendo el misterio que durante la narración se ha ido creando. La novela se resiente mucho y mi interés como lector se perdió.


A partir de aquí la novela se vuelve repetitiva y parece que la autora ponga la marcha atrás y decida no llevar el género a sus últimas consecuencias y negando a la novela la posibilidad de ser la historia de terror que prometía. Además, en su recta final hay grandes vacilaciones de ritmo debido a los continuos relatos de la pasado de la protagonista, otro arco argumental que, la verdad, no importa mucho. Como la protagonista, personaje bastante irritante con la que es muy difícil empatizar. Y si esto no lo haces en una película de terror, el miedo no funciona.

Por suerte Stephanie Perkins escribe muy bien y tiene mucha gracia con el diálogo haciendo que la novela se siga con interés pese a lo que he comentado. 

Habrá que seguir esperando el slasher juvenil literario definitivo.
¿Alguien conoce alguno que se me haya pasado por alto?



Otras reseñas
Nube de mariposa
Ciudad de los libros
Sueños entre letras

Donde hablo del thriller de pisicopatas "El cuarto mono" y cuán entretenido es

Así como en invierno solo me apetece leer clásicos, en cuanto la temporada de libros de texto empieza a asomar las orejas tras el monte, solo quiero leer o tiros, o monstruos, o risas o todo a la vez y en coctelera.

Así que cuando la primera familia entró en la librería con la lista de cuadernos que debían comprar para el curso que viene y un colegio nos llamó diciendo que a última hora habían decidido cambiar los libros cuando ya los tenía pedidos (con las dificultades que supone devolver libros de texto, pero esto es otro tema) y había que repasar los isbn de las listas de siete colegios y..., que mi vista se va hacia la comedia o hacía thrillers.

Y El Cuarto Mono cayó en el momento preciso.

El Cuarto Mono, J.D. Baker, ed. Destino
Traducción de Julio Hermoso

¿De qué va?
Un hombre atropellado que parece ser el psicópata el Cuarto Mono.
Una adolescente desaparecida.
Una investigación para encontrarla.
Un grupo de policías en una investigación a contrareloj.

Con el thriller de psicópatas ocurre lo mismo que con la novela romántica. Ya imaginamos como va a acabar todo e intuimos los giros, pero lo que se disfruta es el cómo se desarrolla todo hasta el esperado final. 

El cuarto mono cumple con esto de forma modélica. Es un buen thriller de investigación, resuelto y escrito con oficio y pericia y terriblemente entretenido y rápido de leer (la novela me llevó poco más de tres días teniendo en cuenta que tengo una cría de dos años y medio y hago horario comercial lo que el tiempo para leer se queda reducido a unos minutos por la mañanas, algo al mediodía y la lucha contra el sueño por la noche). 

Capítulos cortos, descripciones ajustadas, mucho diálogo, cambio de escenario y movimiento. La novela tiene un estilo muy cinematográfico que hace que su lectura sea algo muy rápido y visual y se devore en poco tiempo. Y si bien la investigación sigue caminos trazados y conocidos para los que hemos leído novelas de este tipo, sí que tiene una parte que resulta bastante imprevisible y que es uno de los motivos por los que la novela funciona. 

Entre los diferentes puntos de vista con los que está estructurada la novela, uno de ellos es un diario en apariencia escrito por El Cuarto Mono donde relata parte de su infancia. Esta parte funciona como contraste, profundizar en la vida de ese Cuarto Mono (pero, ¿cuánto hay de verdad y mentira en ese relato?) y como relato que realmente no sabes a dónde conduce y que tiene un par de giros que funcionan bien.

El Cuarto Mono ha sido una buena lectura. Muy entretenida y ágil. Perfecta para olvidar que al día siguiente seguía teniendo listas de libros de texto para repasar o cajas que desembalar llenas de cuadernillos de matemáticas.