Primer acercamiento al universo literario de China Miéville, un autor del que llevo mucho tiempo oyendo hablar y que amigos, clientes de la librería y lectores me recomiendan una y otra vez. ¿Por qué no lo he leído antes? Ni idea. ¿Tendría que haberles hecho caso? Sin duda, porque la lectura de Embassytown ha sido una de las que más he disfrutado en los últimos meses.
Siguiendo lo que es cada día más costumbre en este blog, cuatro pinceladas del argumento. Un planeta fronterizo entre el universo conocido y lo desconocido. Una ciudad que funciona como embajada. Un frágil equilibrio entre los llegados y los indígenas, conocidos como Anfritiones. Un extraño idioma que solo hablan unos pocos humanos genéticamente modificados llamados Embajadores. El discurso de un nuevo embajador que lo cambia todo.
Hay que entrar en esta novela con la menor información posible para que la maravilla estalle en todo su esplendor y que las expectativas no empañen el desarrollo de un argumento que roza lo perfecto. Eso hice yo y ha sido entrar en un viaje duro, por momento extenuante, pero que resulta feliz, estimulante y apasionante. Y sabiendo que China Miéville no lo pone fácil. No puedo estar más de acuerdo con lo que escribe la amiga Sub_Zero en la reseña que hizo de esta novela en su blog.
"(...) la experiencia de sumergirse en las abismales profundidades de Embassytown es la misma que la de lanzarse al vacío desde un avión sin paracaidas."
No solo viajamos al confín del universo conocido, sino que entramos de ello en una nuevo mundo, en una estructura social que desconocemos y en un uso de la lengua y el lenguaje que resulta árido y críptico al lector. Miéville no se entretiene en explicar qué significan los nuevos términos, cómo se configura la ciudad, cuáles son las relaciones políticas, sociales, etc., de la ciudad. La narradora de la novela conoce todo eso y es lógico que no lo explique en su relato ya que va destinado a lectores familiarizados con ese universo. Pero el lector no lo está. Y puede provocar extrañeza y rechazo. Y fascinación.
La novela espera, pide y exige la colaboración del lector, su participación activa para desentrañar el lenguaje y entender de qué hablan, a qué se refieren y conseguir aprehender el complejo universo del autor. Y esta "dificultad" redunda en el beneficio que el lector extrae de la novela y en su propio argumento. Embasytown es una novela sobre el lenguaje y como éste puede unir y separa a razas, personas y universos. Una reflexión sobre los límites del lenguaje, su superación y su refundación.
Y todo por medio de unos personajes bien perfilados, un argumento duro y cohesionado que presenta giros y sorpresas que resultan fascinantes y apasionantes. El lenguaje, la política, el colonialismo, las relaciones personales, son algunos de los temas que trata esta compleja novela. Además de una de las más brillantes y hermosas reflexiones sobre la verdad y la mentira (y por añadidura de la creación literaria) que me he encontrado en mucho tiempo. Una novela de temas complejos y muy bien ensamblados con el desarrollo y el argumento. Porque además de todo eso, Embassytown resulta una novela altamente adictiva y muy entretenida.
Embassytown es un ejemplo perfecto de la grandeza de un género como la ciencia ficción y de una novela que puede gustar tanto a los aficionados al género como a los que no les interesa. Trasciende el género y se convierte en una gran obra literaria. Una novela para aquellos que buscan ese algo más en una historia que hace que sigamos leyendo libro tras libro.
Una grandísima novela.
Realmente cuando una novela me apasiona se me nota.
Otras opiniones
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Sense of wonder
Caray Jorge, me dejas impresionado con tus reseñas. Lo cierto es que Embassytown también ha sido para mí el primer acercamiento a este autor y una de las mejores novelas leídas en lo que va de año. Solo un pequeño detalle: la reseña mencionada (aprovecho para agradecértelo enormemente) la ha escrito "el amigo" xDDD Cosas que pasan con esto del anonimato cibernético... Saludos!
ResponderEliminarCosas que pasan...
EliminarLa novela es estupenda y me ha dejado con muchas ganas de explorar el universo de Mieville. Seguramente la próxima será "La ciudad y la ciudad". Un cliente de la librería me la ha definido como mezcla de ciencia-ficción con género negro con el ambiente de una película de Tarskkovski.
Lo tengo esperándome en la estantería. Con tu reseña ya son varias las que están incitando a pasar de todas mis lecturas y ponerme a leer esta novela ya! :D
ResponderEliminarA disfrutar con ella. Son de las que invitan a una futura relectura y a pensar. Una historia que deja poso.
EliminarLloro. YO LO QUIERO. MALDITA SEA MI VIDA PORQUE NO VIVO EN ESPAÑA ¬¬
ResponderEliminarAlgún día lo tendrás entre tus manos temblorosas y emocionadas...
EliminarAunque la novela es dura de roer, por esa falta compleja de información por la que tienes que luchar mucho, al final me ha resultado muy gratificante ya que ha sido como un desafío.
ResponderEliminarEso sí, he terminado el libro con algunas dudas que no he conseguido dilucidar, por lo que no descarto la idea de una relectura.
Besos
A mí esa dureza me gusta. Me obliga y me implica en la historia que estoy leyendo y me fuerza y me siento más que recompensado porque es un esfuerzo que vale la pena. ¿Dudas? Muchas. Dentro de un tiempo una relectura tranquila.
EliminarBesos.
Cómo dice Nina, ¿por qué no vivo en España?
ResponderEliminarAmo la ciencia ficción y desde que vi la reseña de este lo quise. Mucho.
Ojalá llegue muy pronto a Guatemala y puedas disfrutar de esta novela. De esta y de todas las que puedas de Mieville.
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